"Bienvenido, se?or presidente"
Alojado en un hotel madrile?o, el expresidente mexicano Jos¨¦ L¨®pez Portillo se encuentra en Espa?a por motivos estrictamente priva dos que se relacionar¨ªan con la llegada de unos amigos procedentes de M¨¦xico, seg¨²n declar¨® a este peri¨®dico una de las personas que le acompa?an. L¨®pez Portillo ha abandonado todo tipo de actividad pol¨ªtica, declaraban estas fuentes -que no se identificaron-, y su visita no tiene como objetivo tomar decisiones sobre posibles inversiones a realizar en Espa?a. En la actualidad, L¨®pez Portillo vive en Roma y no parece que vaya a cambiar su lugar de residencia. Al me nos eso afirman sus conocidos, aunque en M¨¦xico los rumores so bre su posible traslado a Espa?a son cada vez m¨¢s fuertes. Diversos problemas podr¨ªan estar aconsejando que tomara esta decisi¨®n. El m¨¢s importante de ellos, el procesa miento de personas estrechamente ligadas a ¨¦l, empezando por el ex presidente de Pemex, Jorge D¨ªaz Serrano, acusado de defraudar al ente petrolero 34 millones de d¨®lares. Los vecinos de Caparroso, un peque?o pueblo situado al pie del pol¨ªgono de tiro de Las B¨¢rdenas, donde siguen entren¨¢ndose en pr¨¢cticas de vuelo los aviones norteamericanos, han desechado ya sus antiguos sue?os de crecer y enriquecerse gracias a unas relaciones privilegiadas con M¨¦xico. Nadie olvida all¨ª la visita que L¨®pez Portillo hizo a Caparroso, donde se le nombr¨® a ¨¦l y a su padre hijos adoptivos, ni las numerosas delegaciones mexicanas que pasaron por el pueblo durante su mandato presidencial. Tampoco olvidan los viajes que distintos vecinos de Caparroso hicieron al otro lado del Atl¨¢ntico durante ese a?o.Caparroso en ¨¦l siglo XV
SALVADOR ARANCIBIA, Madrid
G.-D.,
Todo ello queda en el recuerdo 3 permanece a¨²n el regusto amargo de lo que pudo ser, si alguna vez se hubieran cumplido las vagas pro mesas que en su d¨ªa se les hicieron Aunque la relaci¨®n de Caparroso con L¨®pez Portillo se remonta al siglo XV, ¨¦poca en la que se tienen noticias de que un ascendiente del ex presidente de M¨¦xico vivi¨® en aquella localidad, lo cierto es que L¨®pez Portillo gira su primera visita a Caparroso en 1966 y ah¨ª se inicia un estrecho v¨ªnculo con dos personas de este pueblo: Jos¨¦ Manuel Yanguas Jenarro, secretario de ese ayuntamiento que falleci¨® en 1978 en un hospital mexicano en uno de sus m¨²ltiples desplazamientos a aquel pa¨ªs, y Jos¨¦ Morente Morente, ¨²ltimo alcalde del r¨¦gimen anterior.
El actual secretario del ayuntamiento, Jos¨¦ Luis D¨ªez D¨ªaz, todav¨ªa se acuerda de la fren¨¦tica actividad de relaciones Caparroso-M¨¦xico existentes cuando ¨¦l ocup¨® el cargo por el fallecimiento del anterior secretario: las conversaciones telef¨®nicas con la embajada en Madrid y con la propia residencia presidencial, las numerosas estancias de mexicanos en Caparroso, los viajes para estrechar lazos de hermandad entre ese pueblo y Cuernavaca o Jerez de la Frontera, dados los v¨ªnculos de los Domecq con L¨®pez Portillo.
Recuerda tambi¨¦n, aunque s¨®lo estuvo un momento, porque entonces no era secretario del ayuntamiento, el 15 de octubre de 1977, cuando L¨®pez Portillo lleg¨® en helic¨®ptero al campo de f¨²tbol del pueblo y aquello fue la apoteosis. El ayuntamiento ofreci¨® una comida para m¨¢s de 300 personas y la delegaci¨®n mexicana llev¨® a Caparroso un cami¨®n de gran tonelaje lleno de bocadillos que se repartieron entre todo el pueblo. Los Domecq regalaron otro cami¨®n de bebidas para festejar el d¨ªa en el que Jos¨¦ L¨®pez Portillo recib¨ªa el pergamino de hijo adoptivo del pueblo donde cinco siglos antes vivi¨® uno de sus ascendientes.
