El nuevo marqu¨¦s solicit¨® de Ros¨®n el m¨¢ximo honor policial para los inspectores que detuvieron a Escobedo

Los dos hijos de los marqueses de Urquijo, Miriam y Juan de la Sierra, solicitaron del entonces ministro del Interior, Juan Jos¨¦ Ros¨®n, en un manuscrito fechado el 11 de abril de 1981, el m¨¢ximo honor policial para he dos inspectores de polic¨ªa que contribuyeron decisivamente a la detenci¨®n de Rafael Escobedo Alday, que se hab¨ªa producido tres d¨ªas antes, y a la resoluci¨®n policial del llamado caso Urquijo. Con respecto al mismo tema, EL PA?S ha confirmado en fuentes policiales la apertura de un expediente Informativo contra uno de los inspectores que participaron en la Investigaci¨®n.

El texto del telegrama, que se reproduce en facs¨ªmil, cuya autor¨ªa fue reconocida por Juan de la Sierra y Urquijo y que tiene defectos de puntuaci¨®n, dice lo siguiente: "Excmo. Sr. D. Juan Jos¨¦ Ros¨®n. Ministro del Interior. Ministerio del Interior. Madrid. Agradeciendo infinitamente a Su Excelencia el m¨¢ximo inter¨¦s demostrado y const¨¢ndonos su profunda preocupaci¨®n por este tremendo acontecimiento, le rogamos transmita al Excmo. Sr. Francisco la Ina Garc¨ªa -el apellido correcto es La¨ªna- (director de la Seguridad del Estado) y al Ilmo. Sr. D. Gabriel Garc¨ªa Gallego (jefe superior de Polic¨ªa de Madrid) as¨ª como a los Grupos IX y V de la Polic¨ªa Judicial de la Direcci¨®n de Segundad del estado y a la Corporaci¨®n policial, que, ha demostrado, una vez m¨¢s, su profesionalidad""Const¨¢ndonos que los inpectores que han contribuido especialmente en la resoluci¨®n de este caso don Javier Roig S¨¢nchez, profesor de la Escuela -Superior de Polic¨ªa de El Escorial y don Jos¨¦ Romero Tamaral, -perteneciente al Grupo V, nos complacer¨ªa recibieran, si es posible, el m¨¢ximo honor policial. Hacemos constar que el primero de los mencionados ha sido omitido, probablemente por error, habiendo sido imprescindible para el esclarecimiento de los hechos. Aprovechamos la ocasi¨®n para ponemos a la entera disposici¨®n de V.E. cuya vida esperamos guarde Dios muchos a?os".

Juan de la Sierra y Urquij¨® manifest¨® a este peri¨®dico que hab¨ªan dirigido este escrito al ministro del Interior a petici¨®n de miembros de la Brigada de Policia Judicial, sin cuya iniciativa nunca hubieran realizado un acto similar, por entender que no deb¨ªan de interferir en la propia mec¨¢nica policial.

Seg¨²n consta en el sumario y adem¨¢s fue declarado estos d¨ªas en la sala de justicia, la resoluci¨®n de este caso se debi¨® a que el inspector Roig -hoy destinado, a petici¨®n propia, en la Brigada de Extranjeros- coment¨® al.inspector Romero que ten¨ªa amistad suficiente con Juan de la Sierra y Urquijo, de quien era entonces compa?ero en la Facultad de Derecho, como para reabrir la investigaci¨®n que, pr¨¢cticamente, hab¨ªa sido dejada a un lado por los inspectores del Grupo IX de la misma brigada. Las pesquisas condujeron a las pocas semanas a la detenci¨®n del ¨²nico procesado en esta causa penal cuya vista oral se est¨¢ viendo ahora en la Audiencia Provincial de Madrid.

Informaci¨®n sobre un polic¨ªa

Ninguno de los dos inspectores de polic¨ªa consiguieron el m¨¢ximo honor policial. Javier Roig no fue llamado siquiera a declarar como testigo. Este polic¨ªa reafirm¨® su amistad con Juan de la Sierra y Urquijo hasta tal punto que, seg¨²n pudieron aprecieron los numerosos observadores -varios de ellos del Cuerpo Superior de Polic¨ªa-, acompa?¨® durante las sesiones del juicio al nuevo marqu¨¦s de Urquijo. La direcci¨®n de la Polic¨ªa ha ordenado la apertura de una informaci¨®n sobre este polic¨ªa, por si en su actuaci¨®n se detectase alguna irregularidad.

