La censura de Pinochet no conseguir¨¢ evitar que los chilenos participen hoy en la tercera jornada de protesta nacional

Pese a una censura de Prensa que el franquismo hubiera reclamado envidiosamente para s¨ª, los chilenos han sido convocados hoy a su tercera jornada nacional de protesta, mediante llamadas telef¨®nicas, avisos verbales y alguna octavilla que ha escapado a la ca¨ªda en manos policiales de la Imprenta de la Multipartidaria; todo un ingenioso tam-tam de una poblaci¨®n amordazada.

El Comando Nacional de Trabajadores y la Multipartidaria piden la suspensi¨®n de actividades comerciales y financieras, paros intermitentes en los centros de trabajo, no asistencia a las escuelas y, a las seis de la tarde, concierto de cacerolas, sinfon¨ªa de bocinazos, el encender y apagar las luces de los pisos exteriores, en un sorprendente gui?o nacional, y retirada a los domicilios, para evitar las provocaciones de los elementos parapoliciales y nuevos asesinatos de franco tiradores desde autom¨®viles sin matr¨ªcula. No obstante, ¨¦ste ser¨¢ s¨®lo un escal¨®n m¨¢s -el tercero- en la lucha de los chilenos contra Pinochet. Las detenciones, los despidos, la desinformaci¨®n y el amedrentamiento dominan el crudo invierno de Santiago.El domingo, 380 personalidades chilenas presentaron un recurso ante la Corte Suprema de Justicia contra la detenci¨®n e incomunicaci¨®n del ex canciller Gabriel Vald¨¦s, secretario de la Democracia Cristiana chilena, y los dirigentes tambi¨¦n democristianos Jos¨¦ Lavandero y Jos¨¦ de Gregorio. El jueves deber¨¢n decidir los jueces si contin¨²a su prisi¨®n preventiva. Junto a ellos quedaron encarcelados un soci¨®logo, un estudiante de teolog¨ªa y la due?a de la imprenta donde se imprimieron los 700.000 panfletos de la Multipartidaria, convocando a la jornada de lucha de hoy. Entre los firmantes del escrito figuran el ex vicepresidente de la Rep¨²blica, Bernardo Leighton, el obispo auxilar de Santiago, monse?or Hourton, Radomiro Tomic, escritores, artistas, un exrector de la todopoderosa Universidad Cat¨®lica de Santiago...

Vald¨¦s, Lavandero y De Gregorio fueron interrogados durante seis horas antes de ser introducidos en un furg¨®n y trasladados a la c¨¢rcel p¨²blica de Santiago, en un r¨¦gimen de incomunicaci¨®n que ni siquiera se le impuso a Rodolfo Seguel, l¨ªder de los trabajadores del cobre y del comando nacional. Asimismo, ha sido el poder judicial quien se ha plegado a los requerimientos del Ministerio del Interior, encarcelando al secretario general de la primera fuerza social y pol¨ªtica del pa¨ªs. Con aplausos y vivas y cantando en la calle el himno nacional, unas 50 personas despidieron el furg¨®n celular que trasladaba a los detenidos. Horas despu¨¦s eran detenidas tres mujeres, capitaneadas por la ex parlamentaria Wilda Saavedra.

La sede de la Coordinadora Nacional Sindical -la m¨¢s combativa de las cinco organizaciones que integran el Comando Nacional de Trabajadores- fue allanada durante dos horas, practicando la polic¨ªa cinco detenciones. Tambi¨¦n en el centro de Santiago, los carabineros detuvieron a 14 familiares de desaparecidos que se manifestaban pac¨ªficamente. El menor movimiento opositor es reprimido con celeridad y eficacia. El presidente Pinochet, que asegur¨® no tolerar una protesta m¨¢s, cumple sus amenazas. El temor en la v¨ªspera de esta tercera protesta nacional resid¨ªa en que se multiplicaran los actos de vandalismo del mes pasado, durante los cuales la polic¨ªa declar¨® zona libre barrios enteros de Santiago y en los que el lumpen al servicio de la Central Nacional de Informaciones (polic¨ªa pol¨ªtica) saque¨® a discreci¨®n y asesin¨® a cuatro j¨®venes, atribuy¨¦ndose los des¨®rdenes a una conspiraci¨®n de la Internacional Comunista.

Lo que no ha llegado a la poblaci¨®n chilena es la un¨¢nime reacci¨®n internacional de repulsa por estas detenciones, y m¨¢s concretamente por las de Vald¨¦s, Lavadero y De Gregorio. Las agencia de noticias recogen, sin que la amordazada Prensa chilena pueda, evidentemente, reflejarlas, las duras declaraciones de destacadas personalidades pol¨ªticas de todo el mundo. Quiz¨¢ por su severidad y por las pocas sospechas que puede levantar quien las pronunci¨® haya que destacar las palabras del canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Kohl, para quien el encarcelamiento de Vald¨¦s y sus correligionarios constituye "un error catastr¨®fico de las autoridades chilenas".

El Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y varios partidos pol¨ªticos espa?oles tambi¨¦n se han sumado al coro de protestas internacionales, lo mismo que Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana, con el que el ex ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Eduardo Frei colabora asiduamente.

Mientras, comienzan a llegar los primeros exiliados que se acogen a las recientes autorizaciones para volver. Desde el s¨¢bado se encuentra en Chile la viuda del excanciller Orlando Letelier, asesinado en Estados Unidos.