La estatua de Franco fue retirada de la plaza m¨¢s importante de Valencia entre aplausos y abucheos de miles de personas

Un grupo de voluntarios, militantes de partidos de izquierda, retiraron ayer, ataviados con monos azules y encapuchados, la escultura ecuestre del general Franco, copia de una obra de Jos¨¦ Capuz, que presid¨ªa desde 1964 la plaza del Pa¨ªs Valenciano, centro neur¨¢lgico de Valencia. Dos de los voluntarios pertenec¨ªan al Partido Comunista de Espa?a Marxista-Leninista (PCEml), seg¨²n inform¨® esta formaci¨®n pol¨ªtica.

La operaci¨®n se coron¨® sobre las 14.50 horas, casi 11 horas despu¨¦s de iniciada, entre aplausos de miles de personas. Con ello se daba cumplimiento a un acuerdo municipal tomado por unanimidad el 27 de abril de 1979 que decid¨ªa la retirada de la v¨ªa p¨²blica de Ios s¨ªmbolos y figuras de la etapa no democr¨¢tica". La polic¨ªa carg¨® varias veces y dispar¨® pelotas de goma contra grupos de ultraderechistas que protagonizaron acciones violentas y detuvo a seis personas.Los trabajos para la retirada de la estatua, que se han llevado a cabo despu¨¦s de m¨¢s de cuatro a?os de vacilaciones y amenazas, llegaron a dilatarse tanto, en parte por la pasividad de la Polic¨ªa Nacional, que, al parecer, no acat¨® siempre las ¨®rdenes del Gobierno Civil y que permiti¨® impasible, hasta aproximadamente las dos de la tarde, agresiones e insultos de ultraderechistas a los trabajadores que intentaron quitarla de madrugada, a grupos de ciudadanos que aplaud¨ªan la operaci¨®n, a las autoridades y a la propia polic¨ªa.

Tambi¨¦n influyeron la falta de previsi¨®n y los escasos medios t¨¦cnicos con que se actu¨®. Al parecer, la operaci¨®n se plane¨® sobre la medianoche, y el gobernador civil, Eugenio Burriel, fue avisado telef¨®nicamente a su casa de que se iba a realizar a las dos de la madrugada.

Entre los hechos destacados de la jornada cabe rese?ar que el concejal de AP y teniente de alcalde, del Ayuntamiento de Valencia Juan Carlos Gimeno, coloc¨® ante a escultura una corona de flores con los colores nacionales, que hab¨ªan tra¨ªdo elementos ultraderechistas en torno a las nueve de la ma?ana. Preguntado por EL PA?S acerca del porqu¨¦ de su gesto,

Juan Carlos Gimeno contest¨®: "?Por qu¨¦ no"?.

El concejal de AP acus¨® al alcalde, Ricard P¨¦rez Casado, del PSOE, de "pirater¨ªa pol¨ªtica", por haber decidido retirar la estatua de noche, sin comunicarlo a los miembros de la corporaci¨®n. Gimeno dijo que se le hab¨ªa prometido un acto con honores militares y previa comunicaci¨®n a los concejales.

Protestas e insultos de los 'ultras'

Los trabajos comenzaron aproximadamente sobre las 4.15 horas. Un cami¨®n gr¨²a de la diputaci¨®n provincial, con las placas de matr¨ªcula y los letreros ocultos, se acerc¨® al pedestal de la estatua, y varios operarios comenzaron a intentar separar de la base las patas del caballo, con ayuda de sopletes. Estas herramientas se revelaron ineficaces, y se decidi¨® recurrir a sierras manuales.

Mientras, se hab¨ªa sujetado convenientemente con cuerdas met¨¢licas el cuerpo de la escultura a la gr¨²a. En tanto los trabajadores se dedicaban a su cometido, peque?os grupos de ultraderechistas comenzaron a acercarse, intentaron hacer fotos, discutieron con la Polic¨ªa Municipal, que en ese momento vigilaba los trabajos y al poco comenzaron a insultar a los obreros, a dar vivas a Franco y a protestar porque a los primeros fot¨®grafos de Prensa que hab¨ªan llegado se les permiti¨® fotograf¨ªa y a ellos no.

