Violenta represi¨®n de manifestaciones espont¨¢neas en Chile
La situaci¨®n pol¨ªtica que atraviesa Chile adquiere tintes cada vez m¨¢s explosivos tras el discurso pronunciado el domingo por su presidente, que excluy¨® adelantar los plazos para el restablecimiento de la democracia, y la oposici¨®n mantiene su negativa a proseguir un di¨¢logo "in¨²til" con el r¨¦gimen militar, mientras miles de manifestantes reivindicaron ayer en Santiago, por quinto d¨ªa consecutivo, la "inmediata" restauraci¨®n de la democracia.
IGNACIO CEMBRERO, ENVIADO ESPECIAL, Santiago
G.-D.,
Mientras el presidente chileno, general Augusto Pinochet, conmemoraba con su alocuci¨®n el d¨¦cimo aniversario del golpe militar que acab¨® con el Gobierno constitucional de Salvador Allende, todas las poblaciones perif¨¦ricas de Santiago celebraron a su manera la fecha desafiando a los carabineros y a otros grupos parapoliciales, que en la noche del domingo al lunes -la madrugada de ayer en Espa?a- dieron muerte a dos personas e hirieron a otras 200, la mayor¨ªa de. bala. Otro manifestante muri¨® atropellado cuando corr¨ªa para evitar ser alcanzado por miembros de las fuerzas del orden.A las once de la ma?ana, cuando apenas se hab¨ªan apagado las hogueras encendidas por los manifestantes santiaguinos en la madrugada del domingo -y mientras en el centro de la capital retumbaban las marchas militares y desfilaba la tropa en uniforme de gala-, estallaban los primeros incidentes en el cementerio cat¨®lico, al t¨¦rmino de un homenaje a los desaparecidos y al fallecido Salvador Allende.
Los suburbios, en pie
Poco despu¨¦s, los habitantes de todos los suburbios de Santiago, desde la Gran Avenida hasta la Legua y la Victoria, pasando por Lo Hermida, se echaron a la, calle espont¨¢neamente, infringiendo incluso las consignas de prudencia dadas por algunos sectores moderados de la oposici¨®n para el d¨ªa 11 de septiembre, y liberaron sus poblaciones, cerrando sus accesos con p¨²as y barricadas, hasta que en la madrugada, vencidos m¨¢s por el sue?o que por los carabineros, se retiraron a sus chabolas.
Al grito de "Se siente, se siente, Allende est¨¢ presente", "Democracia, ahora", o "Pan, trabajo justicia y libertad", obreros y j¨®venes desafiaron con temeridad, de forma casi suicida, a una polic¨ªa que lanzaba horizontalmente las granadas lacrim¨®genas, cuando no hac¨ªa uso de sus armas reglamentarias disparando primero al aire antes de inclinar la pistola para seguir haciendo fuego contra manifestantes y cristales de domicilios particulares de donde proven¨ªa el ruido del caceroleo de protesta.
El quinto d¨ªa consecutivo de disturbios en la periferia santiaguina -desde que la v¨ªspera de la jornada de protesta del d¨ªa 8 de este mes se registraron manifestaciones- fue quiz¨¢ el m¨¢s violento y masivo de todos, al sumarse a los cortejos de las poblaciones parte de los 47.000 espectadores que, tras asistir al triunfo, por dos a cero, de la selecci¨®n chilena de f¨²tbol frente a Uruguay, abandonaron el estadio Nacional coreando esl¨®ganes antigubernamentales como "Si Somoza ya se fue, que se vaya Pinochet", "Pinochet, escucha, el pueblo est¨¢ en la lucha", o "Pinochet y su gente mataron al intendente" (gobernador militar de Santiago asesinado el 30 de agosto).
En cinco d¨ªas de manifestaciones casi ininterrumpidas se han registrado en Chile 16 muertos, incluidos cinco responsables del grupo clandestino de izquierdas Movimiento de la Izquierda Revolucionaria ca¨ªdos en un choque armado con los carabineros, lo que eleva a 45, seg¨²n c¨¢lculos oficiosos fidedignos, el n¨²mero de v¨ªctimas mortales desde que el 11 de mayo la oposici¨®n democr¨¢tica convoc¨® la primera jornada de protesta contra el r¨¦gimen castrense.
Aunque el cansancio y la violencia de la represi¨®n obliguen a las poblaciones a interrumpir moment¨¢neamente sus acciones reivindicativas, no se vislumbra por ahora ninguna salida que pudiese desbloquear la actual situaci¨®n chilena. La oposici¨®n democr¨¢tica a la dictadura, reagrupada en la Alianza Democr¨¢tica (AD), estaba reunida a la hora de cerrar esta edici¨®n para emitir su juicio sobre el mensaje a la naci¨®n del general Pinochet, retransmitido, en directo por radio y televisi¨®n a todo el pa¨ªs.
Algunos de sus miembros m¨¢s destacados se adelantaron al comunicado oficial de AD para afirmar, como Andr¨¦s Zald¨ªvar, presidente de la Uni¨®n Mundial Dem¨®crata Cristiana, que el discurso presidencial "no respondi¨® a las expectativas del pa¨ªs" y las medidas anunciadas "son de muy poco alcance". El ex ministro democristiano Enrique Krauss lament¨® que Pinochet hubiese "reiterado su inconmovible adhesi¨®n al calendario establecido en la Constituci¨®n de 1980", que asegura su mantenimiento en el poder hasta dentro de seis a?os y descarta, por tanto, el eventual restablecimiento de la democracia antes de 1989.
El dirigente radical (socialdem¨®crata) Patricio Tombolini reiter¨®, tras haber escuchado la alocuci¨®n, que el di¨¢logo Gobierno-oposici¨®n, iniciado el pasado mes de agosto con vistas a restablecer las libertades en el pa¨ªs, y que la oposici¨®n suspendi¨® el pasado viernes, sigue "sin tener raz¨®n de ser, ya que ¨¦ste s¨®lo es v¨¢lido si logra establecer los plazos perentorios de la vuelta a la democracia".
Cuando el democristiano Gabriel Vald¨¦s, l¨ªder de Alianza Democr¨¢tica, anunci¨® el viernes la interrupci¨®n de las conversaciones mantenidas por la oposici¨®n con el ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, el ex canciller chileno explic¨® la decisi¨®n de la coalici¨®n antigubernamental "por las palabras de Pinochet en cuanto a que ¨¦l ( ... ) seguir¨¢ gobernando hasta 1989", y por "el llamamiento de Jarpa a organizar grupos paramilitares por parte de los civiles, lo que equivale a generar una guerra civil".
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