Mar¨ªa Estela pretende su vuelta a Argentina sea una r¨¦plica del retorno del general Per¨®n en 1973.
La ex presidenta argentina Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n regresar¨¢ a su pa¨ªs el pr¨®ximo 2 de septiembre para participar en el congreso nacional del Partido Justicialista, del cual saldr¨¢ elegida presidenta con toda probabilidad y donde renunciar¨¢ solemnemente a ser candidata a la jefatura del Estado de su pa¨ªs. La jefa natural del peronismo quiere hacer de su retorno a Argentina un s¨ªmbolo de reivindicaci¨®n hist¨®rica del movimiento que encabeza y, si las circunstancias pol¨ªticas se lo permiten, una copia exacta del regreso a Buenos Aires del general Juan Domingo Per¨®n en 1973. Isabel Mart¨ªnez, que permanece a¨²n descansando en Fuengirola (M¨¢laga), declin¨® hacer declaraciones hasta los primeros d¨ªas de septiembre "por razones de estrategia pol¨ªtico.
ENVIADO ESPECIAL Recostada ligeramente en una hamaca del club na¨²tico privado de Fuengirola y oculta tras unas gafas de sol oscuras, es dif¨ªcil que los ba?istas del mes de agosto reparen en que esta mujer de 52 a?os sea un personaje al cual las circunstancias de su pa¨ªs han convertido en fascinante para los med¨ªos de comunicaci¨®n de todo el mundo, que la acosan con insistencia desde hace varios meses.La espectacular, aunque con vocaci¨®n de discreta, puesta en escena de los polic¨ªas nacionales de paisano que se turnan para llevarla en volandas durante las vacaciones y apartarla de los numerosos periodistas que la siguen, no quiebra la serenidad de la bailarina que fue antes de conocer y desposarse con el general Per¨®n.
Mar¨ªa Estela, recuerda cada ma?ana aquella antigua vocaci¨®n con la repetici¨®n de los ejercicios de gimnasia que practicaba ya hace cuarenta a?os, no interrumpidos durante los a?os de detenci¨®n tras el golpe militar de 1976, en la finca de San Vicente, arropada por el sucinto consuelo de lecturas como La imitaci¨®n de Cristo, de Kempis o Los bufones de Dios, de Morris West; las bufandas de lana que tej¨ªa para los soldados que la custodiaban o el cuidado de un jard¨ªn.
Capaz de parcelar cada d¨ªa -la misa, la playa, el trabajo pol¨ªtico, las relaciones con su grupo de confianza- como si lo pintase sobre un papel, Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n (Isabelita para la gran masa peronista) concentra su esfuerzo en mantener un silencio distante que acrecienta su figura de jefa espiritual del justicialismo y de heredera pol¨ªtica de su difunto marido, el general Per¨®n, como testimonian los millares de carteles distribuidos durante estos ¨²ltimos meses en Argentina con su efigie y una sola palabra: "Dignidad".
Su condici¨®n de presa de decenas y decenas de periodistas de todo el mundo, especialmente argentinos, hace, adem¨¢s, que su silenci¨® de los ¨²ltimos a?os revalorice su imagen, a¨²n a costa de la publicaci¨®n de noticias y rumores contradictorios a los que la se?ora o su entourage nunca salen al paso.
Razones t¨¢cticas
Sobre ella se publican tan s¨®lo partes oficiales (escas¨ªsimos en los ¨²ltimos a?os) o conjeturas (numerosas ¨²ltimamente, entre ellas los rumores insistentes del martes y mi¨¦rcoles pasados de su supuesto e inmediato regreso a Buenos Aires. EL PA?S, ha comprobado que Isabel Mart¨ªnez de Per¨®n permanec¨ªa ayer en Fuengirola).
Una de las personas m¨¢s pr¨®ximas y que mayor confianza inspira a la se?ora de Per¨®n, consejero constante de la ex presidenta, manifest¨® a este peri¨®dico que "por razones t¨¢cticas" Mar¨ªa Estela no har¨ªa declaraci¨®n alguna, ni dar¨ªa ningun cr¨¦dito a las noticias que s¨®lo pretenden beneficiarse politicamente de su figura, en las v¨ªsperas de una enconada batalla dentro del partido peronista por situarse en las mejores posiciones de cara a los comicios de octubre.
"Hay mucha gente interesada en intoxicar a los medios de comunicaci¨®n", agreg¨®.
Lo ¨²nico que hay de cierto hasta ahora, siempre seg¨²n esta fuente de la m¨¢xima fiabilidad, es la intenci¨®n de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n de hacer de su vuelta a Argentina una r¨¦plica perfecta del regreso del general Juan Domingo Per¨®n en 1973. "Los ¨²nicos factores que pueden alterar este deseo, que para Mar¨ªa Estela es un s¨ªmbolo, son las presiones muy fuertes a que est¨¢ siendo sometida por el Gobierno militar argentino y las luchas internas por el poder en el partido".
En este sentido, las noticias que ayer llegaban de Argentina se?alaban que se hab¨ªa impuesto la candidatura de Italo L¨²der para la presidencia de la naci¨®n y la de Antonio Cafiero para la gobernaci¨®n del estado de Buenos Aires -son los candidatos de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez-, lo que evitar¨ªa el desgaste de la se?ora al no tener que actuar como ¨¢rbitro in extremis.
Siempre de acuerdo con la citada fuente, la viuda del general Per¨®n viajar¨ªa de Madrid a Roma el 1 d¨ªa de septiembre para visitar al Papa en el Vaticano, y volar¨ªa a Buenos Aires al d¨ªa siguiente. Isabel Per¨®n participar¨ªa en el congreso peronista, del cual saldr¨ªa elegida presidenta y retornar¨ªa inmediatamente a esperar las elecciones de octubre.
Una vez triunfante la candidatura de L¨²der, con Deolindo Bittel en la vicepresidencia, el primero o un representante directo suyo viajar¨ªa a Espa?a para acompa?ar en su retorno (definitivo a Isabel Mart¨ªnez. La viuda de Per¨®n presidir¨ªa, entonces, la toma de posesi¨®n del candidato peronista.
La misma fuente, finalmente, desminti¨® que durante los ¨²ltimos tiempos se hubieran celebrado reuniones de dirigentes peronistas en Madrid o en Fuengirola. "Isabel Per¨®n tiene l¨ªnea directa con Argentina y ese es su m¨¦todo de trabajo. Lo contrario ser¨ªa una descortes¨ªa con el Gobierno espa?ol".
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