Luz en el t¨²nel chileno
Van 10 a?os de perforaci¨®n a golpes de sable en la monta?a humana de Chile y ya se vislumbra desde el propio t¨²nel la luz de la otra ladera. Toda una d¨¦cada corroyendo las entra?as de un pueblo y sembrando tinieblas en su conciencia no ha sido suficiente sordina para amortiguar el zumbido letal, de aquellos proyectiles contra la casa de la Moneda que troncharon la vida del honesto Salvador, laico y del pueblo que le segu¨ªa. A¨²n resuena con toda nitidez en nuestros t¨ªmpanos. Recientemente ha sido amplificado por el eco milenario de balas contra humildes cacerolas. Humildes, porque otras sonaron de metales nobles, que no lo eran tanto, aunque fueron respetadas por el Gobierno democr¨¢tico.Amargo y elevado precio el que paga la democracia por mantener su ¨¦tica a costa de su vulnerabilidad al respetar incluso a los que llegado el momento ser¨¢n sus propios verdugos.
La bestia, en cambio, es cobarde y teme a esas cacerolas de humilde condici¨®n, aun sabiendo que jam¨¢s se cocinar¨¢ en ellas la vida de inocentes. Se siente acorralada porque ella misma percibe desde su oscuro bunker, hecho de cad¨¢veres, la luz cegadora de la libertad. / .
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