Mejor a zapatillazos
Plaza de Las Ventas. 14 de septiembre. Pr¨²nerfestejo de la feria de Oto?oCinco novillos de Diego Romero, inv¨¢lidos, encastados; quinto, sobrero de
Francisco Ortega, con trap¨ªo, derrengado.
Emilio Oliva. Seis pinchazos -aviso con retraso-, estocada, rueda de peones y descabello (silencio). Cinco pinchazos -aviso- otros cinco pinchazos y estocada corta (silencio). Jaime Malaver. Estocada perpendicular delantera y descabello (silencio). Media muy baja, rueda de peones y dos descabellos (silencio). S¨¢nchez Marcos. Dos pinchazos, estocada corta atravesada, cuatro descabellos -aviso con retraso- y dobla el novillo (palmas y salida al tercio). Pinchazo y estocada ca¨ªda (silencio).
Mataron los novillos a pinchazos y mandobles, pero m¨¢s eficaz habr¨ªa sido hacerlo a zapatillazos. Sali¨® tan endeble el ganado, que el esto que era desproporcionada arma para abatirlo. Una zapatilla bien blandida hubiese sido suficiente.La cuota de pinchazos subi¨® ayer muchos enteros merced al empe?o de Emilio Oliva en no utilizar la zapatilla, con la que deb ser m¨¢s diestro. Diecis¨¦is pinchazos emple¨®, aparte sendas estocadas, para acabar con sus dos novi llos. Posiblemente ¨¦sta sea la mar ca de la temporada en cuanto a toros trufados en el ruedo de Las Ventas se refiere.
JOAQUIN VIDAL , Madrid
MIRET MAGDALENA
Oliva no debe temer que la afici¨®n le guarde rencor por ello: los aficionados saben perdonarlo todo, incluso el toricidio. Lo que en cambio jam¨¢s le podr¨¢n perdonar es que se dejara ir sin torear aquel primer novillo sensacional que le cay¨® en suerte -o quiz¨¢ le cay¨® en desgracia.
El cuarto tambi¨¦n pose¨ªa no bleza y abus¨® de ella para pegarle pases, un saldo de pases, cien veces los mismos pases, que eran dos pases. ?Peg¨® pases?. Hab¨ªamos perdido la esperanza de que alg¨²n suceso le obligara concluir (por ejemplo, que le robaran la muleta), cuando de los altos surgi¨® un vozarr¨®n b¨ªblico que le gritaba "?aburridooo!". S¨®lo enton ces concluy¨®.
En realidad, no ten¨ªa demasiada importancia; todo torero ha sido pegapases alguna vez en su vida En cambio, s¨ª tuvo importancia lo que ocurri¨® en el primer novillo de la tarde, por cierto sobrero. Pocas veces se habr¨¢ visto tan pastue?a embestida. Emilio Oliva la manipula como jam¨¢s debe hacer quien sepa o por lo menos intuya lo que es el arte de torear. Se colocaba de costadillo, la pierna contraria atr¨¢s; citaba con el pico.
Esas maneras zafias, propias de los muchos pegapases que produjo la fiesta en pasadas ¨¦pocas, aparte de que ya est¨¢n trasnochadas, es inevitable olvidarlas cuando el novillo toma los enga?os con esa nobleza, con esa suavidad y con esa largura que evocan las enfebrecidas duermevelas de v¨ªsperas de corrida. Porque entonces el toreo surge natural, y si no se conoce, se inventa.
Emilio Oliva, por el contrario, reiteraba los latiguillos propios del pegapases consumado; y aun se contoneaba tras los remates, convencido del triunfo. Naturalmente fracas¨®, y su futuro entra en nebulosa, despu¨¦s de lo sucedido.
Para Jaime Malaver hubo un novillo reserv¨®n m¨¢s un toro hecho, de media arrancada. La papeleta era dificil y la resolvi¨® con escasos recursos, lo cual no es menester lleve impl¨ªcito un juicio negativo, pues est¨¢ convenido que los novilleros se encuentran en per¨ªodo de aprendizaje y no tienen por qu¨¦ ser pozos de ciencia.
Inv¨¢lidos absolutos le correspondieron a S¨¢nchez Marcos, que exhibi¨® estilo, si bien era de sal¨®n. Ol¨¦s le dedicaron en su primera faena, cuando dibujaba primorosos naturales ligados al de pecho y ayudados, al aire, porque novillo no hab¨ªa. El mismo apunte ensay¨® en el sexto.
Torea bien pero, sin ir rri¨¢s lejos, don Mariano, el veterano aficionado, a la salida de la plaza. aun torea m¨¢s gustoso y ce?ido para deleite de las amistades, y pr¨¢cticamente el riesgo es el mismo. O mayor, porque en cierta ocasi¨®n iba el hombre ligando doblones de pierna arqueada por la calle Alcal¨¢ a trav¨¦s, crecido en su arte, y de poco se lo lleva por delante un autob¨²s lleno de pluriempleados.
Se perfilaba S¨¢nchez Marcos para el volapi¨¦, y el rojizo atardecer prestaba un t¨¦trico centelleo al estoque. Un zapatillazo a modo, contundente y certero, habr¨ªa sido m¨¢s piadosa forma de acabar con el tullido animal y con la triste novillada.
Ma?ana no torea Manzanares
Por la megafon¨ªa de la plaza se anunci¨® que Manzanares, lesionado el pasado martes en Aranda de Duero, no participar¨¢ en la corrida de ma?ana en Las Ventas. Parte del p¨²blico le cogi¨® esta ausencia con muestras de j¨²bilo, y aplaudi¨® al darse a conocer que el torero sustituto es S¨¢nchez Puerto, el cual cuaj¨® una gran faena recientemente en el mismo ruedo.
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