Juan Carlos pide a los economistas que se esfuercen en buscar soluciones al paro y al subdesarrollo
"Creo que la superaci¨®n de la crisis requiere una postura universal de todos los pa¨ªses, una coordinaci¨®n de pol¨ªticas", manifest¨® ayer el rey Juan Carlos en la clausura del VII Congreso Mundial de Econom¨ªa. El jefe del Estado espa?ol dijo a los economistas que hay que esforzarse en buscar soluciones al paro y al subdesarrollo, que son los problemas prioritarios. Soluciones que permitan mejorar la convivencia social y que todos los pueblos puedan abordar con m¨¢s esperanza la finalizaci¨®n de este siglo. El Rey manifest¨® que "la interdependencia econ¨®mica debe ser tambi¨¦n objetivo prioritario y debe fortalezarse, ya que pensar que un pa¨ªs, de forma islada, pueda iniciar la recuperaci¨®n econ¨®mica es dar la espalda a la realidad socioecon¨®mica, es fomentar la tensi¨®n internacional y alargar las crisis econ¨®micas. La cooperaci¨®n entre todos los pueblos es una necesidad".El catedr¨¢tico espa?ol Julio Segura ley¨® ayer las conclusiones generales del VII Congreso Mundial de Econom¨ªa. Segura afirm¨® que los res¨²menes de las distintas secciones especializadas "pueden provocar sentimientos algo contradictorios respecto a la situaci¨®n de la econom¨ªa mundial y sus posibles soluciones, si bien se han mostrado amplios campos de acuerdo y ciertas disensiones significativas".
Existe un acuerdo bastante generalizado en cuanto al diagn¨®stico de la crisis y en lo relativo a su evoluci¨®n temporal a partir de la escalada de precios del petr¨®leo de 1973. El origen de la crisis es esencialmente industrial, pero la duraci¨®n de la misma ha provocado una multiplicidad de efectos inducidos que han ido haciendo aparecer otros problemas: financiaci¨®n internacional, tecnolog¨ªa y especializaci¨®n internacional, equilibrios internos b¨¢sicos, etc¨¦tera.
Seg¨²n Julio Segura, se puede deducir de las conclusiones una larga lista de pol¨ªticas nocivas, es decir, de cosas que no hay que hacer. Se ha se?alado reiteradamente, por ejemplo, que la pol¨ªtica monetaria por s¨ª sola es ineficaz en una crisis como la actual y que descargar sobre sus espaldas objetivos de reajuste productivo conduce no s¨®lo a su inutilidad, sino a introducir distorsiones adicionales en los procesos de ajuste.
Tambi¨¦n se han se?alado l¨ªmites claros a la pol¨ªtica fiscal y de rentas. Se ha insistido directa e indirectamente en que las pol¨ªticas tendentes a diferir sine die la transmisi¨®n de costes a los precios por medio de subvenciones y otros mecanismos hacen m¨¢s costosos los ajustes al alterar la estructura real de precios relativos y reducir los costes sociales del proceso s¨®lo en escasa cuant¨ªa y a muy corto plazo.
Segura se?al¨® como hecho significativo el que en un congreso con 2.000 economistas de las m¨¢s diversas ideolog¨ªas, posiciones y nacionalidades nadie haya defendido a ultranza posiciones monetaristas extremas o pol¨ªticas neoliberales puras y duras.
Adem¨¢s de esta lista de pol¨ªticas nocivas, en este congreso tambi¨¦n se han manifestado algunos acuerdos generales. Julio Segura, en este campo, se?al¨® los siguientes:
Acuerdos internacionales
- Necesidad de acuerdos internacionales. Se ha apuntado su necesidad dentro de un sistema institucionalmente distinto del actual en ciertos aspectos. Parece existir alto grado de acuerdo en que las modificaciones del sistema monetario y financiero internacional deben ir en la l¨ªnea de una mayor especializaci¨®n y de un marco m¨¢s flexible de financiaci¨®n, as¨ª como en la necesidad de que la utilizaci¨®n de los flujos financieros que puedan generarse deban orientarse prioritariamente hacia actividades directamente productivas y no hac¨ªa la financiaci¨®n de d¨¦ficit exteriores o p¨²blicos.- Ajustes microecon¨®micos. Tambi¨¦n existe un acuerdo bastante generalizado en la necesidad de dise?ar pol¨ªticas de ajuste microecon¨®mico y no s¨®lo grandes l¨ªneas de pol¨ªtica macroecon¨®mica. La raz¨®n parece clara: si la superaci¨®n de la crisis econ¨®mica debe producirse por una reconversi¨®n industrial importante, por un cambio sustancial en la composici¨®n de la industria en el mundo y en cada pa¨ªs, es evidente que las pol¨ªticas de car¨¢cter general -monetaria, fiscal, comercial, de rentas, etc¨¦tera- pueden s¨®lo, en el mejor de los casos, ayudar a crear condiciones favorables a los ajustes productivos; pero en ning¨²n caso pueden constituir un est¨ªmulo esencial a los mismos, ya que son pol¨ªticas por su propia naturaleza no discriminatorias en forma directa.
- Cambio tecnol¨®gico. Tambi¨¦n se ha destacado la enorme importancia que en toda la crisis ha ocupado el cambio t¨¦cnico por sus efectos sobre la productividad, la composici¨®n de la industria, las ventajas comparativas y la distribuci¨®n funcional de la renta.
- Mercado s¨ª, mercado no. El catedr¨¢tico espa?ol destac¨® tambi¨¦n una discusi¨®n que ha sobrevolado en muchas de las sesiones del congreso: la vieja pol¨¦mica mercado s¨ª, mercado no. En este sentido, se?al¨® que hay que ir hacia nuevos mecanismos de asignaci¨®n que complementen o sustituyan al mercado all¨ª donde sea necesario.
- Corto y largo plazo. El relator se refiri¨® tambi¨¦n a la necesidad de resolver el problema de engarce entre las pol¨ªticas econ¨®micas a corto y largo plazo. A corto plazo existen l¨ªmites precisos a los resultados de la balanza de pagos, al d¨¦ficit p¨²blico, a las elevaciones de precio, etc¨¦tera, y por ello resulta imprescindible una pol¨ªtica que trate de mantener en l¨ªmites tolerables los desequilibrios internos e internacionales. Pero esto no es suficiente y debe ir acompa?ado de otras medidas, como la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s y una mayor financiaci¨®n internacional.
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