Acupuntura, fitoterapia y otras heterodoxias
Las medicinas alternativas son objeto de una creciente aceptaci¨®n
En Francia, la conferencia de decanos de las facultades de Medicina ha aprobado la introducci¨®n de la ense?anza de la acupuntura y la homeopat¨ªa en los estudios de la carrera de Medicina. En el Reino Unido, seg¨²n los resultados de una reciente encuesta, el 80% de los estudiantes de Medicina desear¨ªa poseer ciertos conocimientos relativos a las t¨¦cnicas m¨¦dicas heterodoxas; por otra parte, la visita del pr¨ªncipe Carlos al Centro de Ayuda a los Cancerosos, de Bristol, ha dado una especie de espaldarazo oficial al tratamiento del c¨¢ncer basado en la dieta, la meditaci¨®n y el ejercicio.Es profundamente parad¨®jico que en el momento en que la medicina ortodoxa, esto es, la ense?ada en las facultades y practicada por la gran mayor¨ªa de los m¨¦dicos, alcanza el nivel de eficacia m¨¢s alto de su historia, las llamadas medicinas paralelas, heterodoxas o alternativas muestren una enorme pujanza y sean objeto de una creciente aceptaci¨®n.
Para muchos enfermos, en los ¨²ltimos decenios la medicina ha ganado en eficacia lo que ha perdido en comprensi¨®n de sus males. Opinan que la medicina ha concedido una desmesurada importancia a las estad¨ªsticas que muestran, por ejemplo, una continua elevaci¨®n de la esperanza de vida, sin conceder la debida importancia a lo que hay detr¨¢s de esas cifras.
Por su propia formaci¨®n, los m¨¦dicos se sienten inclinados a aceptar lo que es nuevo y prometedor. Los retrasos en la adopci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas quedan reducidos al m¨ªnimo por el miedo a ser lentos en la aplicaci¨®n de los beneficios consiguientes, aunque ¨¦stos no se hallen debidamente probados. Al propio tiempo, los pacientes y sus familiares, espoleados a menudo por una imagen m¨ªtica del progreso tecnol¨®gico, presionan al m¨¦dico para que aplique el ¨²ltimo descubrimiento.
Valor cient¨ªfico
Pero junto a esa marcha hacia la m¨¢s reciente innovaci¨®n, en la que participan m¨¦dicos y enfermos atra¨ªdos por los mismos objetivos, se produce desde hace tiempo otra marcha, pero ¨¦sta en sentido contrario, que tiene por finalidad reincorporar al arsenal m¨¦dico m¨¦todos que casi nunca se han utilizado en la medicina occidental o que estuvieron en boga hace ya varios decenios.Entre las t¨¦cnicas de tiempos antiguos o poco utilizadas que ahora se incorporan con fuerza pujante a la medicina ortodoxa destacan la acupuntura, consistente en la inserci¨®n de agujas especiales en distintos puntos de los canales de energ¨ªa establecidos por la anatom¨ªa y la fisiopatolog¨ªa chinas; la moxibusti¨®n, que es la combusti¨®n de una torunda, empapada o no en hierbas medicinales chinas, sobre los puntos de circulaci¨®n de la energ¨ªa vital; la homeopat¨ªa, basada en el tratamiento simult¨¢neo de los niveles f¨ªsico, emotivo y mental del enfermo, restableciendo su equilibrio perdido y fortaleciendo sus mecanismos de defensa; la fitoterapia, en la que se vuelve a la utilizaci¨®n de plantas medicinales que no han sido tratadas por ninguna clase de proceso qu¨ªmico; y, por ¨²ltimo, la dietoterapia, en la que se da importancia primordial al establecimiento de h¨¢bitos de alimentaci¨®n nuevos, basados, ante todo, en el consumo de productos totalmente naturales, esto es, exentos de cualquiler aditivo.
Aparte de esos sistemas, los m¨¢s difundidos por el momento existen y se practican con variable amplitud en el mundo occidental, la medicina antrop¨®sofa, la reflexolog¨ªa, la radiestesia m¨¦dica, la energila pirarnidal, la psicos¨ªntesis, la,curaci¨®n por la fe y otros muchos., hasta, alcanzar el centenar recogido por A. Hill en la Enciclopedia visual de la medicina no convencional.
No todos esos sistemas o m¨¦todos pueden juzgarse por el mismo rasero, pues su base cient¨ªfica es, evidentemente, muy variada. Tal vez la acupuntura y la moxibusti¨®n, con sus 2.000 a?os de existencia y el importante volumen de trabajos cient¨ªficos que han motivado, sean los sistemas que mayor atenci¨®n reciben hoy de los medios m¨¦dicos ortodoxos.
M¨¢s o menos cient¨ªficos, casi todos los procedimientos heterodoxos tienen en com¨²n su inocuidad y su base en la firme creencia, no puramente te¨®rica, de que el ser humano es un todo y que cuando enferma el est¨®mago o el h¨ªgado, tambi¨¦n resultan m¨¢s o menos afectados otros ¨®rganos y, sin duda alguna, la parte ps¨ªquica. Ese alejamiento del materialismo y de la parcelaci¨®n que hoy invaden a la llamada medicina cient¨ªfica es muy atractivo para los enfermos y, como demuestran los estudios efectuados en distintos pa¨ªses, tambi¨¦n paria un n¨²mero creciente de m¨¦dicos que se consideran profesionales de la salud m¨¢s que de la enfermedad.
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