Antonio Gala habl¨® de Andaluc¨ªa en un seminario sobre viajes y traves¨ªas

Con un poema en homenaje al Guadalquivir, r¨ªo que en cada instante muere y en cada instante nace, escrito en su desembocadura, termin¨® ayer su intervenci¨®n Antonio Gala en el seminario que sobre viajes, traves¨ªas, naufragios y navegaciones se ha venido celebrando esta semana en el pazo de Mari?¨¢n, de Betanzos (La Coru?a).El acto cerr¨® por este a?o las actividades de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo en este escenario gallego. Ante un concurrido auditorio, Francisco Bobillo formaliz¨® la clausura con unas palabras de balance.

Previamente, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza y Jos¨¦ Mar¨ªa Poveda hab¨ªan recordado sus itinerarios m¨¢s queridos a los participantes en el seminario.

La semblanza de Andaluc¨ªa trazada por Antonio Gala, siempre en un lenguaje po¨¦tico que cautiv¨® a los asistentes del seminario, fue tambi¨¦n un simb¨®lico viaje por los sentimientos, pensamientos y vivencias del propio escritor.

"Es en la vieja insistencia del olivar y en la vieja insistencia de las olas donde mejor me encuentro", dijo Gala en su Itinerario andaluz. Antes hab¨ªa confesado que "siempre que voy a Andaluc¨ªa voy con temblor, porque en ning¨²n otro lugar he sido tantas veces feliz o desdichado".

Antonio Gala, que se detuvo en los mojones m¨¢s queridos del paisaje natural y humano de su tierra, no obvi¨® problemas de dram¨¢tica actualidad, como el del paro agr¨ªcola en Andaluc¨ªa: "Esas manos grandes abatidas sobre las rodillas est¨¢n pidiendo a voces un remedio".

Cada ciudad fue definida desde la sensibilidad literaria en una emotiva gu¨ªa personal. C¨®rdoba, pagana y milagrosa. Sevilla, para so?arla mucho, casi al amanecer. M¨¢laga, amalgama de provocaci¨®n y de ternura. C¨¢diz, milenaria y adolescente... As¨ª hasta el Guadalquivir, pac¨ªfico y cansado, enriqueciendo hasta el final la tierra.