Doble derrota de Marchais en su viaje a Mosc¨²

El Partido Comunista Franc¨¦s (PCF) ha quedado como perdedor, en Mosc¨² y en Par¨ªs, al t¨¦rmino de un viaje rel¨¢mpago de una delegaci¨®n presidida por el primer secretario, Georges Marchais. ?ste, tras haberse atrevido a rectificar al n¨²mero uno sovi¨¦tico, Yuri Andropov, a su llegada a Par¨ªs, comprob¨® que el Partido Comunista de la URS S se hab¨ªa burlado de ¨¦l y de su partido.Los comunistas franceses han salido escaldados de su ¨²ltima experiencia moscovita: en la URSS, la Prensa oficial ha toreado a Marchais y a su delegaci¨®n. Y en Par¨ªs, el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, respondiendo a las declaraciones que sus aliados gubernamentales hicieron en Mosc¨², les ha echado un rapapolvo del que a¨²n no se conocen las ¨²ltimas consecuencias.

Hay que recordar que, el lunes pasado, al cabo de la entrevista Andropov-Marchais, se hizo p¨²blica una declaraci¨®n en la que el l¨ªder comunista franc¨¦s conven¨ªa que "el mayor peligro son los imperialistas americanos y los cohetes Pershing II que quieren implantar en Europa Occidental". Marchais y su delegaci¨®n, furiosos, obligaron a la agencia Tass a rectificar, "porque Marchais nunca ha pronunciado semejantes palabras". Y se rectific¨® con la publicaci¨®n de un comunicado com¨²n franco-sovi¨¦tico en el que Marchais hablaba de "reducci¨®n equilibrada de fuerzas" entre el Este y el Oeste. Para compensar y dar gusto a los comunistas sovi¨¦ticos, Marchais dec¨ªa que, al contabilizar las fuerzas de ambos bandos, hab¨ªa que tener en cuenta las bombas at¨®micas francesas y brit¨¢nicas, tesis rechazada por Par¨ªs.

Satisfechos, los comunistas regresaron convencidos de haber dado una prueba de su independencia respecto a Mosc¨² y seguros tambi¨¦n de que Mitterrand no les tendr¨ªa muy en cuenta lo de la contabilidad de la fuerza at¨®mica francesa. Los hechos les han quitado la raz¨®n. Ayer, la agencia Tass otra vez y el resto de la Prensa sovi¨¦tica reproduc¨ªan el comunicado com¨²n, Marchais-Andropov, pero con la declaraci¨®n inicial de Marchais sobre "el mayor peligro que son los americanos" para la paz mundial.

En el mismo momento, en su palacio presidencial del El¨ªseo, ante las c¨¢maras de televisi¨®n, Mitterrand, dirigi¨¦ndose a los comunistas, de manera directa, recordaba tranquila y tajantemente: "Todo lo que toca a la independencia nacional y a la integridad del territorio, no se decide en Mosc¨², ni en Washington, sino en Par¨ªs. Y soy yo quien lo decide". En conclusi¨®n: nadie conoce las intenciones secretas de un viaje del PCF a Mosc¨² que no es f¨¢cil explicar, pero las consecuencias parecen evidentes en Par¨ªs: si Marchais buscaba prestigio en Mosc¨², para ¨¦l y para su partido, Andropov ha sido cruel. Si pretend¨ªa ganar confianza ante Mitterrand, el presidente ha sido feroz.