Negociaciones pesqueras

Le estar¨ªa profundamente agradecido si diera cabida en su p¨¢gina de cartas a mi estupor ante la alegr¨ªa con que se est¨¢ tratando el tema de las negociaciones pesqueras con Njarruecos. En todos los medios de comunicaci¨®n que abordan este asunto se habla con insistencia de c¨¢nones, de limitaci¨®n de capturas o de unidades, de contraprestaciones... Se ha alarmado al personal con el anuncio de posibles rupturas y se le ha tranquilizado luego anunciando la reanudaci¨®n de las conversaciones. Sin embargo, nadie, ni la Administraci¨®n ni los expertos analistas de Prensa, ha mencionado en alg¨²n momento la espada de Damocles que pende sobre cualquier tratado en el que se incluye faenar en unas aguas -las del S¨¢hara Occidental- que no son de soberan¨ªa marroqu¨ª, sino que tienen su leg¨ªtimo due?o, aunque nuestros gobernantes, ¨¦stos igual que los anteriores, quieran hacer como que no se enteran.Tanto silencio sobre una cuesti¨®n primordial -se firme o no se firme el acuerdo con Marruecos, que se firmar¨¢, o se prorrogar¨¢ el actual- me hace pensar en una posible complicidad entre pol¨ªticos y periodistas para eludir aparentemente responsabilidades. Todos saben, todos sabemos que mientras no se solucione el conflicto que provoc¨® Espa?a en su antigua colonia no puede haber acuerdo pesquero que valga; por lo menos, un acuerdo serio que garantice la seguridad de hombres y barcos. Marruecos seguir¨¢ chantajeando, abriendo ventanas o balcones, y el Frente Polisario, con la raz¨®n y el derecho de su lado, apresar¨¢ a quienes van a esquilmar sus riquezas enriqueciendo, encima, a su enemigo, pag¨¢ndole por utilizar unas aguas que ocupa ilegalmente. No logro entender c¨®mo unos socialistas, en quienes, por otra parte, tanta confianza y esperanzas pusimos tantos, pueden practicar la misma pol¨ªtica que con tanta energ¨ªa denunciaron anteayer mismo. /