Un centenar de personalidades de Am¨¦rica Latina apoyan en Caracas al 'grupo de Contadora'

, ENVIADO ESPECIALSeis ex presidentes latinoamericanos y m¨¢s de un centenar de destacados pol¨ªticos, escritores e intelectuales de la regi¨®n, reunidos en Caracas, expresaron este fin de semana su apoyo al grupo de Contadora para la b¨²squeda de una "soluci¨®n pac¨ªfica y negociada, sin intervenci¨®n for¨¢nea", en Centroam¨¦rica. Se pronunciaron igualmente por la formaci¨®n de una aut¨¦ntica Comunidad Latinoamericana de Naciones.

Estas dos resoluciones est¨¢n expl¨ªcitamente formuladas en la llamada declaraci¨®n bolivariana de Caracas, documento que recoge las principales conclusiones del congreso sobre pensamiento pol¨ªtico latinoamericano, organizado por el Congreso de Venezuela con motivo del bicentenario del nacimi.ento de Sim¨®n Bol¨ªvar.Al congreso, en el que estaban representadas pr¨¢cticamente todas las tendencias pol¨ªticas democr¨¢ticas de Am¨¦rica Latina y del Caribe, asistieron los ex presidentes Lidia Gueiler y Walter Guevara Arce, de Bolivia; Alfonso L¨®pez M¨ªchelsen, de Colombia; Rodrigo Carazo, de Costa Rica; Luis Echeverr¨ªa, de M¨¦xico, y el general Francisco Morales Berm¨²dez, de Per¨². Estaban presentes tambi¨¦n el miembro d¨¦ la Direcci¨®n Sandinista de Nicaragua Sergio Ram¨ªrez y el presidente de la Asamblea Popular cubana, Flavio Bravo.

La reuni¨®n, convocada con la intenci¨®n de promover el resurgimiento de un esp¨ªritu de integraci¨®n regional, hace un llamamiento a todos los Gobiernos de Am¨¦rica Latina y el Caribe para que, "superando las limitaciones de una visi¨®n antihist¨®rica y sin grandeza y las acechanzas divisionistas del inter¨¦s extranjero, realicen su integraci¨®n econ¨®mica, social, pol¨ªtica y cultural". A este respecto, la declaraci¨®n pide que se trabaje para fundar una Comunidad Latinoamericana de Naciones, dotada de las instituciones y de los poderes necesarios para realizar sus fines integradores".

Dos factores han contribuido para que se resuciten en estos momentos proyectos siempre frustrados, tendentes a culminar la utop¨ªa del Libertador. Por un lado, la evidencia, tras la guerra de las Malvinas, de que los pa¨ªses del subcontinente no cuentan con un aliado seguro fuera de la regi¨®n y que no deben confiar m¨¢s que en sus propias fuerzas. En segundo lugar, las dif¨ªciles condiciones impuestas por los pa¨ªses industrializados a los Estados latinoameric¨¢nos que renegocian su deuda externa. De los 700.000 millones de d¨®lares de deuda externa mundial, 300.000 millones corresponden a pa¨ªses latinoamericanos, en especial a M¨¦xico, Venezuela, Brasil, Argentina y Per¨².

Sobre este tema en concreto, el congreso aprob¨® una resoluci¨®n separada, en la que se recomienda a los Gobiernos de los pa¨ªses latinoamericanos que coordinen su acci¨®n para el arreglo de su deuda externa, "de acuerdo con la capacidad real de pago de cada pa¨ªs".

La declaraci¨®n expresa su condena contra los dictaduras de la regi¨®n, y sobre el problema de los desaparecidos pide "la sanci¨®n para los responsables de tanto dolor americano". Condena el documento la adhesi¨®n imperial contra las Malv¨ªnas y la presencia de bases extranjeras en Am¨¦rica Latina y reclama el derecho a la independencia del pueblo de Puerto Rico y respecto al acuerdo sobre el canal de Panam¨¢.