Dirigentes sindicales de la polic¨ªa sospechan que sus tel¨¦fonos est¨¢n intervenidos

Los cuadros dirigentes de los diversos sindicatos policiales han expresado a EL PAIS sus sospechas de tener intervenidos sus tel¨¦fonos, controles que, en general, atribuyen a servicios ajenos a la propia Polic¨ªa. Los dirigentes de los sindicatos policiales Uni¨®n Sindical de Polic¨ªa (USP) y Sindicato Profesional de Polic¨ªa (SPP) tienen fuertes sospechas de que las l¨ªneas de sus sedes y de sus respectivos domicilios se hallan intervenidos, control que atribuyen a servicios secretos no civiles.

El propio Manuel Nov¨¢s, dirigente del SPP, asegura haber Regado a comprobar mediante un aparato especial que su tel¨¦fono particular se encuentra pinchado, por un sistema de alta sofisticaci¨®n que no permit¨ªa eludir la intervenci¨®n. Polic¨ªas nacionales, dirigentes del clandestino Sindicato Unificado de Polic¨ªa, expresan id¨¦nticas sospechas sobre la intervenci¨®n de sus tel¨¦fonos por servicios civiles y militares. Los miembros de la Plataforma Unitaria de Polic¨ªa tampoco son ajenos a estas sospechas, aunque muestran una menor preocupaci¨®n.Alg¨²n mando de la Brigada de Interior no tiene reparo en confesar, en privado, que su tel¨¦fono se halla intervenido por el CESID (Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa). Precisamente, en medios policiales se atribuye el grueso de las escuchas a dicho organismo, por su mayor grado de autonom¨ªa y abundancia de medios financieros y, en menor medida, a la propia Guardia Civil.

Baniandr¨¦s: "No he hecho escuchas ilegales"

Por su parte, Mariano Baniandr¨¦s, recientemente destituido como responsable de la Brigada de Interior, niega rotundamente la veracidad de las afirmaciones vertidas contra su persona en el sentido de que utilizaba escuchas policiales para proporcionar informaci¨®n al vicepresidente Alfonso Guerra. Baniandr¨¦s asegura que la citada Brigada, durante el tiempo que ostent¨® su mando, no realiz¨® escuchas ilegales. "Si algui¨¦n est¨¢ capacitado materialmente para realizar las escuchas ilegales, no es la Polic¨ªa", agrega.

No niega tampoco que haya podido ser objeto de cierto control por servicios secretos no civiles, por intereses obvios sobre la informaci¨®n que pose¨ªa en materia involucionista. Tampoco se atreve a precisar la finalidad que dichos servicios dar¨ªan a dicha informaci¨®n absorbida, aunque tampoco descarta motivos de autodefensa.

Fuentes policiales de muy diverso signo no dudan en se?alar que el Gobierno y concretamente, el vicepresidente Alfonso Guerra, no es el destinatario de la informaci¨®n generada por las escuchas, toda vez que ¨¦stas escapan a su propio control. Apuntan, en todo caso, que ¨¦ste no utiliza para ello los medios policiales y se inclinan m¨¢s a creer que el Gobierno es m¨¢s controlado que controlador.

El dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, abona esta tesis y afirma su convicci¨®n de que ni Guerra ni los ministros se dedican a controlar los tel¨¦fonos; muy al contrario, piensa que ¨¦stos son controlados por ciertos "servicios aut¨®nomos", temor que afirma le ha sido confesado por m¨¢s de un ministro.

En esta guerra de espionajes, hace alrededor de un mes fue robado un cuadro del Hotel Carlton en el que estaba representado el organigrama de la planta baja, con sus entradas y salidas. Un miembro de la Brigada de Interior no duda en atribuir tan ins¨®lito robo a ciertos servicios secretos espa?oles, no policiales, que deseaban conocer la distribuci¨®n del mismo de cara a implantar controles telef¨®nicos. Seg¨²n las mismas fuentes, un robo de caracter¨ªsticas similares se ha producido en un lujoso hotel madrile?o, frecuente escenario de convenciones, si bien la direcci¨®n del mismo no ha confirmado la noticia.

Mandos de la Brigada de Interior se lamentan precisamente de la carencia de medios para efectuar las escuchas, frente a la Guardia Civil y CESID. Seg¨²n dicha versi¨®n, s¨®lo el CESID posee medios sofisticados para realizar las intervenciones telef¨®nicas de los centros de la c¨²spide del poder que poseen secr¨¢fono -dispositivo que vuelve ininteligible las conversaciones telef¨®nicas, salvo para el tel¨¦fono destinatario que posea el mismo-. Consideran, asimismo, revelador que baio el Instituto de Semillas Selectas de la Moncloa, donde tienen sus despachos el presidente y el vicepresidente del Gobierno, est¨¦n ubicadas unas dependencias a las que s¨®lo tiene acceso personal militar, perteneciente al CESID seg¨²n fuentes policiales.

Cabe precisar que, consultado al respecto un portavoz autorizado del citado organismo militar, ni confirm¨®ni desminti¨® que dichas dependencias fueran controladas por el CESID. A t¨ªtulo personal, el portavoz explic¨® que es normal en otros pa¨ªses el que los servicios de inteligencia militar proporcionen a los jefes de Gobierno un sistema que garantice sus comunicaciones en caso de emergencia nacional.

El semanario Cambio 16 informa, en su ¨²ltimo n¨²mero, que una reciente investigaci¨®n policial comprob¨® la existencia de derivaciones de las redes de transmisiones oficiales del Gobierno hacia dicho s¨®tano y recuerda que en relaci¨®n con la intentona golpista del 23 de junio de 1981 fue detenido el teniente coronel Antonio Sicre Canut, hasta el d¨ªa anterior responsable m¨¢ximo de las comunicaciones de la Moncloa.

En esta guerra de escuchas, mandos de la Brigada de Interior, dedicada a combatir la involuci¨®n, se quejan de que mientras a ellos les est¨¢ vetado intervenir tel¨¦fonos de militares, el CESID tiene posibilidad de intervenir sus l¨ªneas. Fuentes solventes policiales aseguran que ni todas las escuchas de la Polic¨ªa se realizan en dependencias oficiales -existen locales secretos-, ni todas tienen car¨¢cter legal.