Los trabajos se suspendieron despu¨¦s de varios intentos de arrancar la estatua con la gr¨²a y una vez que los operarios, que a esas alturas hab¨ªan sido profusamente insultados y agredidos por los ultraderechistas, decidiesen abandonar. Desde el principio, el alcalde se encontraba vigilando la operaci¨®n desde la terraza del ayuntamiento.

La marcha de los acontecimientos desanim¨® especialmente a los trabajadores cuando un joven, que algunos de los presentes identificaron como Javier Maestro, estudiante de Derecho y conocido por sus actividades ultraderechistas, subi¨® sobre la escultura, ayudado por miembros de la Polic¨ªa Nacional, retir¨® la bandera espa?ola que sus correligionarios vienen sujetando cada cierto tiempo a la mano derecha de la efigie del general, y aprovech¨® para soltar las ligaduras que un¨ªan la estatua a la gr¨²a, cantar el Cara al sol brazo en alto, acompa?ado por sus compa?eros que se encontraban en la calle, y arrojar al suelo los serruchos situados sobre el pedestal.

Los ultraderechistas, que hasta las 9.30 horas no superaron el centenar de personas, pero que m¨¢s tarde llegaron hasta el millar, insultaron repetidamente, con ayuda de meg¨¢fonos, al Rey y al alcalde.

Los dirigentes de la operaci¨®n, despu¨¦s de haber enviado una gr¨²a municipal para reforzar a la ya existente, lo que no surti¨® efecto, solicitaron otra m¨¢s potente. Mientras tanto, los alrededores de la estatua se fueron llenando de curiosos.

En torno a las nueve de la ma?ana se produjo la primera ofrenda floral de los ultraderechistas, con la colaboraci¨®n del concejal Gimeno.

La Polic¨ªa Nacional, cuyos efectivos presentes en la plaza fueron creciendo hasta primeras horas de la tarde, procedi¨® a vallar el entorno, pero dejaba pasar a las personas que acud¨ªan a poner banderas o ramos de flores al pie de la escultura. Entre ellas estaba la famosa Paquita Rebentaplenaris, pintoresco personaje de los grupos anticatalanistas valencianos, conocida por su afici¨®n a insultar a las autoridades de izquierdas en actos p¨²blicos.

Cuando algunas de las personas presentes daban los gritos ya tradicionales de "el burro i I'haca, fora de la pla?a" ("el burro y el caballo, fuera de la plaza") y otros a favor de la retirada del conjunto escult¨®rico, algunos grupos de ultraderechistas, entre los que hab¨ªa personas que exhibieron armas cortas de fuego, los atacaron repetidamente, sin que interviniese la Polic¨ªa Nacional, y produjeron algunos contusionados.

Voluntarios

A las 14. 10 horas apareci¨® junto al monumento el grupo de voluntarios que se ofreci¨® desinteresadamente al ayuntamiento. La operaci¨®n se realiz¨® con la ayuda de una nueva gr¨²a de la empresa Saltuv, concesionaria de los transportes municipales, despu¨¦s de que los encapuchados acabasen de aserrar las patas del caballo. Cuando subieron por primera vez al pedestal cay¨® sobre ellos una lluvia de piedras y bolas de plomo procedente del grupo de ultras, que consigui¨® herir a dos de ellos.

A partir de ese momento, la polic¨ªa dispers¨® con pelotas de goma al grupo agresor, y los trabajos finalizaron entre fuertes aplausos. La estatua se parti¨® en dos cuando era retirada, de forma que la mitad superior del cuerpo qued¨® colgando de una cadena, separada del caballo. Finalmente, ambos trozos fueron retirados por el cami¨®n.

Efectivos de la Polic¨ªa Nacional volvieron a cargar varias veces contra peque?os grupos de ultraderechistas que se manifestaron a continuaci¨®n delante del ayuntamiento, insultaron al alcalde, derribaron varios contenedores de basura, volcaron un Land Rover municipal y apedrearon la puerta de la casa consistorial.