"Se trata de una informaci¨®n intema, inicialmente sin trascendencia, para determinar si pudo haber actuado de forma incorrecta" se?alaron fuentes cercanas al Rector de la Polic¨ªa. "En modo alg¨²no se puede hablar de expediente; y mucho menos, de sanci¨®n".

En cuanto a la desaparici¨®n de los casquillos y balas que constituyen la principal prueba acusatoria contra Rafael Escobedo Alday, fuentes judiciales se?alaron que, en contra de los intensos rumores que han circulado ¨²ltimamente en medios period¨ªsticos y del Palacio de Justicia de Madrid, no se hab¨ªa abierto expediente informativo alguno en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 16 de Madrid, el primero de los juzgados especiales nombrados competentes sobre el caso.

La instrucci¨®n del sumario la hab¨ªa comenzado el juzgado de Navalcarnero, por pertenecer Somogaguas a dicho partido judicial. Meses despu¨¦s, no obstante, se nombr¨® juez especial al titular de dicho juzgado, Luis Serrano de Pablos, para a los pocos meses hacer lo mismo con Luis Rom¨¢n, titular del n¨²mero 14. El magistrado Jim¨¦nez Alfaro rechaz¨® el mismo nobramiento al alegar relaci¨®n de amistad con los Urquijo.

En opini¨®n de jueces madrile?os, consultados por EL PA?S, el nombramiento de varios jueces especiales no deja de ser sorprendente, ya que cualquier juzgado -y, por supuesto, el de Navalcarnero- esta capacitado para dirigir una investigaci¨®n como la realizada en torno a los asesinatos de los inarqueses de Urquijo.

El testamento de los marqueses

Manuel de la Sierra y Lourdes Urquijo hab¨ªan hecho testamento ante un notario de Vitoria, seg¨²n confirm¨® el hijo de ambos y actual marqu¨¦s, quien se?al¨® que "el monto total del mismo se situa en tomo a los 100 millones de pesetas, aunque no puedo confirmar la cifra con entera exactitud". Juan de la Sierra neg¨® que no fueran respetadas las ¨²ltimas voluntades de su padre, entre otras la de entregar cuatro millones de pesetas y una serie de objetos de valor que se encuentran en la finca de Somosaguas -entre ellos una talla de una virgen del siglo XIII- al Opus Dei, instituto al que pertenec¨ªa de forma activa la marquesa fallecida. El actual marqu¨¦s se?al¨® que la cifra correcta era de dos millones y que en el texto de dichas ¨²ltimas voluntades se se?alaba igualmente que la entrega a la Obra se har¨ªa una vez liquidado el testamento y siempre que la misma fuese posible. Neg¨® tambi¨¦n que en el despacho que su padre ten¨ªa en el banco de Urquijo estuviese depositada una colecci¨®n de monedas de oro. "Si efectivamente hab¨ªa una colecci¨®n de monedas de oro, nadie me las entreg¨®. Este hecho es nuevo para m¨ª, por lo que supongo que esas monedas no existieron", arguy¨®.

Este despacho fue objeto de varias preguntas del letrado de la defensa a los inspectores de polic¨ªa, a los que se inquiri¨® la raz¨®n por la cual no se hab¨ªa hecho ning¨²n reconocimiento a esta estancia a pesar de que durante, al menos seis meses, hab¨ªa estado clausurada por la direcci¨®n de la entidad bancaria a la espera de la llegada de la polic¨ªa. El defensor pretend¨ªa abrir una nueva, e inesperada hasta entonces l¨ªnea de investigaci¨®n, relativa a la amistad entre las v¨ªctimas y el actual embajador de Estados Unidos en Espa?a, Terence Todman, quien, por otra parte, fue una de las primeras personas en acudir a la finca de Somosaguas una vez se produjeron los fallecimientos.