Vicecampeones

Luis de Carlos tiene la virtud de sonreir cuando pierde. Le pasa lo contrario que a N¨²?ez, que llora cuando gana. Luis de Carlos se cree en la obligaci¨®n de defender a su equipo a¨²n en los peores momentos. Est¨¢ en su papel cuando se agarra a un clavo ardiendo para justificar la ristra de derrotas en los partidos definitivos. Sin embargo, no est¨¢ demasiado afortunado con algunos de sus planteamientos. Por ejemplo, en el de supervalorar los subcampeonatos.Durante al etapa electoral, para cambatir al candidato que se se supon¨ªa pod¨ªa imponer un cambio en el club, los defensores del actual presidente preguntaban si el cambio supon¨ªa abandonar la cabeza de la clasificaci¨®n. El d¨ªa de las elecciones todo fue euforia porque el equipo estaba en pleno sprint y ganando la carrera de la Liga. Lo impensado, entonces, eran los pinchazos que iban a jalonar la ruta madridista.

El Real Madrid no ha hecho una campa?a vergonzante y, efectivamente, alguna virtud tiene llegar a tantas finales, pero tampoco es para presumir por haber sido tantas veces vicecampe¨®n. La historia no se pasa con vicegoles. Piense De Carlos, por ejemplo, que mientras todo el mundo conoce a Celia G¨¢mez nadie se acuerda de sus vicetiples.