El concierto de Miguel R¨ªos

Las cr¨ªticas que publican Pedro Calvo y J. M. Costa el d¨ªa 7 de julio de 1983 en su diario sobre el concierto de Miguel R¨ªos, m¨¢s que una informaci¨®n es un intento de provocaci¨®n a los m¨¢s de 40.000 espectadores que asistimos al campo del Rayo. Sabemos que el cambio llega poco a poco, pero cuando ¨¦ste se manifiesta en conciertos como el de Miguel R¨ªos, patrocinados por un ministerio, que por fin subvenciona la cultura popular posibilitando a la casi totalidad de la poblaci¨®n joven espa?ola ver grupos en directo; cuando las instalaciones deportivas sirven para algo m¨¢s que el f¨²tbol y hasta se quedan peque?as; cuando un ministro de Cultura acude a entregas de discos y conciertos; cuando no hay peligro de vender un rock ni se trafica con los sentimientos, sus cr¨ªticos Pedro Calvo y J. M. Costa persisten en hacernos creer que el cambio est¨¢ en el totus tuus, en ministerios ajenos a los espa?oles, en concentraciones sindicales, en aprovechamiento comercial y en manipulaciones evangelistas.Nosotras estuvimos en el campo del Rayo y no nos encontramos ning¨²n padre Peyton ni con ning¨²n Cristo subido en la monta?a, sino con un concierto-espect¨¢culo genial, digno de las 800 pesetas de la entrada y de lo que all¨ª se nos ofreci¨®. /