La gira asi¨¢tica de Reagan busca potenciar la presencia militar de EE UU en Asia
"Estrechar relaciones" con los aliados asi¨¢ticos de Estados Unidos, sobre todo en los aspectos de defensa, es el objetivo fundamental de la gira de seis d¨ªas que inicia hoy el presidente Ronald Reagan, visitando Jap¨®n y Corea del Sur.
Debido a la situaci¨®n pol¨ªtica en Filipinas, Washington decidi¨® cancelar la etapa prevista incialmente en Manila, as¨ª como las de Indonesia y Tailandia.Reagan tiene programado un viaj¨¦ a China, para abril de 1984, y es muy posible que entonces incluya las escalas que ahora ha dejado pendientes, al menos las de Indonesia y Tailandia.
Extraordinarias medidas de seguridad rodear¨¢n el periplo de Reagan, que viaja acompa?ado de su esposa Nancy, del secretario de Estado, George Shultz del responsable del consejo de seguridad, Robert McFarlane, y de los principales consejeros presidenciales de la Casa Blanca.
La presencia de Reagan en la zona desmilitarizada, entre Corea del Norte y Corea del Sur, recibe particular atenci¨®n. en cuanto a medidas de seguridad, debido a las posibles implicaciones que habr¨ªa podido tener Corea del Norte en el atentado ocurrido el pasado 9 de octubre, en Rangoon (Birmania), que cost¨® la vida a 17 dirigentes de Corea del Sur, entre ellos cuatro ministros.
Reagan llegar¨¢ a Tokio ma?ana, mi¨¦rcoles, permaneciendo en la capital nipona hasta el d¨ªa 12. A nivel pol¨ªtico destaca la alocuci¨®n que pronunciar¨¢ ante la Dieta (Parlamento japon¨¦s), dividido por la crisis pol¨ªtica interna provocada ante la negativa del ex primer ministro, Kakuei Tanaka, recientemente condenado por actos de corrupci¨®n, por valor de dos millones de d¨®lares, por parte de la compa?¨ªa aeron¨¢utica norteamericana Lockheed. En la etapa de Jap¨®n, Reagan dialogar¨¢ con su hom¨®logo japon¨¦s, el primer ministro Yastihiro Nakasone, considerado pol¨ªticamente como un conservador muy pro americano".
Defensa y comercio destacar¨¢n en la agenda de Reagan, en Tokio, donde ser¨¢ recibido por el emperador Hirohito. Miles de manifestantes protestaron el pasado domingo, en Tokio, contra la visita de Reagan a Jap¨®n.
En el tema defensivo, Estados Unidos desea potenciar el aparato militar - de Jap¨®n, para hacer frente al poder¨ªo sovi¨¦tico en la zona asi¨¢tica, sobre todo en el sector naval. El reciente incidente protagonizado por los cazas sovi¨¦ticos, que derribaron, con 269 muertos, al avi¨®n comercial surcoreano que viol¨® el espacio a¨¦reo sovi¨¦tico, servir¨¢ de argumento popular para reforzar las relaciones militares entre Washington y Tokio.
Durante la cumbre econ¨®mica de Willianisbourg, el pasado mes de junio, Nakasone apoy¨® el comunicado de las siete primeras potencias econ¨®micas de Occidente, en pro del despliegue de misiles norteamericanos en Europa occidental, como r¨¦plica a los misiles log¨ªsticos de medio alcance, parte de los cuales est¨¢n instalados en la zona asi¨¢tica de la URSS, apuntando hacia eventuales objetivos japoneses.
El apoyo de Nakasone al comunicado de Willianisbourg puede considerarse como elmayor paso dado por Tokio en los ¨²ltimos a?os en direcci¨®n a las pol¨ªticas de los pa¨ªses miembros de la Alianza Atl¨¢ntica.
Si en materia de defensa no parece haber grandes problemas entre Jap¨®n y EE UU, "aunque no se espera la firma de ning¨²n acuerdo espec¨ªfico durante la visita', como record¨® Shultz antes de salir de Washington, en materia de comercio las relaciones entre EE UU y Jap¨®n contin¨²an siendo tensas.
Estados Unidos tiene un d¨¦ficit comercial de unos 20.000 millones de d¨®lares con Jap¨®n, debido a la agresividad y competitividad de los productos japoneses en el mercado norteamericano. El pasado mes d¨¦ octubre, Tokio, en un gesto cara a la visita de Reagan, acept¨® autolimitar a 1.850.000 unidades las exportaciones de autom¨®viles made in Japan hacia EE UU.
Tokio defiende tambi¨¦n la tesis de que el desequilibrio comercial se debe, en parte, a la sobrevaloraci¨®n del d¨®lar en relaci¨®n con el yen.
En la 'zona desmilitarizada'
De Tokio, el presidente Reagan y su comitiva, integrada por el avi¨®n presidencial Number One, de la fuerza a¨¦rea norteamericana, junto a otro jumbo con la corte de periodistas que cubren el viaje, se trasladar¨¢ a Camp Liberty, en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, para visitar a la Segunda Divisi¨®n de Infanter¨ªa del Ej¨¦rcito de EE UU, estacionada¨¦n la zona desde la guerra de Corea. El simbolismo de la estancia de Reagan en Camp Liberty pretender¨¢ dejar muy claro el total apoyo de Washington a los dirig¨¦ntes de Corea del Sur, cuyas 600.000 tropas se encuentran en estado de alerta desde el atentado de Rangoon.Finalmente, en Se¨²l, Ronald Reagan hablar¨¢ con el presidente de Corea del Sur,, Chun Doo Hwan, antes de emprender viaje de regreso a EE UU, el 14 de este mes. En Se¨²l las conversaciones girar¨¢n, como en Jap¨®n, alrededor de los asuntos de Defensa y Comercio. Aunque Reagan, a diferencia de su predecesor, el presidente James Carter, insistir¨¢ menos en los aspectos de violaci¨®n de derechos humanos, fuentes del Departamento de Estado no excluyeron que alg¨²n alto funcionario de la comitiva de Reagan converse con miembros de la oposici¨®n pol¨ªtica.
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