'El terrorismo, y otros acosos'

Despu¨¦s de la impresionante movilizaci¨®n del pueblo espa?ol en en¨¦rgico repudio a los cr¨ªmenes terroristas, he le¨ªdo en EL PAIS del domingo 23 el interesante an¨¢lisis de Juan Luis Cebri¨¢n, titulado El terrorismo y otros acosos.

Impregna a este art¨ªculo tal dosis de apaciguamiento que -ante la gravedad de un tipo de delincuencia militante y reincidente- no puedo compartir su efecto paralizador.

Con respecto a los militares, que son las v¨ªctimas m¨¢s identificables de estos cr¨ªmenes, celebra el articulista la habilidad del Gobierno "...para aplacar las voces uniformadas que claman constantemente por la necesidad de hacer algo, sin decir nunca a las claras qu¨¦ es lo que ellos creen que hay que hacer".

Con respecto al Gobierno, le alerta de no hacer traspasar, a la participaci¨®n ciudadana, la "sutil frontera" del populismo; expresa su temor de que aqu¨¦l ",...desconcertado por la virulencia de la amenaza terrorista, tienda a reemplazar la reflexi¨®n y el an¨¢lisis por respuestas puramente emocionales (?), con lo que corremos peligro todos de incurrir en una histeria pol¨ªtica absolutamente injustificada" (??), y recalca, luego, que "ser¨ªa lamentable que -la manifestaci¨®n de la solidaridad y el dolor ciudadanos- sirviera para justificar un aumento y hasta un desv¨ªo en la dureza represiva de las leyes y m¨¦todos de la lucha antiterrorista, a los que se acusa de poco eficaces".

En resumen, el art¨ªculo de Cebri¨¢n -sin duda, con la mejor intenci¨®n- termina desarm¨¢ndonos a todos, menos a los terroristas; e incurre en el mismo vicio que reprocha a los militares, al no decir a las claras qu¨¦ es lo que ¨¦l cree que habr¨ªa que hacer.

Con todo, no es mi prop¨®sito contradecir al Sr. Cebri¨¢n, cuya posici¨®n adversa al terrorismo parece evidente, sino contribuir con un par de ideas al combate contra esta lacra funesta.

Pienso que as¨ª como un Estado no puede desarmarse frente a otro Estado que le agrede, tampoco debe hacerlo ante la agresi¨®n armada y clandestina que el terrorismo representa.

( ... )No puede el Estado atarse de manos y ofrecer a unos desalmados que asesinan sin escr¨²pulos la seguridad de estar ellos libres de perder la vida propia cuando destruyen sin motivo y sin piedad la vida ajena.

A nuestro juicio, la implantaci¨®n severa y ejemplar de la pena de muerte como sanci¨®n de los cr¨ªmenes terroristas ser¨ªa la manera m¨¢s eficaz de desalentar este tipo de acciones y, al mismo tiempo, de posibilitar que las fuerzas y cuerpos de seguridad, bajo la direcci¨®n del Gobierno, cumplan con verdadera eficacia su misi¨®n constitucional (art. 104/1) de "proteger ¨¦l libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana", bienes jur¨ªdicos, estos, que sufren la permanente interdicci¨®n del terrorismo.

( ... )Por muy respetables que nos parezcan las doctrinas que .descartan -en tesis general_- la pena de muerte, creemos que la convivencia pac¨ªfica y la vida e integridad de las personas merecen un en¨¦rgico resguardo en defensa de quienes no s¨®lo se han puesto deliberadamente al margen del Estado, sino tambi¨¦n al margen de la Humanidad. / Madrid.