El irredentismo armenio
HASTA EL brutal asalto de ayer a la Embajada turca en Lisboa, unos 40 diplom¨¢ticos, adem¨¢s de varias decenas de personas ajenas a la cuesti¨®n, han sido asesinados en los ¨²ltimos a?os por comandos terroristas armenios. Cuando se sigue el rastro de esta barbarie no se puede obviar la cita de su origen, que es la de una barbarie de Estado: en 1915 Turqu¨ªa, pese a las promesas de sometimiento de los armenios, deport¨® la totalidad de su poblaci¨®n a Siria y a Mesopotamia. De los dos millones de personas forzadas a este ¨¦xodo, unas 600.000 -seg¨²n historiadores objetivos- murieron en el camino, asesinadas o extenuadas. Seg¨²n cifras armenias, el genocidio en los a?os siguientes, hasta la firma del tratado de Alexandropol (1920) lleg¨® a ser de dos millones de personas. Lo que fue en tiempos una civilizaci¨®n no existe hoy; quedan unos dos millones de armenios en una supuesta armon¨ªa, la que se denomina Rep¨²blica Socialista Sovi¨¦tica de Armenia, dentro de la URSS, y unas extensas minor¨ªas aisladas, perseguidas y discriminadas, en Turqu¨ªa y en Ir¨¢n, adem¨¢s de un ¨¦xodo de emigrantes por numerosos pa¨ªses del mundo, especialmente en Estados Unidos. De los armenios establecidos, algunos de ellos en posiciones muy s¨®lidas econ¨®micamente, llegan los fondos y los est¨ªmulos para la prosecuci¨®n de la lucha contra Turqu¨ªa.Para estos armenios, su problema no es una cuesti¨®n hist¨®rica de hace 60 o 70 a?os, ni se ha borrado por los enormes acontecimientos mundiales producidos despu¨¦s. No est¨¢n vengando las antiguas v¨ªctimas, sino reclamando frente a una situaci¨®n actual, frente a una discriminaci¨®n perpetua, una p¨¦rdida del hogar nacional que sigue pesando sobre ellos cada d¨ªa y una condici¨®n de esclavitud que se ha ido agravando con los acontecimientos interiores de Turqu¨ªa. Como en todos estos movimientos de pueblos irredentos, hay una parte que trata de negociar y de reclamar al Gobierno turco un estatuto y un territorio especial, mientras otra acude al terrorismo. La v¨ªa de la negociaci¨®n ten¨ªa algunas perspectivas mejores cuando Turqu¨ªa estaba dirigida por un r¨¦gimen civil, aunque los armenios perpetraban sus atentados dentro del territorio. Los generales esgrimen ahora la idea, pensada para Washington y Occidente, de que la creaci¨®n de un territorio armenio supondr¨ªa, a la larga, el traspaso de ese territorio a la URSS. En realidad, la URSS, que sujet¨® tambi¨¦n mediante represiones el independentismo armenio en 1921, puede estar fomentando el irredentismo armenio en territorio turco, pero teme seriamente que suceda lo contrario: es decir, que la creaci¨®n de una autonom¨ªa armenia con las minor¨ªas de Turqu¨ªa y de Ir¨¢n pudiera servir para que traten de incorporarse a ella los territorios de su actual Rep¨²blica Federada de Armenia. Los millones de armenios sovi¨¦ticos conservan su iglesia propia -la apost¨®lica ortodoxa cristiana-, su alfabeto, sus tradiciones y su cultura, y mantiene siempre la esperanza de una soberan¨ªa total.
Los armenios est¨¢n ensangrentando Europa. Todas las soluciones policiales, todas las represiones y todas las investigaciones son, naturalmente, necesarias, pero s¨®lo una negociaci¨®n con los armenios, una cesi¨®n turca en una cuesti¨®n que quisieron resolver empleando por primera vez en el mundo las palabras exterminio total, puede establecer las condiciones necesarias para cortar la ra¨ªz del mal.
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