La pol¨ªtica exterior griega, motivo de preocupaci¨®n para Washington, la OTAN y el Mercado Com¨²n
El primer ministro griego, Andreas Papandreu, que inicia pasado ma?ana una visita oficial a Espa?a, ha seguido una pol¨ªtica exterior cr¨ªtica hacia Washington, la Alianza Atl¨¢ntica y el Mercado Com¨²n que la oposici¨®n conservadora califica de tercermundista y en la que no faltan grandes dosis de ambig¨¹edad, informa un enviado especial de EL PAIS a Atenas.
Desde su llegada al poder, el Gobierno socialista de Andreas Papandreu se ha venido moviendo muy activamente y de forma simult¨¢nea en numerosos frentes de pol¨ªtica exterior, aunque la ambig¨¹edad y cierta ceremonia de la confusi¨®n han dominado buena parte de las relaciones internacionales de Atenas.La negociaci¨®n de las bases norteamericanas en suelo griego, las relaciones con la Alianza Atl¨¢ntica y la Comunidad Econ¨®mica Europea y el contencioso con Turqu¨ªa sobre el mar, Egeo han sido los puntos m¨¢s llamativos de la pol¨ªtica exterior del PASOK en estos primeros 20 Meses de gobierno. Pero no menos destacables fueron otros aspectos de la gesti¨®n socialista, como las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses ¨¢rabes, la propuesta de desnuclearizaci¨®n de los Balcanes o la cuesti¨®n de Chipre.
La ardiente ret¨®rica de Papandreu durante su campa?a electoral del oto?o de 1981 caus¨® la l¨®gica preocupaci¨®n en Washington y Bruselas, que asist¨ªan a la irresistible ascensi¨®n al poder de un aliado inc¨®modo. Posteriormente, el pragmatismo se impuso, y Grecia contin¨²a en el Mercado Com¨²n -que preside desde el pasado d¨ªa 1 de julio- e integrada en la OTAN, lo que ha motivado cr¨ªticas de los sectores m¨¢s radicalizados del propio partido gobernante y de la oposici¨®n comunista, que reprochan al primer ministro no haber cumplido sus promesas electorales.
Por su parte, la oposici¨®n de derecha, representada por el partido Nueva Democracia (ND), acusa a Papandreu precisamente de lo contrario, de alejar a Grecia del bloque occidental y sumergirla en el Tercer Mundo. Constantino Stefanopulos, diputado de ND, se?ala que la pol¨ªtica exterior de los socialistas "no es seria" y que los vaivenes de Atenas respecto a la OTAN y el Mercado Com¨²n "disminuyen la postura y la credibilidad de Grecia en el exterior". Adem¨¢s, en opini¨®n del pol¨ªtico conservador, las relaciones con Turqu¨ªa, que hab¨ªan mejorado notablemente durante la ¨¦poca que Nueva Democracia estuvo en el poder, "han empeorado hasta tal punto que es posible pensar en un conflicto armado".
La 'amenaza turca'
La amenaza turca sigue siendo para Grecia un factor determinan te de su pol¨ªtica exterior 150 a?os despu¨¦s de su independencia del imperio otomano. Los roces de Papandreu con la OTAN y con Estados Unidos se deben en buena medida a las garant¨ªas que el l¨ªder socialista quiere exigir frente a Turqu¨ªa, un pa¨ªs miembro de la Alianza Atl¨¢ntica y de vital importancia para los intereses de EE UU y de la OTAN en el Mediterr¨¢neo oriental.
Las largas y accidentadas negociaciones entre Washington y Atenas sobre el futuro de las bases norteamericanas en Grecia se reanudar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas, y, pese a la espectacularidad de algunas declaraciones de Papandreu o de miembros de su Administraci¨®n, nadie cree seriamente en la capital griega que vayan a romperse las discusiones. Por el contrario, se piensa . que el PASOK renovar¨¢ el acuerdo, aunque con una sustancial mejora de la ayuda militar y econ¨®mica estadounidense.
El primer ministro griego ha mencionado en varias ocasiones los tres puntos que considera claves para alcanzar un acuerdo: mantenimiento del equilibrio de fuerzas griegas y turcas en el mar Egeo, fijaci¨®n de una fecha para el desmantelamiento definitivo de las. bases y control por parte. de Grecia de la actividad que se desarrolla en las mismas.
El primer requisito consiste, esencialmente, en mantener la actual proporci¨®n de siete a diez en la ayuda militar de Washington a Grecia y Turqu¨ªa, respectivamente; el segundo parece una medida tendente m¨¢s bien a salvar la cara, que podr¨ªa resolverse con Ja fijaci¨®n de una fecha lejana (quiz¨¢ a 10 a?os vista), y el ¨²ltimo es el m¨¢s dif¨ªcil de obtener, ya que Estados Unidos no est¨¢ dispuesto a comunicar los datos de sus estaciones de vigilancia electr¨®nica a un aliado que ha firmado recientemente un acuerdo de cooperaci¨®n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. A cambio de esto, Papandreu podr¨ªa conseguir cierto ¨¦xito, de cara a la opini¨®n p¨²blica, mediante la reducci¨®n de la extraterritorialidad que permite a los militares norteamericanos ser juzgados por sus propios tribunales por delitos cometidos durante su estancia en Grecia.
