Mussolini, agitador, emotivo y primario
Benito Mussolini, que naci¨® hoy hace 100 a?os en Predappio, un pueblecito al norte de Florencia, y gobern¨® Italia desde 1922 a la debacle de 1944-1945, se ha visto perjudicado y favorecido, a la vez, por su inevitable asociaci¨®n con Adolf Hitler. Favorecido, porque al lado del alem¨¢n Mussolini era un prodigio de flexibilidad y compasi¨®n, y perjudicado, por su tendencia irresistible a presentarse en p¨²blico como un extra de pel¨ªcula de romanos, que hubiera descubierto la utilidad de raparse la cabeza algunos a?os antes que Yul Brynner.Seg¨²n la caracteriolog¨ªa de Lasswell, que divide al pol¨ªtico en agitador, administrador y te¨®rico, Mussolini pertenecer¨ªa a la primera categor¨ªa. La del hombre que siente de manera peligrosamente intensa el v¨¦rtigo del cambio social y de la capacidad de conjurar y utilizar movimientos populares no siempre dome?ables. Lenin, dentro de lo reflexivo, ser¨ªa el perfecto ejemplo del agitador.
La gran divisi¨®n de las personalidades p¨²blicas, que hacen Le Senne y Berger, en emotivos, activos o primarios-secundarios, nos adentra con mayor detalle en la personalidad del inventor del fascismo.
El emotivo, estrechamente emparentado con el agitador, es el hombre en el que la pasi¨®n, a veces coyuntural, inflama para la acci¨®n. El activo es aquel que posee la reserva de car¨¢cter, entendida ¨¦sta como osamenta mental, para reaccionar ante los obst¨¢culos lanz¨¢ndose decididamente contra ellos, aunque no necesariamente de cabeza. Napole¨®n, Clemenceau y Bismarck ser¨ªan emotivos-activos, todos ellos marcados por una tranquilizadora tendencia a la racionalizaci¨®n. El primario es el que ve como los datos reales del momento se superponen a las presencias del pasado llegando a anularlas, mientras que el secundario proyecta todo su conocimiento anterior sobre la realidad presente sin dejar que ¨¦sta le domine. El primario podr¨ªamos decir que vive al d¨ªa, y el secundario que viene de atr¨¢s. Benito Mussolini fue, pues, un agitador, emotivo, s¨®lo parcialmente activo con grandes tendencias al decaimiento, sobre todo despu¨¦s de que contrajera la s¨ªfilis en 1940, y primario matizado con una cierta capacidad de improvisaci¨®n, que en sus peores momentos se convert¨ªa en inoportunidad, como en la invasi¨®n de Albania y Grecia con el objeto de estar presente a la hora del reparto de Europa.
El agitador-emotivo-activo-primario es el tipo de hombre pol¨ªtico que Le Senne califica entre apasionado y col¨¦rico, cargando la capacidad de construir en la pasi¨®n y la de dar palos de ciego en la c¨®lera. Es el hombre que ante la horma de su zapato deja correr la frase: "Es la hora de que hable su majestad el ca?¨®n", y que racionaliza sus deseos hasta convertirlos en imperativos de acci¨®n porque no puede escapar a ellos. Por eso Mussolini se opone a la invasi¨®n de Polonia, retrasa indeciblemente la declaraci¨®n de guerra a Francia porque sabe que Italia no est¨¢ en condiciones de luchar, se inventa el ectoplasma de la guerra paralela que, idealmente, deber¨ªa librar contra Yugoslavia, pero, finalmente, se fuerza a la conclusi¨®n de que si Alemania obtiene la victoria sin el concurso de Italia, Roma ser¨¢ una naci¨®n de segunda fila. De ah¨ª viene la declaraci¨®n de guerra a Francia el 10 de junio de 1940 y las desastrosas invasiones de Albania y Grecia en 1941. Una carga de sobreactividad del agitador-emotivoprimario conducir¨ªa en 1945 al fin del sue?o imperial y mediterr¨¢neo de Mussolini, fusilado en Verona por un comunista coronel de partisanos llamado Walter Audisios.
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