Diplom¨¢ticos
Sin duda por tener el s¨ªndrome de Estocolmo, ninguno de mis compa?eros ha contestado a¨²n al editorial contra la carrera diplom¨¢tica espa?ola publicado el pasado d¨ªa 15 en EL PA?S. Perm¨ªtaseme, pues, comentar algunos de sus puntos.1. El asunto del env¨ªo a la sede del PSOE de secretarios de embajada ser¨¢ grave o nimio, seg¨²n se mire. Pero lo que nadie puede sostener es que eso ocurre en los paises civilizados con los que queremos homologamos.
2. Los aires nuevos han llegado al Ministerio de Asuntos Exteriores. Han cambiado todos los directores generales, con contad¨ªsimas excepciones. Hac e un a?o se miraba con curiosidad al par de diriectores de los que se dec¨ªa que ten¨ªan carn¨¦ del PSOE.
3. Como las funciones del diplom¨¢tico son la informaci¨®n y la negociaci¨®n, y ambas siguen siendo necesarias, no veo que los diplom¨¢ticos se hayan quedado obsoletos. Los medios con los que a veces cuenta el diplom¨¢tico espa?ol, s¨ª.
4. Insinuar que los diplom¨¢ticos atra¨ªdos por la pol¨ªtica activa s¨®lo militan en los partidos de derechas es olvidar que el Partido Socialista Popular fue casi un partido de di plom¨¢ticos, y que gentes de ese oficio llevan muchos a?os movi¨¦n dose activamente en el PSOE y en c¨ªrculos liberales, y centristas.
5. ?Qu¨¦ entienden ustedes por asepsia culpable de los diplom¨¢ticos? Luis XI tambi¨¦n ve¨ªa las cosas as¨ª, y las remedi¨® nombrando embajador a su barbero. Como Cal¨ªgula nombr¨® senador ¨¢ su caballo. Nadie pudo negar la cualidad de s¨¦pticos a ambos nombrados. Desgraciadamente, hoy en d¨ªa los pa¨ªses pagan caros los nombramientos caprichosos./
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