Jorge Lavelli: "'La tempestad' es un Shakespeare en busca del tiempo perdido"
Hoy se estrena en Madrid, en versi¨®n castellana de Terenci Moix
La tempestad, de William Shakespeare, se estrenar¨¢ esta noche en Madrid por la compa?¨ªa de Nuria Espert, con direcci¨®n de Jorge Lavelli, en versi¨®n castellana de Terenci Moix. La presentaci¨®n oficial a la cr¨ªtica y a la Prensa tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo viernes, d¨ªa 7. La tempestad se estren¨® el pasado mes de mayo en Barcelona, en colaboraci¨®n con el Centro Dram¨¢tico de la Generalitat de Catalanya, y en aquella ocasi¨®n se trabaj¨® sobre la versi¨®n catalana de Josep Maria de Sagarra. Sobre las dificultades de montaje que entra?a esta obra, la ¨²ltima escrita por Shakespeare, nos habla Jorge Lavelli, quien ya mont¨®, hace unos a?os, con N¨²ria. Espert, Do?a Rosita la soltera, de Federico Garc¨ªa Lorca.
Jorge Lavelli tiene en su historial de director teatral retos importantes: lonesco, Handke, Gombrowicz, Go?the, Arrabal, Chejov; varias ¨®peras, y no las m¨¢s sencillas; y tiene al propio Shakespeare. Sin embargo, La tempestad ha supuesto para ¨¦l -como para N¨²ria Espert, en su calidad de int¨¦rprete de los papeles de Pr¨®spero y Ariel-, el gran desaf¨ªo.No pocos directores han fracasado en el intento; otros han debido abandonarlo, desalentados. Sin embargo, este hombre algo flotante que es Lavelli en su forma de comunicarse mediante la entrevista ha hecho gala de una f¨¦rrea voluntad a la hora de enfrentarse con el bosque de lianas que es la obra.
"La tempestad es una obra dif¨ªcil de contar al p¨²blico, porque todos los acontecimientos anecd¨®ticos suceden antes de levantarse el tel¨®n y son resumidos por Pr¨®spero en la primera escena, cuando inicia a su hija Miranda. Al terminar la primera parte de la obra, el punto de vista no ha progresado, tal como se entiende habitualmente. S¨®lo lo ha hecho en profundidad. ?ste es un elemento bastante determinante y, a menudo, descorazonador para la gente de teatro que pretende montar la obra".
El otro elemento ser¨ªa que escapa a lo que de Shakespeare conocemos mejor, sus dramas hist¨®ricos y sus comedias. "En La tempestad hay un proceso mucho m¨¢s ambicioso, o diferente como estilo, que est¨¢ m¨¢s unido a El sue?o de una noche de verano o a Un cuento de invierno, aunque es una tem¨¢tica que aqu¨ª se profundiza: la b¨²squeda del tiempo perdido. Es como si, en ¨¦sta, su ¨²ltima obra, ¨¦l mismo quisiera tambi¨¦n recuperarlo para restablecer un orden perdido. Ese proceso se realiza a trav¨¦s de una forma de recomponer el tiempo, de volver a cero. Y ¨¦ste es un proceso forzosamente interior, no anecd¨®tico".
Un mont¨®n de actores est¨¢ en el escenario y tambi¨¦n detr¨¢s, cuando no act¨²an: abriendo puertas, animando mecanismos... Es un caso ¨²nico de montaje, en el cual el regidor no tiene que ir dando el aviso de camerino en camerino, porque tambi¨¦n ¨¦l, como el elenco interpretativo, est¨¢ detr¨¢s de la acci¨®n, para que nada falle. Hay, pues, una direcci¨®n de escena y una direcci¨®n de detr¨¢s de escena, que ahora -tras el estreno en catal¨¢n en el teatro Romea de Barcelona- ha debido adecuarse a las especiales caracter¨ªsticas del madrile?o teatro Espa?ol.
"La obra plantea problemas de estilo", sigue diciendo Lavelli, .porque, la proyecci¨®n de la venganza de Pr¨®spero es m¨¢s la proyecci¨®n de un sue?o que la de una realidad. Shakespeare utiliza una isla perdida que no se determina geogr¨¢ficamente, completamente atemporal, en donde las jerarqu¨ªas del poder y de la moral se degradan, y emplea unos elementos absolutamente extra?os a un centro de civilizaci¨®n. Y eso es porque quiere realizar la experiencia de una forma ideal de vivir en sociedad, que ser¨ªa, finalmente, la de soportar a los hombres tal como son y como est¨¢n hechos".
Lanzad¨ªsimo, contin¨²a: "Ah¨ª tambi¨¦n reside una frustraci¨®n para el p¨²blico, ya que todos tenemos muy agudizado el sentido de la venganza y quisi¨¦ramos que hubiera una cantidad de muertos. No los hay. Y puede ser decepcionante pensar que se puede contemplar el mundo con tanta sabidur¨ªa, con tanta comprensi¨®n, y que es mejor la vida en sociedad, aunque imperfecta, en este mundo imperfecto, que podemos construir tratando de que sea mejor. Claro, entonces surge la desesperaci¨®n ¨²ltima, que es saber que la perfecci¨®n no existe m¨¢s que en la imaginaci¨®n de los hombres".
Tenacidad
Le digo que N¨²ria Espert declar¨® recientemente que la dificultad de incorporar a Pr¨®spero y Ariel estuvo a punto de hacerla renunciar del empe?o, y que gracias a la tenacidad de Lavelli no abandon¨®. "Es que plantea un desaf¨ªo enorme, porque Pr¨®spero es un personaje que no tiene situaciones dram¨¢ticas de grandes confrontaciones, todo es una gran reflexi¨®n, una especulaci¨®n sobre la forma de tolerarse. No se dan los conflictos dram¨¢ticos, los enfrentamientos psicol¨®gicos. Por otra parte, el personaje de Ariel carece de descripci¨®n, porque no tiene ninguna psicolog¨ªa; es un personaje que dram¨¢ticamente plantea muchos problemas, porque no se sabe bien c¨®mo dar la irrealidad de un cuerpo. Se presta a mucha pirueta, porque le puedes hacer desaparecer por una trampa o algo as¨ª: muy espectacular. Pero yo he optado por la austeridad, pensando que la historia quede abierta y que el espectador teja su, propia hip¨®tesis sobre esta propuesta".
Para Lavelli, que ha dirigido muchas ¨®peras, la m¨²sica ha sido siempre un elemento importante en sus puestas en escena puramente dram¨¢ticas. En este caso, m¨¢s: "La m¨²sica de Carlos Miranda tiene un car¨¢cter de contrapunto que se va desarrollando a trav¨¦s de la trama; al margen de eso, hay una organizaci¨®n de escenas, un ritmo en el montaje, que podr¨ªa calificarse de musical".
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