Incidentes, y escaso p¨²blico en la actuaci¨®n del 'rockero' Rod Stewart en Valencia
El concierto del rockero Rod Stewart en la plaza de toros de Valencia, el primero de su gira por Espa?a, fue en la noche del martes un desconcierto de p¨²blico y organizaci¨®n. La presencia en Valencia del m¨ªtico rockero no despert¨® el inter¨¦s de m¨¢s de 6.000 personas, que pagaron 2.000 pesetas para presenciar 100 minutos de recital ininterrumpido, decepcionando las previsiones de los organizadores, que esperaban vender en la velada musical 12.000 entradas. Numerosas personas resultaron contusionadas fuera de la plaza por la rotura de botellas y lanzamiento de otros objetos.
Gran n¨²mero de j¨®venes que quedaron fuera e intentaron escalar las rejas de la plaza o subir por edificaciones cercanas y participar en la fiesta sin pagar entrada originaron carreras e incidentes con la compa?¨ªa de la Polic¨ªa Nacional que a lo largo del recital sigui¨® sus escaramuzas.El recital se inici¨® a las 21 horas con la breve actuaci¨®n del grupo telonero Distrito 5, que calde¨® los cuerpos del p¨²blico. Sin embargo, un inexplicable espacio muerto, que se sucedi¨® hasta las 22. 10 horas, enfri¨® el ambiente, que no se recuperar¨ªa hasta la entrada triunfal de Rod Stewart. A lo largo y ancho del monumental escenario y de una peque?a pasarela central levantada sobre la arena del coso taurino, Stewart. realiz¨® m¨²ltiples contorsiones y demostraciones de su agilidad deportiva para enardecer a un p¨²blico dispuesto a dejarse arrastrar por el rockero.
El montaje de la infraestructura del espect¨¢culo se inici¨® el pasado viernes. La llegada de Stewart al aeropuerto de Manises de Valencia se produjo horas antes a bordo de un avi¨®n particular, que le trajo desde Niza, y bajo un cuidadoso anonimato para evitar la presencia de la Prensa, a la que no pretend¨ªa efectuar declaraciones. La falta de espacio lateral en la arena de la plaza no permiti¨® colocar sobre el escenario el marco caracter¨ªstico de los recitales de Stewart, una mujer recostada en traje de ba?o que sujeta con su brazo un bal¨®n de f¨²tbol.
Ruido de sirenas
El imponente sonido que sal¨ªa del equipo electr¨®nico qued¨® entrecortado por el ruido de sirenas de los coches policiales, que tras el primer enfrentamiento serio con los j¨®venes situados en el e'xterior fueron llegando a sus inmediaciones para con su presencia disuadirles de su pretensi¨®n de entrar sin pagar. En algunos momentos desde dentro y fuera de la plaza Se lanzaron botellas y botes de bebida a la escasa dotaci¨®n policial que al principio se encontraba en las puertas de la plaza. Varios n¨²meros de la Polic¨ªa Nacional entraron despu¨¦s en el recinto para evitar que desde las galer¨ªas exteriores se les lanzaran objetos.La Cruz Roja atendi¨® a diversos heridos, ninguno de consideraci¨®n. Consultados los registros de entrada del Hospital General y de la Ciudad Sanitaria La Fe, no ten¨ªan constancia de ingresos a ra¨ªz de los incidentes del recital. Fuentes oficiales del Gobierno Civil, por su parte, se?alaron que no hubo heridos.
El desconcierto del p¨²blico se mostr¨® al concluir el recital. Stewart s¨®lo compens¨® los aplausos con la repetici¨®n de una canci¨®n, y despu¨¦s la m¨²sica enmudeci¨® definitivamente. El p¨²blico reclam¨® con silbidos y gritos m¨¢s tiempo de actuaci¨®n, sin conseguirlo. Su decepci¨®n la demostr¨® lanzando botes y botellas contra el escenario, lo que hizo temer a los organizadores por la seguridad del equipo electr¨®nico. El limitado aforo conseguido por Stewart guarda relaci¨®n con el precio de entrada, ya que en el mismo recinto hace unas semanas George Moustaki y Luis Eduardo Aute complacieron a 7.000, personas que hab¨ªan pagado en taquilla 600 pesetas, mientras d¨ªas atr¨¢s el grupo Dire Straits llen¨® el estadio del Levante -unas 20.000 personas- con una entrada de 1.100 pesetas.
Una portavoz de la organizaci¨®n afirm¨® que Gay Mercader, director de Gay & Co., se encontraba en Marruecos, por lo que no era posible recoger su opini¨®n directa sobre la prohibici¨®n de los recitales de Madrid. Antes del recital la organizaci¨®n se puso en contacto con la autoridad gubernativa para solicitar presencia policial. Seg¨²n el Gobierno Civil, se indic¨® que la seguridad en el interior del recinto correspond¨ªa al propio servicio de orden de la empresa del espect¨¢culo, mientras en el exterior se dispuso un dispositivo policial disuasorio -integrado por una compa?¨ªa- que se mantuvo alejado del recinto hasta que surgieron las primeras escaramuzas.
Rod Stewart cant¨® lo m¨¢s destacado de su nuevo elep¨¦, Body wishes, y su popular Baby Jane, a lo largo de su actuaci¨®n. Tambi¨¦n rescat¨® viejos ¨¦xitos que model¨® con una voz cascada y quebradiza, lo m¨¢s personal de su interpretaci¨®n.
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