Funcionarios de la c¨¢rcel de alta seguridad de Meco abortan una fuga de presos de ETA
Funcionarios de la prisi¨®n de alta seguridad de Meco, en las proximidades de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), desbarataron en la noche del mi¨¦rcoles un intento de fuga de presos de ETA militar. El trabajo para la huida se encontraba ya bastante avanzado, y ayer se desconoc¨ªa el n¨²mero de reclusos que colaboraron en la acci¨®n. El intento fue descubierto al comprobar que el cajet¨ªn de luz y megafon¨ªa de una celda hab¨ªa sido desencajado de la pared.
Seg¨²n fuentes penitenciarias, el hueco que qued¨® libre al retirar el cajet¨ªn permit¨ªa acceder al conducto de mantenimiento, por donde los internos pensaban descender hacia los s¨®tanos de la c¨¢rcel. La fuga se iba a producir en s¨¢bado, porque en ¨¦ste d¨ªa llegan varios autobuses de familiares de los presos y es f¨¢cil acceder desde los s¨®tanos al recinto donde aparcan y confundirse con las visitas. Esas mismas fuentes han denunciado la escasa seguridad de la c¨¢rcel, provocada, en su opini¨®n, por la infrautilizaci¨®n de los modernas sistemas de seguridad que posee, y el escaso n¨²mero de funcionarios expertos en su uso.El trabajo de los reclusos fue descubierto en el transcurso de una revisi¨®n de los conductos de mantenimiento, labor que, seg¨²n fuentes penitenciarias, no se efectuaba desde hace un a?o. Estos conductos son una especie de chimeneas que sirven para el tendido de cables de la luz y de la megafon¨ªa, y que en el argot de la c¨¢rcel se llaman patinillos. En las celdas existen unos cajetines, encajados a la pared con unos marcos de hierro de unos dos cent¨ªmetros, que dan a esos conductos. Funcionarios del servicio de mantenimiento de la c¨¢rcel subieron por los patinillos, que est¨¢n dotados de una escalera de metal, para comprobar que los cajetines no hab¨ªan sido manipulados. Al llegar a la celda 41 del m¨®dulo y donde est¨¢n recluidos 48 miembros de ETA militar, descubrieron que el cajet¨ªn hab¨ªa sido desencajado de la pared. Esta celda tiene defectos en la cerradura de la puerta, y se usaba para guardar colchones y ropa.
Los internos forzaron el cajet¨ªn ayud¨¢ndose, al parecer, de dos barras met¨¢licas que se hallaron entre los colchones de la celda, y que, seg¨²n las fuentes mencionadas, proced¨ªan de los topes de las cristaleras de los patios. Para forzar el cajet¨ªn tuvie ron que romper su cristal, al que sustituyeron por papel vegetal pegado sobre cart¨®n. Los presos hicieron esta labor con tanta habilidad que, seg¨²n los funcionarios, parec¨ªa un cristal de verdad. Posteriormente, forzaron el marco de hierro del cajet¨ªn, y ampliaron el hueco producido limando con las barras el hormig¨®n de la pared. Las barras hab¨ªan sido afiladas en forma de sierra, al parecer con una cortadora de fiambre que los internos tienen en el economato de la c¨¢rcel. Para disimular el hueco, unieron a la pared el cajet¨ªn, al que hab¨ªan colocado unas cuerdas a fin de manejarlo con facilidad. Utilizaron para ello una masilla fabricada con pegamento, tiza disuelta en agua, plastelina, pasta de dientes, y kanfort blanco. La sustancia resultante disimulaba a la perfecci¨®n los desperfectos ocasionados en la pared. Por el hueco, una vez ampliado, cab¨ªa a duras penas una persona no muy gruesa, que luego pod¨ªa descender sin problemas hacia el s¨®tano por el conducto. El lavabo de la celda tambi¨¦n hab¨ªa sido arrancado, al parecer para observar si se pod¨ªa descender por el desag¨¹e, lo que era imposible.
Los funcionarios, despu¨¦s de descubrir el hueco, sobre las 20 horas del mi¨¦rcoles, realizaron un cacheo que dur¨® hasta las tres de la madrugada del jueves, gracias al cual se descubrieron las barras y las sustancias usadas para fabricar la masilla. En la ma?ana de ayer se repitieron las pesquisas sin resultados positivos.
Varios meses de trabajo
Los internos, que tienen plena libertad para pasear por el m¨®dulo, debieron de tardar varios meses en hacer el hueco. Seg¨²n las fuentes penitenciarias, trabajaban por el d¨ªa, y se aprovecharon de que s¨®lo un funcionario permanece en la puerta del m¨®dulo. Seg¨²n las fuentes citadas los reclusos tienen, entre otros utensilios, material de marqueter¨ªa, ganchillos de los que se usan para hacer punto, ovillos de lana con los que pueden hacer cuerdas, y est¨¢n autorizados para tener cuchillos de cocina con filo de sierra.El director en funciones de la c¨¢rcel de Meco, Pedro Ramos, ha declarado que, aunque los presos hubieran logrado descender hasta el s¨®tano, no habr¨ªan logrado escapar de la c¨¢rcel. Sin embargo, fuentes penitenciarias han asegurado que les habr¨ªa sido f¨¢cil acceder desde el s¨®tano al recinto de los autobuses, y haber huido confundi¨¦ndose con las visitas que llegan a la c¨¢rcel los s¨¢bados.
La c¨¢rcel del Meco fue inaugurada en 1982, y cuenta con uno de los sistemas de seguridad m¨¢s modernos de Europa, seg¨²n inform¨® Europa Press. La c¨¢rcel cuenta con dos partes diferenciadas. En una est¨¢n recluidos 186 miembros de Eta, y en la otra presos comunes y preventivos hasta un total de 421, seg¨²n el director en funciones. Fuentes penitenciarias han denunciado el escaso aprovechamiento de los medios t¨¦cnicos, y la poca dotaci¨®n de funcionariado experto en el manejo de los sistemas modernos de vigilancia.
Para vigilar a los presos etarras, la c¨¢rcel cuenta con 50 c¨¢maras de televisi¨®n, sistemas de v¨ªdeo, y rayos infrarrojos en los s¨®tanos que detectan la presencia humana. Seg¨²n las fuentes citadas, hace tiempo que los funcionarios no utilizan esos instrumentos. Estos informantes han denunciado tambi¨¦n el n¨²mero reducido de funcionarios, y la libertad de movimientos de que gozan los internos.
La puerta de la celda ha sido precintada hasta que llege el juez y por el momento se desconoce el n¨²mero de etarras autores del hecho.
Por otra parte, hace tiempo se produjo un intento de fuga de similares caracter¨ªsticas en la zona de la c¨¢rcel de Meco destinada a presos preventivos, sin que los reclusos lograran huir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.