La Prensa sovi¨¦tica publica ahora copiosa informaci¨®n sobre la tragedia a¨¦rea

Al contrario de lo que sucedi¨® durante los d¨ªas siguientes al de la tragedia a¨¦rea, los peri¨®dicos sovi¨¦ticos est¨¢n ahora llenos de informaciones, cartas de los lectores y comentarios sobre el siniestro del Boeing 747 surcoreano. Todos ellos, claro est¨¢, coinciden en culpabilizar a Estados Unidos, y en auxilio de esta tesis vale cualquier publicaci¨®n de cualquier lugar del mundo, esgrimi¨¦ndose con este fin desde el diario vietnamita Nhan Dan hasta el rotativo gubernamental madrile?o Pueblo.

En la primera p¨¢gina de todos los peri¨®dicos que se publicaron ayer en la URSS iban los cuatro folios de la declaraci¨®n del Gobierno, que ya fue difundida por la agencia oficial Tass a ¨²ltima hora del martes.

Como gran novedad de esta declaraci¨®n, los observadores coinciden en se?alar el impl¨ªcito reconocimiento de que fue un avi¨®n de caza sovi¨¦tico el que derrib¨® al avi¨®n intruso.

Por lo dem¨¢s, el comunicado gubernamental sugiere tambi¨¦n que todas las ¨®rdenes dadas durante el incidente salieron del propio mando regional de la defensa antia¨¦rea, desmintiendo as¨ª, sin citarlas, las opiniones de expertos occidentales, quienes, desde un primer momento, afirmaron que la decisi¨®n de derribar el jumbo parti¨® de las autoridades militares de Mosc¨², si bien no se habr¨ªa llegado a consultar a las altas instancias pol¨ªticas.

En un tono relativamente moderado comparado con el que suele ser habitual, el comunicado del Gobierno insiste, por lo dem¨¢s, en las tesis ya conocidas: el jumbo iba sin luces y no contest¨® a las diversas advertencias que se le hicieron. Igualmente, se afirma terminantemente que los pilotos sovi¨¦ticos que intervinieron en la detenci¨®n del avi¨®n intruso no pod¨ªan saber que ¨¦ste era un avi¨®n civil.

Adem¨¢s la declaraci¨®n gubernamental calificaba de falsa la sugerencia hecha por Washington sobre que los aviones de caza sovi¨¦ticos no tienen acceso a las frecuencias de radio que usan las compa?¨ªas comerciales, e insist¨ªa en que -entre otros intentos de establecer contacto- se enviaron mensajes a trav¨¦s de la frecuencia de emergencia de 121,5 megaciclos. En d¨ªas anteriores, Washington hab¨ªa dado a entender que los aviones de caza sovi¨¦ticos carec¨ªan de la posibilidad de comunicarse con aviones o controles a¨¦reos de otros pa¨ªses para evitar las deserciones de sus pilotos.