El fiscal pide tres a?os de c¨¢rcel por estafa para el ex presidente del Banco de Navarra

Juan Palomeras Bigas, ex presidente del Banco de Navarra, se sent¨® ayer en el banquillo de los acusados de la secci¨®n tercera de lo penal de la Audiencia Provincial de Barcelona para ser juzgado, junto a otros dos inculpados, por un presunto delito de estafa, supuestamente cometido en perjuicio de la propia entidad y por el que se le solicita una pena de tres a?os de prisi¨®n. El juicio qued¨® suspendido a solicitud de los abogados defensores y del ministerio fiscal, quienes reclamaron que se practicaran unas informaciones complementarias.

La historia de este procedimiento judicial se remonta al 11 de octubre de 1976, cuando Juan Palomeras Bigas, actuando como presidente del Banco de Navarra, suscribi¨® con Juan Luis Mu?oz Abad un contrato privado de compra de una finca r¨²stica situada en V¨¦lez-M¨¢laga, bautizada con el nombre de Viznales, de 96.000 metros cuadrados. La finca era susceptible de urbanizaci¨®n y s¨®lo faltaba correr con los gastos de infraestructura y de parcelaci¨®n, que se comprometieron llevar a t¨¦rmino entre el comprador y vendedor. El precio de esta compra supuso un desembolso de 483 millones de pesetas.Esta operaci¨®n fue investigada a ra¨ªz de la intervenci¨®n judicial del Banco de Navarra. Seg¨²n los primeros informes periciales, obrantes en el sumario, se lleg¨® a la conclusi¨®n de que el valor real de la finca no llegaba a cien millones de pesetas. Se asegura en uno de los dict¨¢menes que el verdadero valor de la finca era de 40 millones. Se estableci¨® as¨ª la hip¨®tesis de que Juan Palomeras Bigas, presidente del Banco de Navarra, as¨ª como el vendedor Juan Luis Mu?oz Abad y su amigo Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Chinchilla hab¨ªan hurdido repartirse la diferencia entre el valor real de la finca y el precio pagado por la entidad bancaria.

Seg¨²n se desprende del auto de procesamiento, la operaci¨®n no hab¨ªa llegado a consumarse ya que la intervenci¨®n judicial del Banco de Navarra paraliz¨® el pago pactado.

Los hechos supuestamente irregulares fueron denunciado en el Juzgado de Guardia de Barcelona por el administrador judicial y por el depositario de la quiebra del Banco de Navarra dando as¨ª pie a un sumario que empez¨® a instruir el Juzgado n¨²mero 2. En marzo de 1980 el magistrado juez dict¨® auto de pro cesamiento contra los tres inculpados por un presunto delito d estafa en grado de frustraci¨®n y de falsedad. Por estos delitos el ministerio fiscal redact¨® una calificaci¨®n provisional en la que solicita que al ex responsable del Banco de Navarra y al vendedor de la finca se le impongan sendas penas de tres a?os de prisi¨®n por el presunto delito de estafa, mientras que al tercer procesado se le condene a tres meses de prisi¨®n por el de falsedad en documento.

La causa judicial contra el ex presidente del Banco de Navarra qued¨® ayer suspendida en espera de una informaci¨®n complementaria. Al parecer, se intenta aclarar los t¨¦rminos de un pacto que redactaron las diferentes partes en el litigio y que fue alcanzado horas antes del juicio oral. Seg¨²n este pacto los vendedores y los compradores de la finca desisten de la acci¨®n y por su parte los querellantes abandonaban el litigio.

Esta es la segunda ocasi¨®n en que el creador y ex presidente del Banco de Navarra comparece ante la Justicia para responder de las presuntas irregularidades cometidas en la entidad. Con anterioridad Juan Palomeras Bigas fue juzgado por la Audiencia de Pamplona, acusado de tres delitos de falsedad, solicit¨¢ndosele seis a?os de prisi¨®n. Este procedimiento que se inici¨® a instancias del Banco de Espa?a, finaliz¨® con la, absoluci¨®n de Juan Palomeras. Esta resoluci¨®n fue ratificada ante el Supremo.

Pero a pesar de esta resoluci¨®n favorable de la Administraci¨®n de Justicia, el responsable del Banco de Navarra no ha podido evitar la prisi¨®n. El 20 de septiembre de 1981 fue detenido y encarcelado en Barcelona al no poder hacer frente a una fianza de 30 millones de pesetas impuesta por el juez que instruye el procedimiento de quiebra. Ocho meses despu¨¦s sali¨® de la c¨¢rcel.