'Don Govanni' , el monstruo frente a los otros

Don Giovanni, que Joseph Losey rod¨® hace aproximadamente cinco a?os, en Venecia, es una pel¨ªcula que, en Espa?a, se ha exhibido poco y con desigual fortuna, estrenada bien en c¨ªrculos restringidos para cin¨¦filos o mostrada excepcionalmente en funciones de gala para mel¨®manos. Y Don Giovanhi es, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, la primera ¨®pera rodada no s¨®lo en escenarios reales, sino tambi¨¦n utilizando comportamientos aut¨¦nticos. Losey acent¨²a lo que ya Mozart hab¨ªa insuflado en su obra: la iron¨ªa, la ambig¨¹edad. Es el suyo un Don Juan anterior al nuestro, que ten¨ªa vocaci¨®n de arrepentido. Mozart y Da Ponte, autor del libreto, retrataron al antih¨¦roe de una clase social, la dominante, a la que don Giovanni se negaba a pertenecer, que rechazaba sirvi¨¦ndose de la monstruosidad.Caballero depredador, el Don Giovanni de Mozat-Da Ponte-Losey, pone a los otros personajes frente a sus propias taras. No, no es intacta la virtud de do?a Ana ni son puras sus intenciones; do?a Elvira es una esposa castradora de much¨ªsimo cuidado y Ferlina no pertenece del todo al inocente campesinado. Todos, due?os y esclavos, son a la vez posesores y pose¨ªdos, burladores y burlados.

Sin embargo, el ¨²nico que tiene el valor de ser lo que es hasta el final y de arrojarse entre carcajadas al infierno es el protagonista de la historia.

Don Giovanni, el filme, naci¨® de una propuesta del eminente maestro Rolf Liebermann, fue producido por la Gaumont -la misma firma que financia la Carmen de Francesco Rosi- y cuenta en la direcci¨®n musical con el prestigioso Lorin Maazel y con Francis Salieri en el dise?o de decorados y vestuarios. Un escenario inigualable, los palacios venecianos de Andrea Palladio, fascinante arquitecto del siglo XVI, sirve para contrastar la grandeza y miseria de los personajes.

Como principales int¨¦rpretes, Losey cont¨® con presencias y voces incomparables: Ruggero Raimondi, Kiri Te Kenawa y Teresa Berganza.

El rodaje de Don Giovanni se centr¨®, sobre todo, en destacar el aspecto visual, lo que podr¨ªa llamarse el mundo real de la historia; lo musical, seg¨²n Losey, era mucho m¨¢s f¨¢cil de controlar. La banda sonora se grab¨® en el interior de una iglesia, previamente al rodaje, y durante la filmaci¨®n lal aire libre se utilizaron, en las arias, el sistema de play back y, en los recitativos el sonido directo. "En realidad, todo result¨® mucho m¨¢s f¨¢cil de lo que esperaba", dice Losey.

Don Giovanni tiene, adem¨¢s, una an¨¦cdota en principio, a Losey le fue propuesto que el cartel anunciador de la pel¨ªcula lo dise?ara Salvador Dal¨ª, pero el realizador rechaz¨® la oferta: por ser el dibujo propuesto lo. que podr¨ªamos llamar -en traducci¨®n libre pero fiel- "demasiado horter¨¢".