Defender nuestra siderurgia, defender el empleo
En el espacio de pocos d¨ªas se han sucedido la ruptura de las negociaciones sider¨²rgicas y el decreto sobre inversiones del Gobierno, con el tel¨®n de fondo de la lucha de los trabajadores de AHM en defensa de su empleo. M¨¢s all¨¢ del grave precedente que, en opini¨®n del autor de este art¨ªculo, significa retomar los ya olvidados m¨¦todos de tratamiento de los temas industriales y laborales, en vez de poner en pr¨¢ctica la anunciada concertaci¨®n, Mart¨ªn Arce se centra en estas l¨ªneas en el contenido, intenci¨®n y argumentaciones del decreto sider¨²rgico.
Desde la responsabilidad de un sindicato firmante de unos recientes acuerdos, cuyos sacrificios laborales ya se han cumplido (m¨¢s de 4.000 puestos de trabajo se han perdido ya, y las limitaciones salariales se han llevado a la pr¨¢ctica), y que fue apoyado en su d¨ªa por el PSOE (se firmaron en el a?o 1981), hay que se?alar, al menos, dos graves incumplimientos:a) Aunque el decreto no lo dice, las repetidas declaraciones del Gobierno y la ausencia de inversiones previstas para mantener la cabecera de AHM revelan la voluntad de hacer desaparecer una de las tres siderurgias integrales que se acord¨® mantener.
b) De las tres inversiones b¨¢sicas (dos nuevas acer¨ªas y un TBC) que se acordaron, el TBC se suprime.
En el trasfondo se sit¨²a una voluntad de reducci¨®n de hecho de nuestra capacidad productiva en siderurgia, posici¨®n que CC OO no comparte, de la misma forma que no compartimos los argumentos con que se ha venido dando a entender a la opini¨®n p¨²blica que la ¨²nica forma de hacer rentables las empresas es actuar sobre las plantillas.
Desmantelamiento industrial
CC OO ha sido y es partidaria de que se acometan los procesos de reconversi¨®n industrial (?ojal¨¢ se hubieran realizado antes las inversiones previstas y el saneamiento financiero necesario!), y por eso firmamos en su d¨ªa los acuerdos y trabajamos por su cumplimiento.Las divergencias reales se sit¨²an en c¨®mo se realiza: si es por la v¨ªa del desmantelamiento industrial y los despidos masivos, como se est¨¢ proponiendo, no podemos estar de acuerdo.
1. Respecto de nuestra capacidad de producci¨®n, y puesto que las decisiones estrat¨¦gicas en siderurgia se realizan a diez o quince a?os vista, no podemos condenarnos a ser a medio plazo un pa¨ªs importador. Es necesario suponer un crecimiento sostenido de nuestro consumo interno (no se olvide la importancia del consumo de acero como indicador del nivel de desarrollo de un pa¨ªs), a no ser que no se prevea por parte del Gobierno una pol¨ªtica econ¨®mica expansiva. Por otro lado, nuestro diferencial de consumo de acero per c¨¢pita en relaci¨®n a los pa¨ªses de la CEE es todav¨ªa muy alto (350 kg./hombre-a?o en la CEE frente a 212 en Espa?a, en el a?o 1982).
2. En lo referente a la decisi¨®n de instalaci¨®n del TBC, a nadie le cabe duda de que, una vez dentro de la CEE, resulte pr¨¢cticamente imposible la ampliaci¨®n de capacidad de productos de cabecera e intermedios, como es la bobina caliente, sobre todo teniendo en cuenta que es un producto excedentario en la Comunidad.
3. Las p¨¦rdidas de las empresas se deben en lo fundamental a la falta de competitividad en el coste y a los enormes gastos financieros que soportan. Para me orar el coste y la calidad hay que realizar las inversiones productivas que reclamamos. Si comparamos las p¨¦rdidas totales del sector. para el a?o 1981 (unos 39.500 millones de pesetas) con los gastos financieros (32.800 millones), nos daremos cuenta de su importancia decisiva: est¨¢ claro, en todo caso, que los responsables no son los trabajadores.
4. En todo caso, no se puede justificar el cierre de la cabecera de AHM argumentando que pierde dos millones de pesetas por trabajador, olvidando que, desde 1979 a 1982, la facturaci¨®n ha crecido en un 70% (superior a la media del sector), la productividad ha pasado de 120 a 160 toneladas/hombre y que las p¨¦rdidas en ese per¨ªodo han disminuido en pesetas constantes. ?Por qu¨¦ si en peor situaci¨®n AHM pod¨ªa permanecer, seg¨²n los acuerdos anteriores, ahora no es as¨ª?
Contradicciones
Hay, pues, muchas contradicciones en las mismas instituciones, en las mismas personas, incluso, que ayer dijeron blanco y hoy negro.Si a eso se a?ade la posici¨®n inamovible del Gobierno en la negociaci¨®n, frente a la posici¨®n flexible de CC OO (admitiendo, por ejemplo, un retraso hasta el a?o 1985 en la construcci¨®n del nuevo TBC, en virtud de la ampliaci¨®n de los actuales), y las continuas amenazas p¨²blicas de cierre de Sagunto, que han llevado casi a la desesperaci¨®n a un pueblo entero, se podr¨¢ entender por qu¨¦ no se ha llegado aun acuerdo que hubiera sido necesario.
CC OO va a seguir defendiendo nuestra siderurgia y el empleo de los trabajadores. Y m¨¢s teniendo en cuenta el car¨¢cter de precedente que el tratamiento de este sector tiene para el resto de los sectores en reconversi¨®n. Con un libro blanco que no prev¨¦ medidas de reindustrializaci¨®n y que se limita a las operaciones quir¨²rgicas en las empresas, la siderurgia y Sagunto se convierten en un punto de referencia de futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Comisiones Obreras
- Altos Hornos del Mediterr¨¢neo
- Reconversi¨®n industrial
- Presidencia Gobierno
- Sector metal
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Pol¨ªtica industrial
- Sindicatos
- Uni¨®n Europea
- Empleo
- Organizaciones internacionales
- Gobierno
- Sindicalismo
- Relaciones laborales
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Pol¨ªtica laboral
- Empresas
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Industria
- Administraci¨®n p¨²blica
- Trabajo