El Grupo Popular intenta limitar el alcance de la ley del aborto mediante el control de los m¨¦dicos y los jueces

El debate sobre el aborto, con el que se abrir¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles el curso legislativo, ofrecer¨¢, el primer choque, despu¨¦s de las vacaciones de verano, entre la mayor¨ªa socialista y la oposici¨®n. El texto del proyecto de ley llega a la Comisi¨®n de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados sin que el PSOE haya aceptado ninguna enmienda. Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n, encargado de defender las del Grupo Popular, trata de reducir el alcance de la despenalizaci¨®n mediante la introducci¨®n del protagonismo legal de dos profesiones: la m¨¦dica y la judicial.

El informe de la ponencia mantiene la despenalizaci¨®n proyectada por el Gobierno de las tres formas de aborto practicadas por un m¨¦dico con el consentimiento de la mujer: cuando sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud de la embarazada; cuando el embarazo derive de una violaci¨®n denunciada y el aborto se practique dentro de las 12 primeras semanas del embarazo, y cuando exista probabilidad de que el feto nazca con graves taras f¨ªsicas o ps¨ªquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las 22 primeras semanas de gestaci¨®n y que el pron¨®stico desfavorable conste en un dictamen emitido por dos m¨¦dicos especialistas distintos del que intervenga a la embarazada.Entre las enmiendas del Grupo Popular las de Manuel Cantarero y Carmen Llorca suscitaron un vivo debate interno. La del primero propon¨ªa la aplicaci¨®n de la eximente de estado de necesidad, para lo cual, dec¨ªa, "se considerar¨¢ que el aborto es un mal de naturaleza inferior a la vida de la embarazada y ¨¦sta resulta exenta penalmente del deber de sacrificarse por el futuro hijo". Los dirigentes del grupo hicieron ver que tal enmienda chocaba frontalmente con el programa electoral de la coalici¨®n AP-PDP, y se adopt¨® el acuerdo de que el enmendante no pudiera defenderla en el Pleno. Seg¨²n confirm¨® ayer a ¨¦ste peri¨®dico, Cantarero no asistir¨¢ a la sesi¨®n de la Comisi¨®n de Justicia, ya que, dijo, "si no me dejan explicarme en el Pleno, prefiero que defienda mi enmienda en comisi¨®n el portavoz del grupo, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Gallard¨®n".

Ruiz Gallard¨®n, muy activo

El portavoz aliancista, adem¨¢s de defender formalmente las enmiendas individuales de los compa?eros de grupo que no lo hagan individualmente -es probable que s¨®lo Manuel D¨ªaz-Pin¨¦s, que solicita fuertes agravamientos de las penas, defienda personalmente la suya-, tratar¨¢, por diversos caminos, inclu¨ªda una bater¨ªa de propuestas in voce, de limitar en lo posible el alcance de la despenalizaci¨®n del aborto, irreversible dada la mayor¨ªa con que cuenta el PSOE. Para ello, Ruiz Gallard¨®n intentar¨¢ introducir en el texto legal el m¨¢ximo protagonismo de los m¨¦dicos -que corporativamente se han pronunciado contra el aborto- y de los jueces.En cuanto a los primeros, propondr¨¢ que se les exija informar a la gestante sobre las ayudas econ¨®micas y sociales, p¨²blicas o privadas, que existan a disposici¨®n de las embarazadas, madres y ni?os, singularmente sobre las posibilidades de futura adopci¨®n del hijo. Asimismo, se exigir¨ªa al m¨¦dico que practicara el aborto comunicar la intevenci¨®n realizada, en las dos semanas siguientes, al juez de instrucci¨®n del partido judicial correspondiente, quien, una vez examinada la documentaci¨®n, ordenar¨ªa su archivo en caso de encontrarla ajustada a Derecho, o de lo contrario, abrir¨ªa el correspondiente sumario.

Paralelamente a las gestiones pol¨ªticas, Ruiz Gallard¨®n ha pedido a la, jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica "una labor pastoral m¨¢s profunda en esta cuesti¨®n", ya que, dice, "no basta con unas declaraciones de principios que se olvidan muy pronto". Sin embargo, por el momento, al menos a nivel oficial, la Iglesia -que actualmente se encuentra l¨®gicamente m¨¢s preocupada por cuestiones legislativas del calibre del desarrollo de la libertad de ense?anza- se mantiene en esta materia en un discreto plano moral, muy distante de las movilizaciones populares que parece preconizar el portavoz aliancista.

A pesar del entusiasmo de Ruiz Gallard¨®n, la direcci¨®n del Grupo Popular no mantiene esperanzas sobre el resultado de sus gestiones, habida cuenta que la despenalizaci¨®n proyectada es m¨ªnima para las propias bases socialistas y decididamente insuficiente para la izquierda representada por los comunistas y por el diputado abertzale Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, cuyas enmiendas, m¨¢s avanzadas, tambi¨¦n han sido rechazadas. Un intento de reforma del texto gubernamental, patrocinado por varias diputadas socialistas, para que los abortos se practiquen por la Seguridad Social, fue guillotinado por la direcci¨®n del PSOE, cuyas bases mantienen serios reparos a la timidez de la futura ley.