Langhorne Motley,el John Wayne de la diplomacia norteamericana

Existe una gran expectaci¨®n sobre la actuaci¨®n en los pr¨®ximos meses del nuevo secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Langhorne A. Motley, considerado por una fuente diplom¨¢tica brasile?a como el John Wayne de la diplomacia norteamericana. Motley sucede a Thomas Enderns, qui¨¦n pronto llegar¨¢ a Madrid para hacerse cargo de la Embajada de EE UU.

Una de las condiciones que Mootley considera importante para empezar cualquier tipo de negociaci¨®n en Am¨¦rica Central es aplastar militarmente la guerrilla de El Salvador y hundir al Gobierno de Nicaragua a cualquier precio.Seg¨²n una alta fuente diplom¨¢tica, la opini¨®n de Motley sobre las gestiones del grupo de Contadora es la peor posible, algo as¨ª como si perdieran el tiempo en tonter¨ªas diplom¨¢ticas. Por lo menos con tres pa¨ªses, el nuevo secretario de Estado adjunto no despierta, en estos momentos, ninguna simpat¨ªa: Brasil, Venezuela y M¨¦xico. En Brasilia, en charlas privadas con diplom¨¢ticos, se escuch¨® de Motley la observaci¨®n de que Am¨¦rica Central es un problema militar. Si deber¨ªa haber intervenci¨®n directa o encubierta era una cuesti¨®n a ser analizada.

El predecesor de Motley, Thomas Enders, sell¨® su salida del cargo en Madrid durante su visita en octubre del a?o pasado. En las conversaciones que sostuvo con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, Enders dijo claramente que la v¨ªa m¨¢s razonable para el comienzo de la soluci¨®n de los conflictos en Centroam¨¦rica era la negociaci¨®n. Al mismo tiempo que defend¨ªa esa fesis, absolutamente minoritaria en los despachos de la Casa Blanca, Enders hizo una sugerencia diplom¨¢tica a Felipe Gonz¨¢lez para que participara en ese esfuerzo de una manera efectiva.

El papel de Clark

Las posiciones que Enders defendi¨® en Madrid irritaron profundamente al superhalc¨®n William Clark, el asesor de seguridad nacional, enemigo p¨²blico y conocido de cualquier tipo de negociaci¨®n con la guerrilla de El Salvador o de poner fin fin a los ataques desestabilizadores contra el Gobierno nicarag¨¹ense. Enders, diplom¨¢tico profesional, percibi¨®, despu¨¦s de sus primeras declaraciones favorables a una negociaci¨®n pol¨ªtica en la regi¨®n, c¨®mo crec¨ªa dentro de la Casa Blanca una ola contraria que terminar¨ªa por derribarlo del cargo en poco tiempo.En ning¨²n momento evit¨® esconder que su salida del cargo representar¨ªa un cambio violento en la ya torpe pol¨ªtica norteamericana en la zona.

Henry Kissinger, en sus tiempos de todopoderoso secretario de Estado, fue presentado a Enders, al que dijo: "Finalmente conozco a una persona m¨¢s arrogante que yo".

Con su nombramiento al frente de la comisi¨®n bipartidaria para Centroam¨¦rica, Kissinger intentar¨¢ construir un Camp David para la regi¨®n.

Clark defendi¨® el nombramiento de Motley, que ocupaba la embajada en Brasilia. Se atribuye a Clark el haber convencido a Reagan de que el puesto necesitaba un ejecutivo y no un diplom¨¢tico profesional. Motley, coronel de la fuerza a¨¦rea, instructor de la Escuela de las Am¨¦ricas de Panam¨¢ de contrainsurgencia, tiene una p¨¦sima imagen en Am¨¦rica Latina.