Actualidad del mensaje musical de Adorno
Mucho me alegra el buen recuerdo de la Fundaci¨®n Santillana para la Escuela de Francfort, y me creo obligado a que la memoria sea de gratitud al Taurus de Jes¨²s Aguirre, decisivo para la vida cultural espa?ola en los a?os sesenta. Musicalmente, el esfuerzo de esa editorial hizo familiar la figura de Adorno, sin olvidar que, al lado, el redescubrimiento para tantos de Walter Benjamin trajo como consecuencia el aplicar su agud¨ªsima y trascendental doctrina sobre la reproducci¨®n de las obras de arte al disco.Antes, a mediados de los cincuenta, yo publiq¨²¨¦ en ¨ªnsula un rollazo sobre Adorno: me ven¨ªa la preocupaci¨®n desde mis primeros a?os romanos, pues la gran cr¨ªtica musical italiana, la de Massimo Mila, por ejemplo, fue muy madr¨¢gadora en la recepci¨®n del nuevo germanismo cultural, pero Taurus, en libros y cuadernos -los cuadernos, famosos cuadernos que hoy son raros-, logr¨® panoramas muy completos: de mi cuaderno, dedicado a Falla, con la dedicatoria a Adorno -?cu¨¢ntas veces me lo pon¨ªan con min¨²scula en el peri¨®dico hasta que puse el Wiesegrund!- supe con emoci¨®n que Aguirre lo hab¨ªa entregado en mano en la feria del libro.
Sociolog¨ªa
As¨ª, entre Adorno, Benjamin y las traducciones mexicanas de Luk¨¢cs pudimos balbucir novedades de planteamiento en la sociolog¨ªa de la m¨²sica, monopolizada por las encuestas americanas.
Deseo que ese seminario de la Fundaci¨®n Santillana avive el inter¨¦s por Adorno, cuya obra es, entre nosotros, un como Guadiana que aflora en cita de vez en cuando, pero sin tocar fondo. Las tesis de Adorno son de muy estricta actualidad, sin que por ello hagan sombra a breves an¨¢lisis de obras concretas, an¨¢lisis que por agudeza y relativa brevedad son modelos de cr¨ªtica musical. Aunque la fuente sea la l¨ªnea marxista, yo me atrevo a colocar sus tesis dentro de lo que hoy quieren significar ciertas posturas radicales.
La f¨¢cil comunicaci¨®n
Adorno es enemigo de la f¨¢cil comunicaci¨®n, reaccion¨® con ira contra la barata est¨¦tica de la m¨²sica para la juventud y fue claramente cr¨ªtico contra el llamado realismo socialista. Exig¨ªa de los compositores de vanguardia un lenguaje dificil, arriesgado, ¨¢spero y lleno de angustia existencial; contra la f¨¢cil comunicaci¨®n r¨ªtmica de Stravinski, ¨¦l se ve¨ªa muy continuador de la l¨ªnea expresionista de Sch?nberg y de Berg, se?alando muy a tiempo los peligros del formalismo serial. Adorno, que llev¨® sus an¨¢lisis hasta el jazz, ?qu¨¦ escribir¨ªa hoy de las masas en torno a los cantantes de moda, ese espeluznante ejemplo de envenenamiento y de manipulaci¨®n comercial? Su cr¨ªtica acerba contra los consumidores de m¨²sica debe ser continuada hoy y m¨¢s en Espa?a, donde sufrimos un grave y tremendo fallo: la desconexi¨®n administrativa entre la m¨²sica como espect¨¢culo y la ense?anza musical.
Adorno nos ense?a todav¨ªa mil cosas: a su tiempo predijo el que de manera inevitable las orquestas de radiotelevisi¨®n se convertir¨ªan en rivales de las orquestas sinf¨®nicas, precisamente por esa primac¨ªa del espect¨¢culo, que afecta tambi¨¦n, ya lo creo, a todo el sistema de las ense?anzas art¨ªsticas. Puede parecer hasta anacr¨®nico hablar de humanismo musical, pero el reto est¨¢ ah¨ª en ese imposible/ necesario de que lo concebido en minor¨ªa pueda ser alimento espiritual de Multitud.
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