El aborto como problema social

En la pol¨¦mica entre la Iglesia y el Estado por la despenalizaci¨®n del aborto o la llamada guerra de los catecismos no se establecen con claridad las bases del problema. Faltan algunos elementos fundamentales para que la opini¨®n p¨²blica pueda hacer un an¨¢lisis objetivo y completo y para que los alumnos puedan formar con estos elementos un criterio real.Se compara el aborto con el terrorismo o la guerra, sac¨¢ndolo del contexto social global.

El aborto existe, es una realidad concreta en todas las sociedades, penalizado o no.

Partiendo de la base de la existencia del aborto y de que las mujeres no abortan porque quieren, sino obligadas por las condiciones sociales, puede analizarse esta pol¨¦mica desde otro punto de vista.

En las sociedades donde existe miseria y desocupaci¨®n, las cifras de aborto son alarmantes; estas cifras son un producto de la sociedad y dependen directamente del grado de pobreza. Son tambi¨¦n muchas veces consecuencia de la paternidad no asumida y de la falta de apoyo que las mujeres tienen en la sociedad.

Al compararse el aborto con el terrorismo o la guerra no se dan las causas sociales del porqu¨¦ del aborto ni tampoco del porqu¨¦ de las causas sociales de la miseria.

Es como si compar¨¢ramos la prostituci¨®n con la perversidad o la degeneraci¨®n sac¨¢ndola del contexto de miseria social y de la responsabilidad de la sociedad. Con esta comparaci¨®n simplificada no se dan los elementos para que se pueda hacer un an¨¢lisis objetivo del problema. La Iglesia se limita a condenar la disposici¨®n del Estado, sin entrar a considerar los factores humanos, reales, que producen la necesidad del aborto en miles de mujeres.

No se habla aqu¨ª de los abortos de mujeres en viajes en jet a Holanda o al Reino Unido porque son una minor¨ªa, perteneciente a las clases acomodadas, no representativa de la sociedad. Hablamos de la mayor¨ªa de mujeres que eligen el aborto para no tener hijos que no tendr¨¢n comida suficiente, ni escuela, ni atenci¨®n m¨¦dica, ni catecismo.

Al despenalizar el aborto, el Estado socialista no producir¨¢ m¨¢s abortos; s¨®lo dar¨¢ las condiciones legales para que las mujeres que de todas maneras abortar¨¢n obligadas por las condiciones de miseria sociales lo hagan en condiciones m¨¦dicamente humanas y dignas, sin poner en peligro sus vidas por falta de condiciones m¨¦dicas legales. La despenalizaci¨®n del aborto es, por tanto, una obligaci¨®n social de un Gobierno socialista. No tiene otra opci¨®n. Analizado como problema social, el aborto no puede compararse al terrorismo, ni mucho menos a la guerra. / . De la Asociaci¨®n de Periodistas Libres. , RFA.