Una 'ventana' abiertaa la realidad
DESPU?S DE siete meses de arduas negociaciones con Marruecos, el Gobierno socialista parece que ha colocado en buen camino la cooperaci¨®n con uno de los tres vecinos (los otros dos son Portugal y Francia) con los que Espa?a tiene necesariamente que convivir y entenderse si quiere tener una pol¨ªtica internacional estable y reconocida. El acuerdo de cooperaci¨®n y pesca firmado ayer en Rabat por los ministros de Asuntos Exteriores, Mor¨¢n y Bucetta, despu¨¦s de que el rey Hassan decidiera a ¨²ltima hora levantar las restricciones impuestas so bre los caladeros sardineros de Tarfaya, contiene elementos positivos y negativos y, como ocurre en todas las negociaciones bilaterales de car¨¢cter intemacional, ninguna de las partes ha quedado plenamente satisfecha.Aunque no se conoce todav¨ªa el texto del convenio, los detalles facilitados por los dos Gobiernos permiten efectuar, un primer an¨¢lisis, sin perjuicio de ulteriores comentarios. El principal aspecto positivo viene fijado por el hecho hist¨®rico de haber dado el paso que debi¨® -darse hace 14 a?os, cuando el Reino de Marruecos despertaba a la conciencia poscolonial de las Naciones Unidas y, como primera medida de soberan¨ªa independiente, establec¨ªa la protecci¨®n de su zona econ¨®mica pesquera hasta el l¨ªmite de las 200 millas de sus aguas territoriales.
Por primera vez se completa un documento que tendr¨¢ una vigencia de cuatro a?os y que tiene car¨¢cter global, aunque no cabe duda que el principal cap¨ªtulo de las contrapartidas se lo lleva el sector pesquero espa?ol. Por primera vez tambi¨¦n se establece una relaci¨®n de igual a igual entre Espa?a y Marruecos, sin las secuelas neocolonialistas del pasado por parte de Espa?a ni las reivindicaciones tercermundistas, en muchos casos, por parte de Marruecos. Esta relaci¨®n, que ser¨¢ refrendada cuando los dos parlamentos nacionales ratifiquen el tratado, exigir¨¢ un cumplimiento riguroso por ambas partes de los compromisos adquiridos. Por esta raz¨®n es elogiable que la concesi¨®n del monarca alau¨ª de levantar la restricci¨®n sobre la ventana norte figure por escrito en un canje de notas anejo al acuerdo y no simplemente como una promesa verbal.
En adelante, porque el convenio entra en vigor inmediatamente, los armadores espa?oles deber¨¢n respetar severamente, cosa que no han hecho hasta ahora, las normas que dicte la Secretar¨ªa de Pesca en lo que respecta a concesi¨®n de licencias, calibre de las redes y estricto cumplimiento de los l¨ªmites hasta donde pueden faenar. Las reducciones pactadas de un 40%, durante los pr¨®ximos cuatro a?os, para el esfuerzo pesquero espa?ol y el aumento del canon a pagar por las capturas, que a pesar de haber subido en un 70% supone todav¨ªa una cifra inferior a la que otros pescadores espa?oles abonan a otros pa¨ªses del Atl¨¢ntico, exigen que los aproximadamente 1.200 pesqueros que operan en aguas marroquies acepten el reparto y posiblemente las consecuencias de una reducci¨®n, que afectar¨¢ a la parte m¨¢s artesanal de la flota sure?a.
Por su parte, el Gobierno de Rabat debe abandonar sus pr¨¢cticas, en ocasiones arbitrarias, de apresamiento y hostigamiento de nuestra flota con el fin, mayoritariamente lucrativo, de recibir una cantidad, en dinero o especie, de los pescadores espa?oles. Tambi¨¦n debe respetar el acuerdo en su conjunto y con la vigencia de cuatro a?os prevista y no aprovecharse de que Espa?a entregar¨¢ gran parte de los 550 millones de d¨®lares (unos 82.000 millones de pesetas) de cr¨¦ditos en seguida (se estiman m¨¢s de 150 millones de d¨®lares en dicha moneda este a?o) para dejar de cumplir sus compromisos con Espa?a en materia de pesca.
Tambi¨¦n es importante, y el propio Mor¨¢n dec¨ªa ayer en Rabat que en el logro de este acuerdo "ha prosperado al fin el elemento pol¨ªtico", que en el futuro de las relaciones los dos pa¨ªses sepan colocar en la perspectiva adecuada otros problemas y contenciosos pendientes o que puedan surgir en el futuro, en concreto, los temas de Ceuta y Melilla o los derivados del ingreso de Espa?a en el Mercado Com¨²n, como son los del transporte de agrios. A nadie escapa la decisi¨®n pol¨ªtica de Felipe Gonz¨¢lez al principio de su mandato, y en eso Fernando Mor¨¢n fue de nuevo su mensajero cuando fue a Rabat en las Navidades pasadas, de cambiar la postura radical mantenida hasta entonces por el PSOE en defensa de las reivindicaciones saharauis y aceptar las decisiones de la OUA, que a su vez han dejado en manos de Hassan pr¨¢cticamente la fecha y condiciones de la convocatoria del refer¨¦ndum sobre la antigua colonia espa?ola.
Por su parte, el monarca marroqu¨ª, al ceder en la ventana norte de seguridad, ha comprendido que no pod¨ªa conseguir en estos momentos un reconocimiento espa?ol a la utilizaci¨®n de las aguas saharianas por parte de Marruecos. Las; aguas, sobre todo las de la llamada ventana sur, desde el cabo Bojador hasta Mauritania, que el rey ha prometido que considerar¨¢ en el futuro si les retira la zona de seguridad establecida hace unos meses, son pr¨¢cticamente aguas de nadie en este momento, y ni Espa?a, ni ning¨²n otro pa¨ªs, puede aceptar que sean anexionadas por Marruecos.
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