La vida salubre

El r¨¦gimen naturop¨¢tico es muy extenso; pero, restringi¨¦ndome al aspecto culinario, adopta la l¨ªnea ovolactovegetaliana, es decir, utiliza huevos, leche y derivados -como el -yogur y el k¨¦fir-, frutas, hortalizas, legumbres, cereales y oleaginosas. Todo ello, preferentemente, de origen biol¨®gico. La naturopat¨ªa excluye de su ¨¢mbito culinario cualquier tipo de elemento, ya sea del reino mineral, vegetal o animal, de contenido t¨®xico y degenerativo, como, por ejemplo, las drogas (ya sean blandas o duras), el alcohol, el pescado, la carne, etc¨¦tera.Hablando en t¨¦rminos de r¨¦gimen culinario, puedo decir que lo m¨¢s completo es una culinaria ovolactovegetaliana, que bien equilibrada aporta al organismo todos los minerales, vitaminas y amino¨¢cidos necesarios para el normal funcionamiento del organismo. Por otra parte, lo m¨¢s carente es una culinaria exclusivamente vegetaliana, ya que se produce con ella una deficiencia en amino¨¢cidos, y esto se manifiesta en anemias m¨¢s o menos acentuadas, p¨¦rdidas excesivas de peso, reducci¨®n detono muscular, y, sobre todo en los ni?os, que dificulta el proceso normal de crecimiento.

En cuanto al r¨¦gimen macrobi¨®tico, s¨®lo hablar¨¦ en sentido culinario, ya que el aspecto filos¨®fico del mismo es demasiado complejo como para exponerlo en pocas palabras. El men¨² macrobi¨®tico est¨¢ compuesto de un 70%-75% de cereales y de un 25%-30% de hortalizas, frutas, pescados (¨¦stos son admitidos con cierta amplitud); tambi¨¦n son admitidas en este porcentaje las aves de corral y caza. Las ventajas que pueda aportar el men¨² macrobi¨®tico, yo personalmente no las discuto. No obstante, creo que los peligros de este men¨² son: por una parte, los alimentos t¨®xicos admitidos; por otra, el exceso de almid¨®n que se ingiere con los cereales, lo cual puede provocar un estado de hiperviscosidad sangu¨ªnea, y, por otra parte, una escasez en la ingesti¨®n de frutas. La mayor¨ªa de los reg¨ªmenes culinarios macrobi¨®ticos escasean en ¨¢cido asc¨®rbico (vitamina C). En definitiva, esta forma de comer oriental pienso sinceramente que no es la m¨¢s adecuada para el occidental como m¨¦todo de alimentaci¨®n permanente.

Concretamente, el r¨¦gimen naturop¨¢tico no est¨¢ contraindicado ni para ni?os ni para ancianos, siempre que est¨¦ bien reglamentado, sino m¨¢s bien todo lo contrario. Por supuesto, no comer¨¢n lo mismo un ni?o que una persona de edad media o que un anciano, y tambi¨¦n variar¨¢ si el estado en que se encuentran es de salud o de enfermedad.

La naturopat¨ªa ense?a a no derrochar el potencial vital heredado, de manera que nuestro grado vital espec¨ªfico se mantenga lo m¨¢s y mejor posible, adquiriendo h¨¢bitos sanos y rechazando todo tipo de h¨¢bito desarmonizador, por lo que se puede decir que la naturopat¨ªa se dirige tanto a personas enfermas como sanas: unas normalizar¨¢n su fuerza vital; otras, la conservar¨¢n. Todas las edades y ¨¦pocas son buenas para comenzar un r¨¦gimen naturop¨¢tico racional; pero, no obstante, para esto aconsejo como indispensable consultar con un natur¨®pata exnerimentado.

La naturopat¨ªa no es una t¨¦cnica herbolaria (donde se utilizan todo tipo de hierbas, ya sean o no salut¨ªferas) ni tampoco culinaria, sino que es una totalidad armoniosa de aspectos salut¨ªferos cuyo valor reside precisamente en el conjunto, ya que los elementos que la componen (como, por ejemplo, las hierbas, el sol, el agua, las frutas, las hortalizas, el ejercicio, etc¨¦tera), utilizados de manera aislada, no tienen ning¨²n valor naturop¨¢tico; es decir, el pretender tratar todo bien por medio de panaceas herbolarias o a trav¨¦s de comidas milagrosas no tiene nada que ver con la verdadera naturopat¨ªa cient¨ªfica. No obstante, hay elementos como la levadura de cerveza o de torula, el germen de trigo, el polen y la miel que no deben faltar en la culinaria naturop¨¢tica.