Dos guardias urbanos de Barcelona viajaron a Francia para secuestrar a Ram¨®n Mateu
Ram¨®n Maten Casadevall, creador del imperio de transportes Mateu y Mateu junto con su hermano Mariano, fue detenido el pasado mi¨¦rcoles en las Rambla de Santa M¨®nica de Barcelona, cuando se encontraba secuestrado en el interior del veh¨ªculo en el que fue trasladado por la fuerza desde Francia. Cuatro personas, entre ellas dos guardias urbanos de Barcelona, han sido detenidas bajo la acusaci¨®n de estar. relacionadas con el secuestro en Francia del industrial, contra el que se hab¨ªan cursado diversas ordenes de b¨²squeda y captura por presuntas irregularidades cometidas en la firma de transportes.
La historia del secuestro de, Ram¨®n Mateu Casadevall, que est¨¢ siendo investigada por el grupo de estafas de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona, se inici¨® el pasado martes, cuando un grupo de cuatro personas, integrado por Manuel G¨®mez Vargas, Ram¨®n Riera Llorens, Enrique Rodr¨ªguez Hoyos -¨¦stos dos ¨²ltimos, miembros de la Guardia Urbana de Barcelona- y Jorge Luis Colomar Pueyo -detective privado de la empresa de investigaci¨®n Investigator-, se traslad¨® en coche privado a La Grande Motte, localidad tur¨ªstica cercana a Montpellier (Francia), con la intenci¨®n de localizar y trasladar hasta ¨¢l industrial huido. Jorge Luis Palomar entreg¨® 200.000 pesetas a cada uno de los participantes en el secuestro.El contacto entre los secuestradores y Ram¨®n Mateu tuvo lugar en la calle, frente al hotel Frantelle, cuando el industrial se dirig¨ªa a una pizzer¨ªa en la que habitualmente cenaba. Uno de los individuos, posiblemente un guardia urbano se acerc¨® a Ram¨®n Mateu asegurando que se trataba. de un servicio de la Interpol.
Posteriormente se acercar¨ªan los otros tres hombres, que intentaron introducirlo por la fuerza en el interior del coche. El industrial, que se resisti¨®, fue golpeado reiteradamente en diversas "'partes del cuerpo. Con los ojos vendados y maniatado fue trasladado hasta el paso de frontera, utilizado frecuentemente por los contrabandistas, de Companys, cercano a la localidad francesa de Bourgmadame y a la espa?ola de Puigcerd¨¢, por donde cruzaron
Espera infructuosa
En la frontera ten¨ªa que haberles estado esperando otro veh¨ªculo. Durante una hora, los cuatro secuestradores y Ram¨®n Mateu - ¨¦ste atado y amordazado- esperaron infructuosamente. Despu¨¦s, el coche reemprendi¨® su viaje, siempre en direcci¨®n a Barcelona. De vez en cuando el veh¨ªculo se deten¨ªa al pie de Ia carretera. Uno de los secuestradores descend¨ªa entonces e intentaba siempre sin resultado, ponerse en contacto telef¨®nico con un posible enlace en Barcelona. Al llegar a la ciudad, las llamadas por tel¨¦fonos p¨²blicos se hicieron m¨¢s insistentes.
Ram¨®n Mateu Casadevall lleg¨® a ?contabilizar que, en menos de un cuarto de hora, se hicieron cinco paradas. Una de las ¨²ltimas llamadas tel¨¦fonicas fue al servicio de urgencias de la polic¨ªa, el 091. Esta llamada al 091 fue confirmada ayer por fuentes policiales, aunque no pudieron precisar el contenido de la conversaci¨®n entre los secuestradores y el servicio policial. Para entonces, poco antes de las cinco de la madrugada, el veh¨ªculo con las cinco, personas se detuvo en la Rambla de Santa M¨®nica durante unos minutos, posiblemente para esperar a alguien.
La prolongada detenci¨®n de un coche con cinco personas en su interior llam¨® poderosamente la atenci¨®n a la dotaci¨®n de un coche Z de la Polic¨ªa Nacional. Dos polic¨ªas nacionales se dirigieron al veh¨ªculo aparcado para identificar sus ocupantes. Uno de los dos guardias urbanos que secuestraron a Mateu ense?¨® a los polic¨ªas nacionales su carn¨¦ profesional al tiempo que les informaba que trasladaban a un detenido.
Desde el interior del veh¨ªculo, Ram¨®n Mateu pudo desatarse de sus ligaduras y se lanz¨® contra el cap¨® del veh¨ªculo policial, asegurando que estaba secuestrado, y que se acog¨ªa a la protecci¨®n de las Fuerzas de Orden P¨²blico.
Los dos polic¨ªas nacionales, ante lo confuso de la situaci¨®n, optaron por trasladarlos a todos a la comisar¨ªa. Posteriormente, otras tres personas, Sergio San Celestino Vicente, Mar¨ªa Luz Valdes Rodriguez y Miguel, Morales Cejas, pasar¨ªan a disposici¨®n judicial, acusadas de haber apoyado y participado en la acci¨®n con un segundo veh¨ªculo.
Amenazas
Ayer, Ram¨®n Mateu Casadevall, mientras permanec¨ªa en los pasillos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelo?a, recordaba que en el largo recorrido desde La Grande Motte a la frontera fue amenazado reiteradamente. Se le asegur¨® que su esposa y su hijo menor se encontraban tambi¨¦n secuestrados y se le pidi¨® reiteradamente que firmara una serie de documentos relacionados con la empresa de transpores. Ram¨®n Mateu se neg¨® a ello.
Medios jur¨ªdicos de la abogac¨ªa afirmaron ayer que el coche que ten¨ªa que haber estado esperando a los secuestradores en el paso fronterizo de Companys era de la Guardia Civil. Estos medios jur¨ªdicos consideraron la posibilidad de que el secuestro de Mateu en Francia hubiera sido ofrecido a la Guardia Civil por terceras personas. Este tesis estar¨ªa abonada por la llamada posterior a la Jefatura Superior de Polic¨ªa.
Fuentes policiales aventuraban ayer que el secuestro fue ordenado por empresarios rivales del transporte, que deseaban desvincularse definitivamente de la quiebra de Mateu y Mateu. Estas fuentes afirmaron que la intenci¨®n final de los secuestradores, despu¨¦s de hacer firmar una serie de dociamentos privados a Ram¨®n Mateu, era o bien entregarlo a las fuerzas de seguridad o bien asesinarlo.
En alguna otra ocasi¨®n ya se hab¨ªa detectado la colaboraci¨®n de guardias urbanos con agencias de detectives privados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.