El presidente de Costa Rica discrepa de F¨¦lipe Gonz¨¢lez sobre conexiones ETA-Nicaragua
El presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, ha asegurado que el presunto etarra detenido en este pa¨ªs, Gregorio Jim¨¦nez Morales, "reconoci¨® que tra¨ªa la macabra misi¨®n de atentar contra la vida de l¨ªderes disidentes opositores al Gobierno de Managua. No podr¨ªa decir que lo enviaron, pero s¨ª que vino de Nicaragua". En respuesta a unas declaraciones de Felipe Gonz¨¢lez, en las que ¨¦ste se mostr¨® satisfecho con las explicaciones recibidas del ministro nicarag¨¹ense del Interior, comandante, Tom¨¢s Borge -en la entrevista que mantuvieron el pasado jueves en Madrid-, dijo que la posici¨®n del jefe del Gobierno espa?ol resultaba en este caso muy comprometida e inc¨®moda, "ya- que ha estado siempre inclinado a, ayudar a Nicaragua y a evitar tensiones en la zona".
El abogado Francisco Lemus, defensor del detenido vasco, neg¨® a este corresponsal que su patrocinado haya admitido en ning¨²n momento estar involucrado en un compl¨® para eliminar a dirigentes de la organizaci¨®n antisandinista Alianza Revolucionaria Democr¨¢tica (ARDE). El expediente presentado al juez por la direcci¨®n de Inteligencia y Seguridad no incluye ninguna confesi¨®n de Jim¨¦nez en este sentido.El letrado costarricense considerla que la historia tejida en tomo a esta detenci¨®n constituye un bluff muy peligroso, "al mezclar el aspecto jur¨ªdico con el de pol¨ªtica internacional. Si Costa Rica demanda una consideraci¨®n de Estado neutral, no puede reconocer a ARDE como fuerza beligerante contra un pa¨ªs vecino. Est¨¢ admitiendo que tiene su sede en este pa¨ªs y que el Gobierno se considera cuidador de sus bienes y sus personas".
Francisco Lemus explic¨® que la detenci¨®n de Gregorio Jim¨¦nez se hab¨ªa producido en circunstancias casuales. El pasado d¨ªa 9, hacia las siete de la tarde, caminaba desorientado por el barrio Claret de la capital costarricense cuando fue asaltado por dos desconocidos, que, despu¨¦s de robarle el reloj y una cantidad de dinero cercana a los 4.000 colones (14.400 pesetas) y le dieron una fuerte paliza.
Documentos falsos
Jim¨¦nez pidi¨® ayuda en una casa cercana, en la que result¨® vivir un agente de Seguridad. Sorprendido ¨¦ste de que llamara por la puerta trasera, qu¨¦ da a una acequia, y extra?ado por su aspecto, le condujo de inmediato a una dependencia de la, Guardia Rural, de donde ser¨ªa remitido luego a la direcci¨®n de Inteligencia y Seguridad. En las dependencias policiales se le ocup¨® una c¨¦dula de identidad costarricense, algo bastante sorprendente en alguien que ten¨ªa un marcado acento espa?ol. Result¨® luego que ese carn¨¦ estaba a nombre de una persona fallecida.
La polic¨ªa, acompa?ada del detenido, registr¨® el piso en el que estaba viviendo, situado en el barrio Escaz¨². En este lugar encontraron un pasaporte espa?ol falsificado a nombre de Lorenzo Varela Teij¨®n, con la fotograf¨ªa del detenido, y un carn¨¦ de conducir igualmente falso. A partir de este momento, dice el abogado, los agentes de Seguridad centraron todo su inter¨¦s en que Jim¨¦nez reconociera que hab¨ªa sido enviado al pa¨ªs por el Gobierno sandinista para atentar contra los l¨ªderes de ARDE.
"?l ha declarado ante el juez", a?ade su abogado, "que en dos ocasiones le aplicaron electrodos bajo la lengua y en las esposas, para que firmara una confesi¨®n en este sentido. No ha Presentado quejas contra todos los agentes, sino espec¨ªficamente contra tres. El juez ha ordenado que le examine un m¨¦dico forense".
Las explicaciones del letrado, que son fluidas hasta este punto, se vuelven imprecisas cuando se trata de aclarar en qu¨¦ circunstancias y con, qu¨¦ fines entr¨® Jim¨¦nez en Costa Rica. Dice que entr¨® en el pa¨ªs hace un mes y medio o dos meses como turista, sin que conozca de d¨®nde proced¨ªa. Seg¨²n Lemus, viv¨ªa solo en un apartamento y durante este per¨ªodo hab¨ªa viajado a varias poblaciones del interior, Cartago entre ellas.
El magistrado manifest¨® que el defensor hab¨ªa presentado upa petici¨®n de excarcelaci¨®n a favor de Jim¨¦nez Morales. Este tema deb¨ªa ser decidido ayer. La justicia costarricense suele conceder este beneficio con car¨¢cter general, aunque el c¨®digo procesal establece que puede denegarse "cuando hubiere vehementes indicios de que el imputado tratar¨¢ de eludir la acci¨®n de la justicia" o "indicios graves de que continuar¨¢ en su actividad delictiva".
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