Desilusi¨®n y amargura de los palestinos de Cisjordania
El gran mufti de Jerusal¨¦n, el jeque Saadedine el Alami, m¨¢xima autoridad religiosa musulmana de la ciudad santa, declar¨® ayer que "el deber de todo musulm¨¢n era matar al presidente sirio, Hafez el Asad", por ser "un asesino de musulmanes que obedece a su due?o norteamericano". El mufti precis¨® que hab¨ªa promulgado una fatwa (decreto religioso) que autoriza a todo musulm¨¢n a "abatir a Asad como Sadat fue abatido". Al t¨¦rmino de una reuni¨®n de dignatarios religiosos El Alami reiter¨® el "apoyo de todos los palestinos a Yasir Arafat y a la direcci¨®n de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), y pidi¨® a los dirigentes ¨¢rabes que "hagan fracasar la conspiraci¨®n siria". Estas palabras ponen de relieve los sentimientos de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n de los territorios ocupados por Israel de Cisjordania y Gaza ante la crisis en las relaciones entre Siria y la OLP.
Cuando se evoca ante los palestinos de los territorios ocupados la ofensiva siria contra los amigos de Arafat, la reacciones var¨ªan de la indignaci¨®n a la c¨®lera y a la desesperaci¨®n. El sentimiento prevaleciente es, de todas formas, el del hast¨ªo, casi la resignaci¨®n. "Asad y,Gadafi est¨¢n terminando lo que Ariel Sharon y Men¨¢jem Beguin (ex ministro de Defensa y primer ministro de Israel) hab¨ªan empezado: la liquidaci¨®n de la resistencia palestina", dice un mec¨¢nico de Ramallah."Detesto a los egipcios, que me han abandonado y traicionado firmando una paz separada con Israel, pero odio a los sirios, a esos hip¨®critas que se presentan como protectores de la revoluci¨®n palestina y despu¨¦s nos clavan un pu?al en la espalda" afirma un profesor con la mirada enfebrecida, expres¨¢ndose en un ingl¨¦s perfecto en medio de un grupo de escolares palestinos alumnos suyos.
Los ni?os ya no gritan "Palestina vencer¨¢", como en el pasado, y tampoco intervienen con vehemencia en la discusi¨®n para proclamar su fe inquebrantable en la fuerza de la OLP. Hoy, los j¨®venes palestinos est¨¢n abatidos, sus miradas parecen apagadas, como en duelo.
Lo que sorprende cuando se interroga a la gente aqu¨ª es la casi unanimidad en el apoyo a Yasir Arafat contra los jefes rebeldes de Al Fatah, contra los sirios, contra Libia.
Que el diario palestino Al Kuds, conocido por su pol¨ªtica filojordana, condene la sublevaci¨®n que pretende impedir el acercamiento jordano-palestino no sorprende a nadie. "Estamos consternados y tristes al ver que la sangre palestina corre de nuevo en L¨ªbano, pero esta vez no a causa de una agresi¨®n israel¨ª. Los palestinos caen bajo las balas disparadas por otros palestinos, por ¨¢rabes, que intervienen desvergonzadamente en los asuntos internos de la OLP", dice Al Kuds.
La sorpresa es ver a hombres como Karim Khalaf, alcalde de Ramallali y v¨ªctima de un atentado atribuido a los extremistas jud¨ªos, lanzar un llamamiento a los palestinos para que hagan un bloque unido contra "nuestro dirigente Yasir Arafat".
"La campa?a emprendida por Siria y Libia contra la direcci¨®n de la OLP y su l¨ªder hist¨®rico, Arafat, es una ignominia. Nosotros reafirmamos nuestro apoyo sin reservas a Abu Amar" (nombre de guerra de Arafat), declara Hilmi Hanun, alcalde de Tulkarem.
"Ya es hora de que los miembros y los dirigentes de la OLP aprendan a respetar las decisiones tomadas por la mayor¨ªa. Hay que acabar con la b¨²squeda de un consenso que desde hace 15 a?os paraliza la actividad palestina. La minor¨ªa debe aceptar las decisiones adoptadas por la mayor¨ªa, incluso si esta mayor¨ªa apoya a Yasir Arafat", afirma Rashad al Shawa, alcalde de Gaza. En este concierto de voces que condenan la rebeli¨®n armada contra la autoridad de Arafat, y que abarca desde la izquierda liberal a los conservadores religiosos, s¨®lo est¨¢n ausentes los comunistas palestinos. La extrema izquierda, tanto en Cisjordania como en Gaza, sigue a la expectativa, no toma partido y se contenta ¨²nicamente con deplorar la sangre vertida, sin acusar a nadie.
"Esperamos que nuestros hermanos conseguir¨¢n resolver sus problemas con sabidur¨ªa" afirma piadosamente el dirigente sindical filocomunista Ibrahim Dakak. Por su parte, el m¨¦dico del hospital de Gaza, Heider Abdul Shaafi, expresa la esperanza de que "las divergencias, cuyas razones de fondo ignoro, ser¨¢n resueltas pac¨ªficamente, sin que se produzcan m¨¢s ba?os de sangre".
La hipocres¨ªa de la izquierda
"Que hip¨®critas son estos se?ores de la izquierda", exclama Ibrahim, de 23 a?os de edad, que a pesar de cursar estudios en una universidad siria no disimula sus sentimientos: 'Esos supuestos revolucionarios saben muy bien que Hafez el Asad no busca el di¨¢logo pac¨ªfico para resolver las divergencias. Los carros de combate sirios cercan, disparan y matan palestinos s¨®lo porque dan la raz¨®n a Yasir Arafat. Pero como el r¨¦gimen asesino de Damasco goza del respaldo de Mosc¨², estos superpatriotas de la izquierda palestina levantan los ojos hacia el cielo y pretenden "ignorar las causas del enfrentamiento", concluye Ibrahim.
"Aquellos que presentan la lucha desarrollada por Arafat como un combate para salvaguardar la independencia de la OLP restan importancia a lo que est¨¢ ocurriendo. Lo que est¨¢ en juego ahora es la supervivencia del ¨²nico movimiento de liberaci¨®n palestino. Arafat paga el precio por haber tergiversado demasiado, por haberse andado con tantos rodeos, por haber pactado con los extremistas, por haber buscado hasta el exceso una imposible unidad de acci¨®n de los palestinos. Una vez m¨¢s, el mundo ¨¢rabe asiste, sin mover un dedo, a una nueva matanza de unos ¨¢rabes palestinos por otros ¨¢rabes, sirios y libios y sus clientes en el seno de la OLP", declar¨® a la televisi¨®n israel¨ª el periodista palestino independiente Yamil Hamad.
El diario egipcio Al Ahram expresaba un punto de vista simular: "La principal debilidad de Arafat ha consistido en querer seducir a todo el mundo. Ahora paga el precio, un alto precio".
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