La patronal textil pide que el desarme arancelario con Portugal no comience hasta 1986
Las reducciones arancelarias del sector textiI, con Portugal, no deber¨ªan iniciarse hasta 1986, a?o en que finaliza el Plan de Reconversi¨®n Textil, seg¨²n ha pedido a la Administraci¨®n la Asociaci¨®n Industrial Textil del Proceso Algodonero (AITPA), pocos d¨ªas antes de que se Inide en el pa¨ªs vecino la cumbre hispano-portuguesa.
Portugal se empe?a en congelar el anexo P, integrado en el acuerdo Espa?a-EFTA (Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio), que rige las relaciones comerciales con nuestro pa¨ªs. Seg¨²n la patronal del sector del textil,"Ias cl¨¢usulas del anejo P deber¨ªan ser reconsideradas por la Administraci¨®n espa?ola, m¨¢s a¨²n ante la nueva orientaci¨®n que parece adoptar Portugal al proponer un nuevo acuerdo intermedio hasta que se produzca la entrada de ambos pa¨ªses en e Mercado Com¨²n".Seg¨²n el presidente de AITPA Jos¨¦ Mar¨ªa Pujada, "obviando la desigualdad de costes laborales cuya soluci¨®n escapa razonablemente de nuestras posibilidades es obligado adoptar las medidas oportunas para que la importaci¨®n de maquinaria textil pueda efectuarse con exenci¨®n arancelaria simult¨¢neamente al inicio del primer per¨ªodo de la segunda fase, contemplada en el anejo P, a fin de reducir las diferencias de coste originadas por los mayores gastos de amortizaci¨®n.
Por otra parte, a los dos a?os del inicio del primer per¨ªodo, las primeras materias (algod¨®n, lana fibras sint¨¦ticas, etc¨¦tera) deber¨ªan poderse importar libremente de cualquier origen y procedencia, suspendi¨¦ndose las regulaciones y otros obst¨¢culos, con el fin de equiparar a la industria textil espa?ola a las condiciones de suministro de estas materias que tiene la industria textil portuguesa".
Competitividad portuguesa
La patronal textil describe los factores m¨¢s importantes de la competitividad portuguesa: gran desigualdad de costes entre ambas industrias; el coste de la mano de obra portuguesa es de los m¨¢s bajos que seregistran en el textil internacional, mientras que los salarios espa?oles se aproximan a los de los pa¨ªses desarrollados.
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