Hijo adoptivo
Los d¨ªas anteriores a la visita fueron de una tremenda actividad en Caparroso. Visitaba ese pueblo gente de todo tipo, que trataba de colocarse bien para intentar saltar al otro lado del oc¨¦ano. Un pintor lleg¨® con varios cuadros y solicit¨® que se los expusieran en alg¨²n lugar destacado por "si al presidente le gustaban". Le gustaron todos y se los llev¨®. El pintor intent¨® luego, sin ¨¦xito, que el ayuntamiento pagara dichas pinturas. En un cuarto trastero de dicho ayuntamiento se encuentra todav¨ªa un busto de L¨®pez Portillo que ¨¦ste no se llev¨®, posiblemente debido a su peso. Francisco Arana Arana, actual alcalde de Caparroso, no puede olvidar ese d¨ªa tampoco y no deja de repetir que el pueblo se muestra orgulloso de su hijo adoptivo, "cualquiera que sean las actividades que ¨¦ste haya realizado con posterioridad a su visita". Para Francisco Arana, el pueblo del que es alcalde en la actualidad guarda, un recuerdo entra?able de L¨®pez Portillo, que hizo que su localidad fuera conocida dentro y fuera de Espa?a.
Aunque el Ayuntamiento, de Caparroso actuara como oficina' de relaciones con M¨¦xico en el tiempo en que L¨®pez Portillo fue presidente, cada uno se ha intentado agarrar a lo que pod¨ªa, y hubo quien pens¨® que se podr¨ªa vivir en M¨¦xico utilizando la posici¨®n privilegiada de algunos vecinos.
Para estrechar m¨¢s los lazos de amistad entre Caparroso y el presidente mexicano, la corporaci¨®n municipal, reunida en junta, decidi¨® el 10 de junio de 1977 aprobar la creaci¨®n, en un terreno municipal, de una urbanizaci¨®n que llevar¨ªa el nombre de M¨¦xico, en la que se construir¨ªa una residencia para la tercera edad con el nombre del presidente mexicano. En esa misma reuni¨®n se acord¨® que dos parcelas de esa urbanizaci¨®n, en total 1.800 metros cuadrados, le ser¨ªan regaladas a L¨®pez Portillo por el ayuntamiento. La valoraci¨®n de esa superficie se cifr¨® en 40.000 pesetas y se llevaron a cabo todos los tr¨¢mites legales para que pudiera ser donada al entonces presidente.
Parcela sin urbanizaci¨®n
El ayuntamiento solicit¨® y obtuvo de la Diputaci¨®n Foral de Navarra la exenci¨®n fiscal y de cualquier otro tipo de gastos para dichas parcelas, en virtud de la relevancia de la persona a la que se le iba a regalar. Jos¨¦ Luis D¨ªez, secretario del ayuntamiento en la actualidad, afirma que posteriormente se quiso acelerar toda la tramitaci¨®n burocr¨¢tica y que incluso en alguno de los numerosos viajes a M¨¦xico se trasladaron un arquitecto y un aparejador para perfilar los planos de lo que deber¨ªa ser un chal¨¦ de L¨®pez Portillo.
Lo cierto es que L¨®pez Portillo no ha vuelto a pisar la tierra de sus mayores. La parcela le fue entregada al entonces presidente de M¨¦xico a trav¨¦s del embajador de aquel pa¨ªs en Espa?a. La residencia de ancianos, que iba a ser construida con fondos mexicanos, s¨®lo cuenta en la actualidad con un proyecto que pag¨® el ayuntamiento. La urbanizaci¨®n M¨¦xico no existe, aunque todos los vecinos pueden se?alar exactamente la localizaci¨®n del hipot¨¦tico chal¨¦ que L¨®pez Portillo se iba a construir.
Caparroso, que vive del producto de sus tierras y de la actividad de sus dos peque?as f¨¢bricas de transformaci¨®n de productos agr¨ªcolas, recuerda en estos d¨ªas de fiesta "aquella tarde de octubre de 1977, en la que todos estaban euf¨®ricos, borrachos, con la visita del presidente mexicano". Hoy sigue siendo un bonito sue?o que ya nunca ser¨¢ realidad, pero al que contin¨²an aferr¨¢ndose algunos de ellos. En los bares, en los piperos, despu¨¦s de los miniencierros que celebran en estos d¨ªas sus fiestas, se sigue hablando de M¨¦xico y de L¨®pez Portillo, aunque saben que nunca ser¨¢n ricos por ninguno de estos motivos.
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