El presidente de Brasil se compromete a afrontar la deuda externa
El Gobierno brasile?o transform¨® la deuda externa en una cuesti¨®n de seguridad interna. Su presidente, Jo¨¢o Figueiredo, que retorn¨® al cargo el viernes pasado, dej¨® claro su compromiso personal y del Gobiemo sobre los pagos de los pr¨¦stamos tomados a acreedores privados y Gobiernos extranjeros.Debido a la situaci¨®n econ¨®mica de urgencia, el Gobierno estableci¨® una coordinaci¨®n de las autoridades econ¨®micas para conseguir de inmediato una salida por lo menos razonable para la crisis de pagos y de divisas por la que pasa el pa¨ªs. El ministro de Hacienda, Emane Galv¨¦as, se qued¨® en Brasilia negociando con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para conseguir un nuevo acuerdo, una vez que el firmado en enero no pudo ser cumplido. El ministro de Planificaci¨®n, Delfim Neto, vol¨® hasta Par¨ªs para conseguir con Jacques de la Larois¨¦re, director del FMI, un apoyo positivo a la moratoria declarada por Brasil con los pa¨ªses del Club de Par¨ªs. Con ese grupo de Gobiernos, Brasil tendr¨ªa que liquidar intereses de 500 millones de d¨®lares este a?o y en 1984 cerca de 1.000 millones de d¨®lares.
El ministro de Hacienda explica que es una pr¨¢ctica com¨²n suspender los pagos de intereses en cuanto se negocia, intentando vaciar la moratoria brasile?a con el Club de Par¨ªs, que son deudas Gob¨ªemo. a Gobierno. Ese grupo de pa¨ªses es acreedor de 8.000 millones de d¨®lares de Brasil.
La discusi¨®n sobre un pedido de una moratoria global de toda la deuda, que asciende a 100.000 millones de d¨®lares, divide a la clase pol¨ªtica, empresarios y el propio Gobierno. El mayor partido de la oposici¨®n, el Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), por voz de su presidente, el diputado Ulisses Guimar¨¢es, ha propuesto la declaraci¨®n inmediata de una moratoria global por un plazo de cuatro a cinco a?os.
Los empresarios brasile?os, manifest¨¢ndose por intermedio de asociaciones patronales como la poderosa Federaci¨®n de Industrias de S¨¢o Paulo, no aceptan esa medida diciendo que implicar¨ªa y tendr¨ªa efectos de una declaraci¨®n de guerra. Los ¨²nicos pagos que Brasil hace rigurosamente al d¨ªa son las importaciones de, petr¨®leo. Los ¨¢rabes mandaron algunos petroleros brasile?os de regreso a sus puertos vac¨ªos por falta de pago. El Gobierno curs¨® instrucciones expresas de que no hubiera ning¨²n retraso en este aspecto. Las importaciones de petr¨®leo brasile?as ascienden a 800.0500 barriles diarios.
Plan de urgencia
Una de las medidas de urgencia tomadas para hacer frente a esta crisis de divisas fue centralizar casi todas las operaciones de cambio en el Banco Central. Hoy el Banco Central de Brasil tiene el control de el 65% del total de operaciones cambio efectuadas, qued¨¢ndose los bancos privados con un porcentaje que no sobrepasa el 35%. En consecuencia, se ha podido mantener el rescate de los intereses de la deuda con un plazo medio de retraso que no sobrepasa los 60 d¨ªas.El Gobierno tiene preparado un plan de urgencia desde el mes de mayo pasado, cuando las proyecciones ya indicaban que el mes de julio era la clave para ver exactamente si las medidas recesivas adoptadas a partir de enero pasado, con la firma de la primera carta de intenciones con el FMI, produc¨ªan alg¨²n resultado.Las negociaciones entre ese ¨®rgano internacional y Brasil est¨¢n provocando reflejos que apuntan la quiebra de algunos criterios ortodoxos. Los brasile?os consiguieron que su c¨¢lculo del d¨¦ficit p¨²blico fuera aceptado por el FMI, a lo que los economistas del ¨®rgano se resistieron meses. En funci¨®n del porcentaje de d¨¦ficit p¨²blico que fuera incluido en las negociaciones, el Gobierno brasile?o podr¨ªa medir exactamente el proceso recesivo.
Como los economistas del FMI dec¨ªan que el d¨¦ficit fiscal llegaba al 13% del PIB y el Gobierno brasile?o defend¨ªa que no pasaba del 7%, las discusiones sobre ese punto consumieron los mayores esfuerzos de ambas partes para que no aumentasen peligrosamente las presiones pol¨ªticas para que se rompiera el acuerdo con el FMI.
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