Pa¨ªs de muertos
Pa¨ªs de muertos, pa¨ªs de locos. En un mismo d¨ªa fallece el gran fil¨®sofo Zubiri despiden a Balb¨ªn y se muere Mairena, el cantaor. Lo cual que me levanto al alba, como Azor¨ªn (pero con m¨¢s provecho) a desayunar higos frescos de mi higuera, ba?ados en wodka, y a ponerle a mi gata -Ada o el ardor--su raci¨®n de carne humana poco hecha, y en cuanto mi casa civil me trae la prensa, zas, tres muertos fara¨®nicos para la posteridad. La vida del cronista est¨¢ llena de decepciones. Hay d¨ªas sin tema y d¨ªas fragorosos de temas. El problema est¨¢ en la s¨ªntesis, que el original son dos falios y el precio lo justo. Zubiri muere muchos a?os despu¨¦s de muerto, pues que su filosofia -o, mejor, su esfuerzo mental, prodigioso- poco tiene que ver ya con el pensamiento fragmentario, l¨ªrico, m¨¢s casual que causal, de los pensadores del fin de siglo, desde Cioran a ?ndr¨¦ Glocksmann. Quedar¨¢ en la Historia, pero no en la cr¨®nica. Por la otra punta de la cultura (la cultura de masas), que viene a ser la misma ("los extremos me tocan", Andr¨¦ Gide), Balb¨ªn es destituido. como director de los informativos de TVE. Qu¨¦ dos irreparables/ irrepetibles p¨¦rdidas para la cultura espa?ola. Zubiri alfabetizaba a las marquesas ¨¢gr¨¢fas que no le le¨ªan, como antes Ortega y D'Ors y Balb¨ªn analfabet¨ªzaba a la rebeli¨®n de las masas, tan aserenada mediante el invento. Viene a ser lo mismo, ya digo. Vender soluciones a la gente, que la gente no aguanta sin aspirina. Zubiri era la aspirina/ Dios y Balb¨ªn la aspirina/actualidad. Dios usa chaqueta cruzada y se ha quedado un poco inactual. Dios tiene que cambiar de sastre. Balb¨ªn era la aspirina que nos aserenaba varias veces al d¨ªa, con sus informativos, convenci¨¦ndonos, mediante compactas locutoras -la Artal, la Artal-, de que viv¨ªamos, mussolinianamente, d'annunzianamente, "en el mejor de los mundos posibles". Luego, aqu¨ª fue la de Sagunto/Troya, y ya la cosa empez¨® a pon¨¦rseles m¨¢s cruda a los de los informativos. Hasta que presidente Felipe, con una sola palabra en la hemiplazuela de las Cortes, ha hecho el gesto romano de descabezar ciertas cabezas. Es lo que se llama una democracia fuerte. Pero no hay dos sin tres, que dicen los colaboradores por libre de los peri¨®dicos, ni la actualidad ni su cr¨®nica quedan completas sin un tercero. Lo dice Antonio Mairena en entrevista p¨®stuma:-Con mi muerte desaparecer¨¢ el gran revolucionario del cante.
Me gusta este egotismo p¨®stumo. Me gusta el egotismo, en Stendhal o en Mairena, porque su alternativa es la hipocres¨ªa modesta: "Yo, que no re¨²no m¨¦ritos...". Mairena muere cuando la derecha flipa con Julio Iglesias y la acracia joven hace inmensas colas para el concierto de los Police. Tampoco se le le¨ªa, ya. Espa?a es pa¨ªs de muertos donde la gente muere en vida,- mucho antes del tr¨¢mite, porque, como dec¨ªa Ram¨®n, "ya no hay muerte: s¨®lo hay sepelios". Balbin cesa cuando los informativos eran, ya, pasto de una burgues¨ªa y unas peque?as e inmensas clases medias desinformadas por exceso de inform¨¢tica. Se lo tengo muy dicho a Rafans¨®n, a cambio de las confortativas wodkas que me regala en su dacha, vecina de la m¨ªa: "Al personal le dais muchos datos y ninguna noticia. Tu invento de sustituir la noticia por el dato es'genial, Rafael. Besos a Inmaculada que est¨¢ divina, y gracias por la wodka para un escritor que no se lo puede ganar. Te prometo que no voy a gastarme la wodka en vino". Pa¨ªs de muertos, ahora empezaremos a leer a Zubiri. en paperback. Empezar¨¢ el revival/Mairena, con todos sus discos en Casa Areces, Cortingl¨¦s, y a Baib¨ªn le saldr¨¢n nuevas M¨¢nicas para el fuego de siu pipa. Hay una identificaci¨®n Cultura/muerte que no ha salvado ning¨²n Ministerio/Solana. Eso nos quita resentimiento a los vivos.
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