Un liberal de choque

Raymond Aron naci¨®, en el seno de una familia de origen jud¨ªo, el 14 de marzo de 1905 en Par¨ªs. Se doctor¨® en Letras en 1930, en el selecto marco acad¨¦mico de la ?cole Normale Sup¨¦riore de Par¨ªs, y m¨¢s tarde en la universidad de Colonia, en 1931; en la Academia Francesa de Berl¨ªn, en 1933, y en el Liceo de El Havre.Su corta estancia como estudiante en Berl¨ªn le permiti¨® ser testigo de excepci¨®n de la recta final del ascenso pol¨ªtico de Hitler en los estertores de la Rep¨²blica de Weimar, y esta experiencia marc¨® en buena parte toda su vida profesional posterior como comentarista pol¨ªtico estrechamente vinculado a las posiciones ideol¨®gicas liberales que arras¨® el nazismo.

Tras su vuelta de Alemania a Francia, Aron se incorpor¨® a la ense?anza activa, siendo secretario de documentaci¨®n en la Escuela Normal Superior, profesor de la Normal de Saint-Cloud y profesor de Filosof¨ªa Social en la universidad de Toulouse hasta el estallido de la segunda guerra mundial en 1939. A este per¨ªodo corresponden sus obra te¨®rica m¨¢s completa, que es la Introducci¨®n a la filosof¨ªa de la historia (1938).

Durante la guerra mundial combati¨® a los ej¨¦rcitos del Eje en la aviaci¨®n francesa, y m¨¢s tarde se enrol¨® en el Ej¨¦rcito Franc¨¦s de Liberaci¨®n.

Tras el final de la guerra, imparti¨® clases en el instituto de Estudios Pol¨ªticos, dependiente de la Sorbona, en la Escuela Nacional de Administraci¨®n y en la facultad de Letras de la Sorbona, donde fue profesor de Sociolog¨ªa hasta 1968. En esta larga ¨¦poca docente public¨® La guerra total, en 1954; Paz y guerra entre las naciones, en 1962; El gran debate, en 1963, y otro tratado de filosof¨ªa social, Las etapas del pensamiento sociol¨®gico, en 1967.

Su labor docente se compagin¨® siempre con una incesante labor de comentarista pol¨ªtico en los peri¨®dicos. En 1946y 1947 escribi¨® en Combat, y a partir de 1947 en el diario parisiense conservador Le Figaro, donde durante muchos a?os fue el m¨¢s influyente columnista pol¨ªtico.

En 1955 public¨® uno de sus libros m¨¢s famosos, El opio de los intelectuales, en el que critica duramente a Sartre y a los intelectuales marxistas franceses. Otro de sus grandes libros pol¨¦micos es La revoluci¨®n inencontrable (1969).