Las interesadas y conflictivas relaciones franco-Iibias

Francia y Libia, que se encuentran hoy en dos campos opuestos en Chad, mantienen desde hace a?os unas relaciones con altibajos. En el plano pol¨ªtico se registran per¨ªodos m¨¢s que tempestuosos que por el momento no parecen haber afectado a la fruct¨ªfera cooperaci¨®n econ¨®mica y militar.Las relaciones de Par¨ªs y Tr¨ªpoli est¨¢n en gran parte condicionadas por la situaci¨®n en el ?frica subsahariana, l¨ªmite natural de Libia e importante zona de influencia francesa.

Par¨ªs ha tenido buen cuidado en se?alar que el env¨ªo de los paracaidistas a Yamena constituye una respuesta puntual a la escalada libia y que esta decisi¨®n no se enmarca en un plan concertado con Estados Unidos, cuya radical hostilidad al r¨¦gimen del coronel Muamar el Gadafi es de todos conocida.

Aunque en Francia planea el temor de que pueda llegar a producirse sobre terreno chadiano un desaf¨ªo directo franco-libio, en los c¨ªrculos pol¨ªticos y econ¨®micos parisinos es palpable el ferviente deseo de que la guerra de Chad no afecte a las relaciones de Francia con Libia.

Francia, que desea respetar los compromisos contra¨ªdos con sus aliados africanos, tiene inter¨¦s en mantener buenas relaciones con Libia, tanto en el ¨¢mbito bilateral como en el regional.

Francia es el sexto cliente de Libia y, en la venta de armas a Gadafi, la industria gala s¨®lo es aventajada por la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El a?o pasado, Francia export¨® a Libia bienes por un valor de 2.700 millones de d¨®lares e import¨® por valor de 4.200 millones de d¨®lares.

"Fuentes altamente situadas en los servicios de informaci¨®n" han revelado que Francia desea una "victoria, al menos parcial" de Libia en el conflicto chadiano para preservar sus intereses econ¨®micos en Libia, seg¨²n et ex embajador norteamericano en las Naciones Unidas y corresponsal diplom¨¢tico de la cadena norteamericana ABC, John Scaly.