Mejorar las actuales prestaciones

Los proyectos del Ministerio de Trabajo para ampliar la cobertura a los parados mayores de 55 a?os mientras persista su situaci¨®n de desempleo han sido interpretados como el primer paso de una pol¨ªtica. social que garantice un m¨ªnimo vital a todos los espa?oles que carezcan de trabajo. La Ley B¨¢sica de Empleo, que regula las prestaciones por desempleo, bastante m¨¢s restrictiva en este aspecto que la Ley General de la Seguridad Social, ala que vino a sustituir, establece que los trabajadores en paro tendr¨¢n derecho a percibir una ayuda por parte del Estado en funci¨®n de la base cotizada y del per¨ªodo de cotizaci¨®n. Su tope m¨¢ximo se encuentra hoy fijado en torno a las 70.000 pesetas mensuales.Es lo que se conoce como prestaci¨®n b¨¢sica. El trabajador que agota estas prestaciones -su l¨ªmite m¨¢ximo es de 18 meses y excepcionalmente de 24- puede solicitar la denominada prestaci¨®n complementaria por otros nueve meses m¨¢s. En este caso la ayuda queda reducida al 75% del salario m¨ªnimo interprofesional, equivalente a unas 24.000 pesetas mensuales.

Terminada ¨¦sta, el parado queda completamente desamparado, salvo por lo que se refiere a la cobertura que le puede dar la asistencia m¨¦dico-farmac¨¦utica. Todas las fuentes parecen coincidir en que son precisamente los trabajadores mayores de 55 a?os los que se encuentran en peor situaci¨®n y los que mayores dificultades encuentran a la hora de ocupar un nuevo empleo.

La filosof¨ªa del Ministerio de Trabajo se inscribe en un plan a largo plazo para lograr que todos los parados, independientemente de su edad, cuenten con unos ingresos que les garanticen su supervivencia. Intentos anteriores de establecer esta m¨ªnima cobertura se han venido abajo ante la falta de recursos. El casi medio bill¨®n de pesetas que los Presupuestos Generales del Estado destinan al desempleo son insuficientes para conseguir que los 2,5 millones de parados puedan gozar de esta ayuda.

Los defensores de esta idea argumentan que en una sociedad en la que el trabajador no queda condenado a la miseria al ser despedido, se puede aceptar m¨¢s f¨¢cilmente la flexibilizaci¨®n de plantillas o, incluso, el despido libre. Extender a todos los parados un tipo de subsidio como el que la Administraci¨®n plantea para los que superan los 55 a?os, requerir¨ªa un aumento considerable de las cuotas, por las que se vienen financiando estos fondos. Con los ingresos actuales se cubre, aproximadamente, una tercera parte de los 2,5 millones de parados registrados. Dentro de la misma filosof¨ªa, el Ministerio de Trabajo proyecta rebajar el tope m¨¢ximo de la prestaci¨®n b¨¢sica (70.000 pesetas mensuales) y distribuirla en funci¨®n de cada situaci¨®n familiar.