Truffaut dedica en su ¨²ltima pel¨ªcula un homenaje a Hitchcock y a la novela policiaca

Dos d¨¦cadas y media despu¨¦s de haber escandalizado con sus teor¨ªas a los ortodoxos del cine franc¨¦s, Fran?ois Truffaut sigue siendo el mismo enfant terrible que descubrimos en Los cuatrocientos golpes, un ni?o grande que cumple sus 51 a?os permiti¨¦ndose una nueva transgresi¨®n. Con el favor del p¨²blico, que pocas veces le ha fallado, Truffaut ha estrenado su ¨²ltima pel¨ªcula, adelant¨¢ndose en varias semanas al tradicional inicio de la temporada, con un homenaje a Hitchcock y a la novela policiaca.

Vivement dimanche es algo m¨¢s que un filme negro, y algo menos. O si se prefiere, nos encontramos ante una pel¨ªcula policiaca convencional pasada por el filtro de la memoria y aderezada con la sensibilidad del director, quien ha recreado The long saturday night, de Charles Williams, cuyo suicidio pas¨® desapercibido hace media docena de a?os."Williams es uno de mis favoritos", asegura Truffaut, quien no oculta sus aficiones por el g¨¦nero; "pero el gui¨®n lo escrib¨ª sin tomarme demasiado en serio la historia, en la que no es casualidad que haya pocos polic¨ªas y menos malhechores". El suspense es una excusa, como lo que se cuenta. Como una broma. M¨¢s, resulta curioso comprobar que Truffaut presenta su entra?able teor¨ªa sobre las mujeres al asesino, quien acaba justificando su comportamiento por amor.

"Las mujeres son algo m¨¢gico", confiesa el realizador. "Ser hombre me parece banal; ser mujer lo encuentro extraordinario. Pertenecen a ese universo misterioso y dan la sensaci¨®n de que conocen reglas y claves". Fanny Ardant, secretaria convertida en detective para demostrar la inocencia de su jefe (Jean Louis Trintignan), es la culpable de que Vivement dimanche haya sido la 21? pel¨ªcula de Truffaut. "Al ver el copi¨®n de la mujer de al lado, alguien me susurr¨® que Fanny parec¨ªa el personaje de un filme policiaco de la serie B".

Truffaut se tom¨® en serio la sugerencia y puso manos a la obra. "Preparar el gui¨®n me cost¨® 10 veces m¨¢s trabajo que la vez anterior". El rodaje divirti¨® a los actores y produjo una pel¨ªcula que relaja al espectador. La gente sale contenta, satisfecha, despu¨¦s de recibir un chorro de aire fresco. Cosa que ocurre pocas veces en el cine franc¨¦s, propenso a la horterada o al intelectualismo m¨¢s pedante.

Sin pretensiones, con un lenguaje cinematogr¨¢fico claro, limpio, bien aprendido del maestro del suspense, Vivement dimanche es para el protagonista "un perfecto Punto medio entre la comedia y la intriga". Trintignant trabaja por primera vez con Truffaut, quien ya hab¨ªa escrito los di¨¢logos de Jean-Louis en Mata-Hari (1963), de Richard.

"Fran?ois te deja a tu aire", dice el actor, "pero a veces se pone exigente y pide cosas muy precisas. Ambos comportamientos me encantan". La pel¨ªcula se rod¨® en siete semanas, ganando tres sobre el plan de filmaci¨®n. Ese ritmo fue deliberadamente escogido por el director, quien quer¨ªa as¨ª "contagiar a los actores la angustia de los personajes y el v¨¦rtigo de la historia, que se desarrolla siguiendo casi las tres unidades cl¨¢sicas".

Fanny Ardant, descubierta por Truffaut en un telefilme de cinco horas visto en Espa?a (Les dames de la cote), contin¨²a seduci¨¦ndole "por su gran boca, sus grandes ojos negros y su cara triangular". En Vivement dimanche, Fanny "da una imagen que va contra la idea rom¨¢ntica y l¨ªrica que el p¨²blico tiene de ella", aclara Truffaut, "aunque siga siendo ella misma, salvaje, agresiva, grave". La actriz reconoce que lo que m¨¢s le divirti¨® del personaje interpretado es que "hace re¨ªr sin dejar de ser un papel serio". Un rol que confirma la tesis del director, para quien "las mujeres, en el cine y en la literatura, vinculan la intriga mejor que los hombres, porque la acci¨®n pertenece a las mujeres".

En blanco y negro

La fotograf¨ªa en blanco y negro vuelve a ser del inseparable N¨¦stor Almendros, quien ha utilizado la oportunidad "para conjugar la rutina que nos acecha con el color, restituyendo la atm¨®sfera nocturna e intrigante de las comedias policiales que tanto nos gustaban". Truffaut reivindica el blanco y negro ("el color me da demasiada informaci¨®n") y proclama sin miedo que la mitad de las pel¨ªculas deber¨ªan hacerse sin colorines. Los derechos de reproducci¨®n en v¨ªdeo para todo el mundo ya est¨¢n vendidos.

Truffaut dice que sue?a en blanco y negro y que, rechazando el color, puede superar "la fealdad de la vida cotidiana". Para evadirse, sac¨¢ndose la espina de otra policiaca que le dej¨® insatisfecho ("ahora hago la autocr¨ªtica de La novia vestida de negro, 16 a?os despu¨¦s"). Vivement dimanche ha sido pensada en negros y grises. Trajes, decorados y dem¨¢s atrezzo fueron dise?ados pensando en la emulsi¨®n. Almendros tambi¨¦n utiliza una iluminaci¨®n por zonas, "necesaria para crear el relieve que el color da hecho".

Ejercicio de estilo, lecci¨®n de cine donde vuelve a demostrarse que lo bueno no tiene por qu¨¦ ser complicado, esta pel¨ªcula parece dar paso a un nuevo g¨¦nero, a mitad de camino entre la comedia de pareja y el thriller. "Me gustar¨ªa conseguir que el p¨²blico se quedase con la boca abierta al ver mis filmes".

Para conseguirlo, cuenta Trintignant que Truffaut quer¨ªa en el rodaje ir m¨¢s lejos que Alfred Hitchcock: "Si para ¨¦l sus pel¨ªculas hab¨ªan de parecer un trozo de tarta, Vivement dimanche tiene que ser una tarta entera".