Vecinos de Cuenca ocupan por la fuerza las 400 viviendas que se niega a entregarles una constructora
Cerca de 400 familias han decidido ocupar por la fuerza las que consideran sus viviendas, construidas por Dragados y Construcciones y terminadas hace varios meses, sin que la empresa haya aceptado entregar las llaves, ante la deuda de unos 700 millones de pesetas que reclama a la cooperativa promotora de las viviendas, que, a su vez, esgrime informes t¨¦cnicos que denuncian la mala calidad de los edificios, necesitados de reparaciones cuyo importe se calcula en cifra muy superior a la anterior.
?sta es, por ahora, la ¨²ltima etapa de un conflicto gestado durante varios a?os y que ha tenido distintas fases en su desarrollo. La Cooperativa San Juli¨¢n comenz¨® a formarse a mediados de los a?os setenta y lleg¨® a contar con 1.200 socios, en un momento en que Cuenca padec¨ªa una grave crisis de viviendas. Para dar forma a esta cooperativa se habilitaron unos terrenos, entonces calificados de r¨²sticos, en una zona, la Fuente del Oro, bastante alejada del casco urbano.La cooperativa carg¨®, desde el primer momento, con todos los costos de la urbanizaci¨®n, incluyendo la construcci¨®n de un puente sobre el r¨ªo J¨²car y un paso subterr¨¢neo bajo el ferrocarril, adem¨¢s de correr a su cargo la ampliaci¨®n del tendido el¨¦ctrico y redes de agua y alcantarillado desde el ¨²ltimo punto habitado de la ciudad, ante la negativa del Ayuntamiento a participar en estos gastos. Por la compra de los terrenos pag¨® la cooperativa 106 millones de pesetas, y otros 848 millones por la urbanizaci¨®n.
El proyecto de construcci¨®n de los bloques de viviendas fue encargado a los arquitectos Juan ?lvaro del Sur y Salvador Fudio Vida. A la correspondiente subasta de las obras se presentaron siete empresas, siendo adjudicadas a Dragados y Construcciones. En aquel momento (diciembre de 1980), el precio de cada vivienda qued¨® fijado en 2.302.621 pesetas, cantidad a la que hab¨ªa que a?adir unas 700.000 pesetas m¨¢s como repercusi¨®n por el desmesurado coste de la urbanizaci¨®n. Estas cantidades, sin embargo, fueron increment¨¢ndose sucesivamente, sin que los socios recibieran una informaci¨®n exacta hasta el 15 de enero de 1983, fecha en que la directiva de la cooperativa anunci¨® que el precio definitivo de las viviendas ser¨ªa de 3.500.000 pesetas. Este precio, no obstante, se sit¨²a en el momento actual en 4.500.000 pesetas, y existe el temor de que pueda subir a¨²n m¨¢s.
A este resultado se llega a trav¨¦s de una confusa estructura contable y administrativa, tanto de funcionamiento interno de la cooperativa como de sus fuentes de financiaci¨®n. Las obras se realizan con cr¨¦ditos del Banco Hipotecario pero la directiva otorg¨® poderes a Dragados y Construcciones para el cobro directo de cantidades del banco, lo que la empresa realizaba por adelantado y, a la vez, realizadas obras parciales, giraba letras por su importe, lo que ha supuesto un doble gasto de intereses pagados por la cooperativa.
Problemas de tesorer¨ªa
A ello hay que a?adir que, por problemas de tesorer¨ªa, se oblig¨® a cada socio a firmar una p¨®liza de cr¨¦dito personal, por importe de 400.000 pesetas, con la Caja de Ahorros de Cuenca, con la seguridad de que tal cantidad no deber¨ªa ser devuelta, sino que ser¨ªa compensada con los pr¨¦stamos del Banco Hipotecario. La realidad es que, cumplido el plazo, cada socio debe satisfacer esa cantidad a la caja, lo que, unido a las aportaciones necesarias para sufragar los incrementos de coste, hace que cada cooperativista debe abonar en estos momentos 725.000 pesetas. De las 1.200 viviendas proyectadas en un principio, se encuentran terminadas y ocupadas unas 700, mientras que otras 400 m¨¢s, concluidas ya por Dragados, no han sido entregadas a causa de la deuda que la cooperativa tiene todav¨ªa con la constructora.Esta deuda es reconocida, pero su pago qued¨® suspendido por la junta gestora, que se hizo cargo de la agrupaci¨®n en marzo del a?o actual, como consecuencia de la confusa situaci¨®n interna de la cooperativa. Una tumultuosa asamblea oblig¨® a la directiva presidida por Pedro Prieto Amores a aceptar una comisi¨®n inspectora formada por un grupo de socios, cuya investigaci¨®n descubri¨® una gran cantidad de irregularidades, obligando a dimitir a la directiva. Desde ese momento, la comisi¨®n se ha constituido en junta gestora.
Las irregularidades detectadas pueden suponer docenas de millones de pesetas distra¨ªdos. Hay 32 millones abonados a unos supuestos gestores de expedientes ante el Banco Hipotecario, mientras que Dragados justifica otros 31 millones por el mismo concepto; se han descubierto facturas de gastos de miembros de la anterior directiva por continuos viajes a Madrid, en los que se incluyen recibos de tabaco, bingo y whisky. En estos hechos aparece directamente implicado el anterior presidente de la cooperativa y varios directivos.
Sin embargo, el factor clave de la actual situaci¨®n es el descubrimiento de la mala calidad de las viviendas. A ello se ha podido llegar tras un reconocimiento de los bajos de los bloques, en los que se detectan notables deficiencias de construcci¨®n, se?aladas en un preinforme t¨¦cnico del laboratorio Intemac, contratado por la cooperativa con estos fines, y en el que se indican fisuras verticales en zonas de centro de vano de las vigas de canto, coqueras en cabeza de pilar, falta de verticalidad en pilares, etc¨¦tera. Todo ello hace que el laboratorio, en una primera inspecci¨®n ocular, que ser¨¢ completada en un informe m¨¢s amplio, se vea obligado "a poner la totalidad de las estructuras en entredicho".
Requerimiento del MOPU
La situaci¨®n fue puesta en conocimiento del MOPU, que requiri¨® a la empresa a que manifestara su opini¨®n, recibiendo la respuesta, en mayo del a?o actual, por parte del subdirector de Dragados, Mariano Rodrigo Barcelona, de que estaban dispuestos a "subsanar los defectos en breve plazo". Tal cosa no ha ocurrido, y ello justifica, para la cooperativa, su decisi¨®n de no abonar los 700 millones que se deben a la constructora en tanto no proceda a efectuar las reparaciones que se piden. Dragados, por su parte, ha reaccionado promoviendo acciones ejecutivas de cobro y reteniendo las llaves de 400 viviendas terminadas y que no hab¨ªan sido entregadas a sus adjudicatarios.As¨ª las cosas, la pasada semana unos 200 cooperativistas decidieron forzar las, puertas de sus viviendas, cuyas llaves se negaba a entregar Dragados; sustituyeron las cerraduras por otras nuevas y empezaron a trasladar muebles y enseres; esta operaci¨®n ha continuado en los d¨ªas siguientes, hasta llegarse a la pr¨¢ctica ocupaci¨®n de las 400 viviendas que reten¨ªa la constructora, que ha presentado denuncia ante el juzgado, a la vez que se ha ofrecido a una negociaci¨®n con la cooperativa para tratar de solucionar el conflicto.
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