La LOAPA, sentenciada

EL PAIS del 17 de agosto recogi¨® una carta de don Miquel Coll i Alentorn, consejero adjunto a la Presidencia de la Generalitat, donde viene a afirmarse que en mi art¨ªculo Lealtad constitucional, publicado el pasado domingo, se tergiversa la posici¨®n del Gobierno de la Generalitat al imputarle por mi parte la voluntad de que se retiren los, aproximadamente, dos tercios de los art¨ªculos de la LOAPA que el Tribunal Constitucional ha declarado constitucionales; la tergiversaci¨®n se produce a su juicio dado que la Generalitat no se ha pronunciado sobre tal retirada.Me congratulo de saberlo, se?alando que no es esa la posici¨®n del Gobierno vasco seg¨²n ha hecho p¨²blico ¨¦ste de forma expresa, y que mi art¨ªculo hablaba en t¨¦rminos generales de las reacciones ante la sentencia.

No obstante, por respeto a la verdad debo de calificar de sorprendente la postura del conseller, puesto que la Prensa ha recogido unas declaraciones precisamente suyas, y adem¨¢s nada menos que en funciones de presidente de la Generalitat, diciendo justamente lo que ahora niega.

As¨ª, entre otros en el Diario 16 del 13 de agosto en la p¨¢gina 7 puede leerse la cr¨®nica de su corresponsal Eladio Guti¨¦rrez: "Por otra parte el presidente en funciones de la Generalitat de Catalu?a, Miquel Coll, declar¨®, a prop¨®sito de la rueda de prensa dada por el ministro de Administraci¨®n Territorial, que el Gobierno va a cometer otra equivocaci¨®n importante si mantiene los restos de la LOAPA y no obtiene ninguna lecci¨®n ni experiencia de la sentencia del Tribunal Constitucional".

Pod¨ªa citarle otros diarios c¨®mo el Ya, correspondiente al 13 de agosto, p¨¢gina 7, donde igualmente se atribuye a los nacionalistas catalanes la declaraci¨®n de oponerse a la promulgaci¨®n de la parte constitucional de la ley, as¨ª como otros peri¨®dicos que recogen manifestaciones en el mismo sentido, pero es innecesario despu¨¦s de las declaraciones personales del conseller en funciones de presidente, en Diario 16, que no han sido rectificadas en ning¨²n momento por el mismo.

Est¨¢ claro, por tanto, que no hay ning¨²n ¨¢nimo de tergiversaci¨®n por mi parte. Mediten los dem¨¢s, sin embargo, en si la tergiversaci¨®n se produce al imput¨¢rseme una supuesta postura arrogante de negativa al di¨¢logo cuando desde mi primera comparecencia p¨²blica a prop¨®sito de la sentencia no he cesado de afirmar su necesidad para el desarrollo del art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n y de las transferencias.

El ¨²nico di¨¢logo que he calificado de inoportuno, y despu¨¦s de la sentencia creo que improcedente, es (tanscribo textualmente mis palabras en la rueda de prensa) el dirigido a "una nueva negociaci¨®n para hacer una especie de nueva LOAPA"; porque para modelo auton¨®mico nos basta (son tambi¨¦n mis palabras en la rueda) con el que "est¨¢ contenido en la Constituci¨®n y en los estatutos". Las dificultades que ese modelo presente las resolveremos con dos instrumentos: la negociaci¨®n del desarrollo del art¨ªculo 149 y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

Si hay alguien que, por el contrario, considera oportuno un di¨¢logo sobre ese tema, hablar¨ªamos; pero no puede negarse que resultar¨ªa parad¨®jico que quiera interponerse entre la Constituci¨®n y los estatutos una nueva LOAPA o unos nuevos pactos y que esa pretensi¨®n se sostuviese por los nacionalistas. Me parece claro que la negociaci¨®n debe centrarse fundamentalmente, como dije, en el desarrollo del art¨ªculo 149 y en las transferencias.

Con el deseo de contribuir a aclarar las posiciones respectivas, condici¨®n indispensable para todo di¨¢logo, le saluda atentamente./

Ministro de Administraci¨®n Territorial.