Julio Iglesias interrumpi¨® su recital de Mallorca para piropear al Rey
"En toda mi vida no he conocido un t¨ªo m¨¢s simp¨¢tico", dijo el cantante a don Juan Carlos desde el escenario
Cuando, ya casi al final de la primera actuaci¨®n de su gira anoche en Palma de Mallorca, Julio Iglesias grit¨® "Hey!", y se arrodill¨® en mitad del escenario, justo enfrente de los asientos ocupados por los Reyes de Espa?a -la Reina Sof¨ªa patrocinaba el concierto, de car¨¢cter ben¨¦fico-, todos supimos que al llamado "cantante espa?ol m¨¢s famoso del mundo", se le hab¨ªa ocurrido algo. Y en efecto: "Quiero dedicar un piropo a Su Majestad", dijo Julio. Sigui¨®: "Que en toda mi vida no he conocido un t¨ªo m¨¢s simp¨¢tico". El Rey rompi¨® a aplaudir y otro tanto las 1.600 personas del auditorio, que si hasta ese momento hab¨ªan prodigado los bravos y los aplausos dentro de un cierto orden, ahora se volc¨® ovacionando al mismo tiempo al Rey y a su piropeador.
El concierto comenz¨® con bastante puntualidad aunque ya una hora antes hab¨ªan empezado a llegar los asistentes. Pr¨¢cticamente todas las autoridades insulares, m¨¢s el presidente del Congreso, Gregorio Peces Barba, el marqu¨¦s de M¨®ndejar, Cuqui Fierro, el presidente del gobierno aut¨®nomo, el gobernador civil de Baleares, la vedette Tania Doris y el empresario Mat¨ªas Colsada, Joaqu¨ªn Prats, Manuel de la Calva y Ram¨®n Arcusa -un D¨²o Din¨¢mico, cuya segunda mitad es productor del propio Julio Iglesias-, as¨ª como el padre y la madre del cantante.Los reyes Don Juan Carlos y Do?a Sof¨ªa llegaron al auditorio de Palma acompa?ados por sus hijos las infantas Elena y Cristina y el pr¨ªncipe Felipe, as¨ª como tambi¨¦n por sus hermanos Constantino y Ana Mar¨ªa de Grecia con sus hijos. A destacar que todo el grupo real iba vestido con veraniega sencillez, espec¨ªalmente do?a Sof¨ªa y su cu?ada, contrastando con la ostentaci¨®n de que se hicieron gala la mayor parte de las damas que acudieron al concierto.
El efecto, fue la de ayer una noche en que los privilegiados que pudieron permitirse la adquisici¨®n de una localidad por 15.000 pesetas, se lo pusieron todo encima. Sedas, rasos, gasas, tules y dem¨¢s tejidos nobles se vieron muy bien acompa?ados por una gran profusi¨®n de joyer¨ªa. Y estaban los perfumes: tal era la mezcla que m¨¢s que un teatro parec¨ªa un jard¨ªn de Arabia.
Julio Iglesias completamente internacional. Cant¨® todo lo que un int¨¦rprete de su categor¨ªa debe cantar para satisfacer a un auditorio homog¨¦neo y fiel. Empez¨® con Quijote, que es una declaraci¨®n de principios: "Ser bohemio, poeta, ser golfo me va... Que presumo de ser espa?ol por donde voy". El tema Espa?a estar¨ªa presente en bastantes ocasiones a lo lardo del recital, sobre todo cuando enton¨® el Canto a Galicia, momento en el cual en el fondo del escenario se proyect¨® una bandera espa?ola. Este detalle suele tenerlo Julio cuando interpreta el mencionado tema en el extranjero, y aqu¨ª no iba a ser menos. Tuvo la gentileza, adem¨¢s, de acabar la canci¨®n con unas notas de sirtaki en honor del or¨ªgen griego de los ilustres hu¨¦spedes, los hermanos griegos de los reyes.
Al margen de todo lo anterior, el repertorio de Julio Iglesias en esta su reaparici¨®n ante el p¨²blico espa?ol tras casi siete a?os de ausencia, fue muy variado. Desde una magn¨ªfica versi¨®n del tema As times goes by, de la pel¨ªcula Casablanca, hasta una original interpretaci¨®n de Grande, grande, que inmortaliz¨® la italiana Mina, Julio se dio un paseo por los mejores temas, inclu¨ªdos los suyos. Estuvo en Latinoam¨¦rica moliendo caf¨¦, vio la, vida en rosa en Francia, y dese¨® volver a empezar en los Estados Unidos. Hizo en medley con temas propios como Soy un truh¨¢n, soy un se?or; Por el amor de una mujer, y Por esas peque?as cosas. Cant¨® mirando mucho a las Infantas De ni?a a mujer, y se extendi¨® much¨ªsimo interpretando Candilejas, seg¨²n cuya letra tambi¨¦n una mujer le abandona, lo cual es el leitmotiv de la mayor parte de sus canciones. Aunque, como confes¨®, con los ojos puestos en el Rey, "tampoco me va tan mal".
Al final, el Auditorio se vino abajo.
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