Antonio Carasol
Un ex senador socialista espa?ol, contratado como ministro plenipotenciario de San Marino en la Conferencia de Madrid
Antonio Carasol, de 54 a?os de edad, aragon¨¦s de nacimiento y espa?ol de nacionalidad, militante socialista desde hace cerca de 30 a?os -m¨¢s de la mitad en el exilio-, senador por la provincia de Teruel en la primera legislatura, ha jurado fidelidad a las leyes de la Seren¨ªsima Rep¨²blica de San Marino y firmado una convenci¨®n con el Gobierno de ese diminuto pa¨ªs para representarle como c¨®nsul general en Espa?a y como ministro plenipotenciario en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), de la que se han despedido este fin de semana los 35 embajadores.
Carasol pas¨® de defender los intereses de Teruel a representar en el foro de la distensi¨®n internacional a un Estado desarmado, con 1.600 a?os de historia, 62 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, unos 27.000 habitantes y un presupuesto de 200 millones de d¨®lares (30.000 millones de pesetas). Una Rep¨²blica creada en torno a diez castillos que han dado lugar a otras tantas poblaciones. Un lugar, al noreste de Italia, a pocos kil¨®metros de la costa adri¨¢tica, donde los alcaldes se llaman capitanes de castillo, donde no hay un solo parado ni un solo preso, y que disfruta de la renta per c¨¢pita m¨¢s alta del mundo, incluyendo Kuwait.La relaci¨®n entre Antonio Carasol y San Marino nace a lo largo de sus 17 a?os de exilio italiano, durante los que, en su condici¨®n de miembro destacado del Partido Socialista de Italia, frecuent¨® sus visitas a San Marino y mantuvo contactos con los pol¨ªticos de aquel pa¨ªs.
El caso de Antonio Carasol no es ¨²nico en San Marino. Debido a los pocos recursos econ¨®micos y humanos de que dispone ese pa¨ªs, s¨®lo cuenta con un embajador propio, el de Roma. El resto de las representaciones diplom¨¢ticas de San Marino en otros pa¨ªses o instituciones internacionales est¨¢n a cargo de personas amigas a los que se contrata temporalmente.
Polic¨ªas y jueces contratados
San Marino no s¨®lo contrata su diplomacia. Tambi¨¦n contrata los jueces y la polic¨ªa. "Para evitar que haya favoritismos por v¨ªnculos familiares -frecuentes en un pa¨ªs tan peque?o-, la administraci¨®n de justicia queda a cargo de magistrados italianos", explica Carasol. "En San Marino existen las reminiscencias de la llamada Guardia de Rocas -encargados de vigilar las murallas-, y la Guardia Noble -encargada de dar escolta al jefedel Estado-, pero la gendarmer¨ªa no es de San Marino, sino que se contratan miembros de los carabinieri italianos, unos 100 hombres".La jefatura del Estado de San Marino est¨¢ ocupada por dos capitanes regentes -cada uno tiene poder de veto sobre el otro-, que son elegidos cada seis meses por el Parlamento. El partido m¨¢s importante del pa¨ªs es la Democracia Cristiana y el Gobierno actual es una coalici¨®n de socialistas y comunistas. Su Constituci¨®n data del a?o 1300.
Antonio Carasol se toma muy en serio su trabajo en la Conferencia de Madrid y considera que el pa¨ªs al que representa puede desempe?ar un papel importante en esta reuni¨®n. 'Ta raz¨®n de las armas es la raz¨®n m¨¢s importante, y los que poseen las m¨¢s mort¨ªferas son los que imponen ciertas condiciones en esta Conferencia. Pero la CSCE sirve para que exista un di¨¢logo entre todos los pa¨ªses y se busque una pol¨ªtica de distensi¨®n. Estas negociaciones crean opini¨®n p¨²blica en todos los pa¨ªses y las grandes potencias no pueden permitirse el lujo de ser s¨®lo apisonadoras, sino que tiene tambi¨¦n que escuchar las razones de los pa¨ªses menores", afirma. "San Marino es un Estado que no tiene armamentos, pero s¨ª tiene intereses de supervivencia. Su lema ha sido siempre la democracia y la libertad. Cuando usted llega a la Rep¨²blica de San Marino encontrar¨¢ un cartel -no hay pr¨¢cticamente fronteras- que le dice: 'Bienvenido a las tierras de la libertad'. San Marino puede ser, por tanto, un ejemplo moral".
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