La gran sensibilizaci¨®n de la sociedad griega ante estas bases de la muerte y las disidencias en el seno del partido gobernante entre radicales y moderados, am¨¦n de la presi¨®n comunista, hacen necesario para Papandreu un triunfo en las negociaciones o, por lo menos, un acuerdo que pueda ser presentado, como tal. Aunque amenazaba con "tomar medidas unilaterales" si las conversaciones segu¨ªan estancadas, un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores reconoc¨ªa la semana pasada en Atenas que "lo mejor es alcanzar un acuerdo cuanto antes".
Respecto a la OTAN, Papandreu ha repetido constantemente que la amenaza para la seguridad griega no viene del Norte, de los pa¨ªses del Pacto de Varsovia, sino del Este, de Turqu¨ªa. La falta de reacci¨®n de la Alianza ante la invasi¨®n turca de Chipre, en 1974, o ante el establecimiento de la dictadura de los coroneles, en 1967, se citan con frecuencia en los despachos oficiales de Atenas como las causas principales del escaso entusiasmo griego de cara a la organizaci¨®n. Sin embargo, el Gobierno socialista contin¨²a en la OTAN, incluida su estructura militar, y, disidencias verbales aparte, no hay indicios de que piense retirar se del Tratado de Washington.
El acceso de Grecia, el pasado viernes, a la presidencia de la CEE ha causado cierta inquietud en algunas capitales comunitarias. "Dicen que no estamos preparados para desempe?ar este cargo, pero despu¨¦s de lo ocurrido bajo la presidencia alemana occidental durante la primera mitad de este a?o ser¨ªa muy dif¨ªcil hacerlo peor", comenta ir¨®nicamente un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores griego.
Espa?a y la CEE
Reconoce el funcionario que existe preocupaci¨®n en varios pa¨ªses europeos ante "estos herejes del PASOK", pero asegura que Grecia sabr¨¢ distinguir muy claramente entre su propia pol¨ªtica exterior, disidente y cr¨ªtica, y las funciones que tenga que desarrollar en nombre de la CEE. En cuanto a la adhesi¨®n de Espa?a y Portugal a la Comunidad, la postura oficial de Atenas es de apoyo pleno a ambas integraciones, "aunque los detalles t¨¦cnicos son otra cosa". Este tema ocupar¨¢ un lugar prioritario en la agenda de trabajo entre Andreas Papandreu y Felipe Gonz¨¢lez esta semana en Madrid.
La creaci¨®n de una zona desnuclearizada en los Balcanes ha sido una de las principales iniciativas del Gobierno de Papandreu, que se recibi¨® con escepticismo en Washington y la OTAN, pero que obtuvo el respaldo de Mosc¨². El primer ministro griego envi¨® recientemente un mensaje a los dirigentes de la regi¨®n con su propuesta. Una iniciativa dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica dada la heterogeneidad de los pa¨ªses afectados, dos de ellos integrados en el Pacto de Varsovia (Bulgaria'y Ruman¨ªa), otros dos miembros de la Alianza Atl¨¢ntica (Grecia y Turqu¨ªa) y los dos restantes de caracter¨ªsticas especiales: Yugoslavia y Albania.
Hasta el momento, Papandreu ha encontrado respuesta positiva de Bulgaria y Ruman¨ªa, una discreta actitud de esperar y ver por parte de Turqu¨ªa y un rechazo rotundo de Albania. El deseo de Atenas es conseguir cuanto antes una reuni¨®n de expertos que estudie las posibilidades reales de desnuclearizaci¨®n de la zona.
Tras el ¨¦xito de la diplomacia griega al obtener una resoluci¨®n de las Naciones Unidas en la que se pide la retirada de las tropas extranjeras de Chipre, la situaci¨®n en este portaviones natural del Mediterr¨¢neo se ha complicado nuevamente despu¨¦s de que se implantara la lira turca como moneda oficial del norte de la isla y de que autoridades turco-chipriotas hablaran de la pr¨®xima celebraci¨®n de un refer¨¦ndum para crear en la zona ocupada un Estado independiente asociado a Turqu¨ªa. Atenas se opone rotundamente a la partici¨®n de Chipre y ha expresado su inquietud ante los ¨²ltimos acontecimientos en diversos foros internacionales.
Por ¨²ltimo, la postura del Gobierno socialista griego respecto a Oriente Pr¨®ximo y a los pa¨ªses del este europeo ha supuesto un quebradero de cabeza adicional para Estados Unidos, la OTAN y el Mercado Com¨²n. Atenas no reconoce al Estado de Israel, aunque hay una delegaci¨®n diplom¨¢tica israel¨ª en Atenas al mismo nivel que la de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina. La pol¨ªtica pro¨¢rabe de Papandreu no se ha traducido hasta ahora en las esperadas inversiones ¨¢rabes en Grecia, y miembros de la Administraci¨®n socialista coinciden en reconocer que la cooperaci¨®n econ¨®mica ¨¢rabe ha quedado "muy por debajo de las expectativas".
El acuerdo de cooperaci¨®n t¨¦cnica y cultural con la URSS y la visita del primer ministro sovi¨¦tico, Tijonov, a Atenas, as¨ª como la negativa de Papandreu a sumarse a las sanciones comunitarias contra Polonia, han a?adido nuevos elementos a la fama de enfant terrible que el primer ministro griego tiene entre sus aliados y de la que parece no s¨®lo disfrutar, sino contribuir conscientemente a alimentarla.
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